Sakura ya no es una niña, su vida ha sido tranquila y normal en los últimos años, hasta que extraños sucesos la llevarán a reencontrarse con el pasado, con viejos y nuevos amigos, además de misteriosos seres y nuevos poderes.
Una profecía está a pun...
"No puedo respirar" pensó Sakura comenzando a marearse cuando vio su reflejo en los cristales espejo del Edificio Mitsui "No puedo rendirme así, mis amigos cuentan conmigo pero casi no tengo fuerza, vamos a llegar al suelo en cualquier momento, a menos que..."
La ojiverde reaccionó llevando ambos codos hacía atrás para golpear a Liang en las costillas, la agredida aflojó su agarre, luego Sakura subió los brazos y los tomó por los hombros a la jovencita china para lanzarla por encima de su cabeza hacía los espejos del edificio, extendió sus alas justo antes de llegar al último piso, Ruby entró volando por la ventana rota y Yué alcanzó a su ama.
—¿Estás bien Sakura? —dijo un poco asustado, tomándola de la mano.
—Estoy bien, vamos por ella ahora mismo, hay que mantenerla quieta.
—"FLECHA" —invocó Sakura apenas entrando por la abertura en la estructura, transformó su báculo en un arco y antes de que Liang pudiera evadirla, sus mangas quedaron clavadas en un pilar por encima de su cabeza.
—¡Wow! Sakura, estuviste impresionante, te defendiste muy bien.
—Sólo ha sido gracias al esfuerzo de todos, las clases de tiro con Ryu, kendo con Kaii, kung fu con Meiling...—
—No debiste estar en riesgo para empezar —regañó Yué a las dos chicas, haciendo que Ruby le mostrara la lengua y Sakura se apenara—. Ahora sólo debemos esperar la tercera señal y nos iremos de inmediato.
—Lo siento Yué, tienes razón no volveré a preocuparte así, sólo no quiero que nadie sea lastimado.
"Ya veo, usaré esa preocupación por el prójimo a mi favor" pensó Liang forcejeando con la flecha de Sakura hasta que por fin la tela cedió y se rasgó dejándola caer, corrió hacía el vidrio roto pasando rápidamente entre los guardianes se arrojó al vacío y las corrientes de aire la elevaron nuevamente, se sujetó de un borde en el Edificio Sumimoto mirando a las tres figuras que se acercaban. Brincó hacia el norte y otra ráfaga de viento la llevó a la azotea de la Torre I-Land.
—¿Qué pasa hechicera, no tienes la voluntad para detenerme de verdad? —preguntó la pequeña jovencita cuando los tres aterrizaron—. Entonces que sea tu inocencia la que te condene a sufrir.
Al principio no comprendieron las palabras de la pequeña Liang, hasta que en su siguiente objetivo, un nuevo temblor se desató con mayor fuerza que los anteriores, la chica comenzó a reunir nubes negras en el cielo, el viento agitaba furiosamente su cabello y el de sus tres contrincantes. Los guardianes estaban tomando impulso cuando un tornado golpeó el ala sur del edificio, la entrada se vio bloqueada por los escombros, los gritos desesperados de la poca gente que aún transitaba el área y corría despavorida alarmaron a Sakura.
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*Mansión Ayuzawa*
—¿Estás bien Touya?
—Sólo un poco nervioso, es casi medianoche y Kimiko no ha llegado.
