Mientras en Tokio seguían esperando a que Natsuki despertara, ella había decidido tomar el consejo de la bruja Ichihara y adentrarse en el sueño para buscar información sobre la leyenda de su familia, pues si bien la misma Yuuko había sellado su mitad Yokai, también le había advertido que el sello no duraría para siempre y en ese momento ella misma sería la única capaz de decidir cumplir su deseo o no.
Al entrar al templo miró a un hombre de cabello largo y negro meditando, le pereció extraño pues además de que estaba en su sueño, aquella persona no era de su familia, que eran los únicos que podían entrar a ese lugar en el mundo real.
—¿Quién es usted?— le preguntó cautelosa pero respetuosamente sin acercarse demasiado.
—Me da mucho gusto conocerte al fin, he esperado una eternidad, literalmente— dijo alegre mientras se ponía de pie. Era alto, delgado y joven, pero de un aspecto imponente y fuerte, vestido con un yukata azul marino sobre el que resaltaba una reluciente armadura plateada tipo samurái.
—Disculpe, pero está invadiendo mi sueño y ¿sabe? Tengo un poquito de prisa, así que me retiraré lentamente y sin molestarlo, con permiso— dijo la joven dando la vuelta, podía sentir en aquel hombre un aura familiar, pero también un gran poder, no estaba dispuesta a morir así que lo mejor sería salir de ahí cuanto antes.
Cuando le faltaba sólo un paso para abandonar el lugar, el misterioso hombre hizo un movimiento de manos y la puerta se cerró, Natsuki conservó la calma mientras trataba de abrirla, pero le resultó imposible "Rayos, no quiero pelear ahora" pensó.
—No he terminado contigo— dijo el hombre con un tono un poco más frío que antes, casi molesto —Me he tomado la molestia de venir a verte y te portas así de impertinente—
Sin voltear a verlo desenfundó lentamente su katana —Lamento si le he ofendido, pero me perece descortés no saber su nombre cuando al parecer usted sabe quién soy—
—Pues claro, eres Tsuki—chan, hermana de Ryu, hija de Hanshiro, nieta de Makoto, descendientes del Daiyokai Sui Ryu, o sea, yo—
Aquella afirmación tomó a Natsuki por sorpresa, volteo rápidamente mientras su espada calló al suelo, él la miró con una amplia sonrisa en el rostro, un rostro demasiado joven para haber vivido durante milenios, su largo y obscuro cabello caía hasta casi tocar el suelo, y al contemplarlo, la chica no dudó ni un momento, algo le indicaba que lo que aquel hombre decía era verdad, así que se hincó en el suelo hizo una reverencia y bajó la mirada sin decir nada.
—He estado tratando de comunicarme contigo, pero nunca entras en sueño profundo, esta será la única oportunidad que tendremos—
—Bueno...yo...señor...siempre estoy alerta, uno nunca sabe— le contestó la chica poniéndose de pie y enfundando nuevamente su katana —Señor...yo...yo...estoy muy...muy honrada de encontrarme en su presencia, pero no entiendo a qué debo tal—
—Estoy aquí porque tienes dudas que sólo yo puedo aclarar, nos hemos visto en sueños un par de veces ¿No recuerdas?—
Natsuki pensó un momento, definitivamente recordaría un rostro como el de aquel hombre, varonil y guapo, pero nada, de hecho por ahora sólo podía pensar en sus pesadillas, como la que estaba teniendo antes de encontrarse con Yuuko, en aquel momento estaba demasiado débil, pero podía sentir a Syaoran buscando el modo de ayudarla, sabía que moriría hasta que la energía de él la llamó de vuelta, él no era vidente de sueños por lo que no podían interactuar de manera directa, pero la través del collar Yasakani pudo escuchar la voz del hechicero, y cayeron juntos en un pesadilla de Natsuki, ambos estaban en la Torre de Tokio, mirando sombras chocar unas contra otras, destellos de magia, ninguna de las siluetas era reconocible, había mucho caos y energía maligna en el ambiente, una gran sombra surgió del cielo, un enorme dragón comenzó a descender hacía ellos, chocando contra todos los edificios que comenzaron a caer uno por uno, la gente corría despavorida sin entender nada, mientras la batalla en la Torre continuaba, una a una las sombras comenzaron a caer por los ataques de sus contrapartes, eran cinco contra cinco, Natsuki y Syaoran junto con Sakura, Eriol y Ryu hacían frente a los Huang He y Hiro, estaban viendo la batalla por mantener la última Kekaii en pie, hasta el momento los atacantes chinos iban ganando cuando un gran terremoto se desató, el dragón que había salido del cielo comenzó a girar sobre la Torre y el cielo se nubló, truenos y rayos comenzaron a caer hasta el suelo destruyendo todo a su paso y la última sombra cayó vencida sobre un charco rojizo, el sonido de un cristal rompiéndose los dejó sordos por un momento y luego luz cegadora...
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Card Captor Sakura "La antigua Profecía"
عشوائيSakura ya no es una niña, su vida ha sido tranquila y normal en los últimos años, hasta que extraños sucesos la llevarán a reencontrarse con el pasado, con viejos y nuevos amigos, además de misteriosos seres y nuevos poderes. Una profecía está a pun...