-La maldición permanecerá , solo se romperá en el maldito que sienta su voluntad, en el llegar de las almas destinadas a desvanecer el odio, pero delante del doble filo de los reflejos y sus iluciones en medio del camino de la luz.- leía Tom en el despacho de Slughorn, este le acompañaba sentado con un vaso de cerveza de mantequilla en la mano, Tom tenia los ojos abiertos, estaba asombrado y se sentia desorientado.
-Esto...Profesor, ¿esto podrá ser verdad?, Digo... no quiero cortar la maldición, no es algo que me importe mucho en verdad, pero es intrigante, ¿Por qué me lo ha mostrado?- Dijó Tom aún mirando el libro en su mano con la cara de asombro de hacia un momento.
-Bueno Tom, cuando me confiaste tu secreto yo quede muy pensativo, el amor es algo maravilloso, por esto lo investigue. Aunque naturalmente, es parte de la maldición que tu no quiera que se corte, pero aun es algo que podría pasar inconscientemente.- Contesto Slughorn mirando a su vaso, con la mirada perdida y un poco desilusionado.
-Claro... buenas noches profesor.- dijó Tom al hombre.- Y profesor... Gracias.- Y se retiro, dejando una sonrisa en Slughorn.
Tras 2 semanas, Tom había tardado 3 días en mostrarle el castillo a Ambar, no habían hablado mucho si no era sobre las asignaturas del colegio, sobre hechizos complicados, o sobre Dumbludore, puesto que ella mostro interes sobre el hombre. Riddle solo buscaba recolectar información sobre la bruja, le parecia intrigante el interes que ella depositaba en el, y aun que a su vez le resultava insolente, esto le generaba cierta intriga masoquista que conquistaba su aspecto mas slytherin, ademas, Tom desifraba por propio instinto la oscuridad de aquella alma clara, o que al menos, clara lucia ser.
15 de Septiembre de 1941, Sábado, tenían el día libre y Tom despertó temprano en su cuarto, el iba a pasar allí el día, pero por alguna razón sintió necesidad de salir. Se vistió y fue a desayunar, no había mucha gente en el comedor puesto a aquel horario madrugal y solo minutos despues ya estaba dirigiendose a horillas del lago negro a leer.
-Parece un libro interesante.- Dijo una voz femenina, dulce y calma. Tom reconoció la voz pero se exalto de igual forma.
-Sí que lo es, Buen día Ambar.- la saludo secamente, no es que Tom Riddle le desagradara la muchacha, pero el era asi, además ella pensaba de una forma similar, y sus ojos... a Tom le agradaban también.
-Buen día, que bien se ve el lago a esta hora.- una paz extrema se sintió en ese momento, Tom asintió con la cabeza y observó fijamente como la joven con total tranquilidad tomaba asiento en el cesped, a lo que enderezó su aspecto rapidamente indirectando aprovación a la actitud de Ambar
- No lo habia pensado, si bien no es una costumbre la actividad, apoyo la observación.- respondio elegantemente.
-Me di cuenta Tom, de que no consideras a muchos como tus "amigos", digo... muchos te siguen, te admiran...- Tom cambio la mirada por una de confusión, y fruncio el seño, mientras que en Ambar invadieron los nervios al encontrar una facción en el rostro del mago que le causo cierto temor.
-No es bueno confiar en las personas, es mas facil confiar en las alianzas, toda magia tiene un precio y toda persona tiene una debilidad.- Contesto mientras veía el agua moverse con el viento, perdido y con un tono calmó y cortanté.
- Arriesgarse no es malo.- dijó Ámbar desconforme, entonces ambos quedaron en silencio mirando al lago, sintiendo el viento rosarles la piel, el invierno no estaba lejos, aun que tampoco tan cerca.
-Peverell, Tu familia es muy conocida ¿o no?, leí varias historias, tu apellido...es un tanto famoso.- Dijo tom tras un largo rato en silenció en el que cada uno se concentraba en las lecturas, ella lo miro, no era raro que le hable de eso, ya que su familia era una de las más importantes en la sociedad mágica, no solo por su riqueza y estatus de sangre, sino que también por la historia que había sobre esta, que bien sabia ella, que la historia era real.
-Es un apellido famoso, aun que muy escaso, no hay muchos hombres Peverell, es una descendencia recta.- Explico Ambar. –Riddle no es un apellido que me haya sonado.-
-Mi padre era un Muggle, Mi madre una bruja de apellido Gaunt, Merope Gaunt. Nací como mestizo y como una desonrrá a la sangre.- Conto Tom con un tono frio, como si aquello lo atormentara, y aun que asi era, consiguió brindar confianza a la conversación, y claramente debia conocer sobre la familia de aquella bruja.
- Lo entiendo Tom.- le dijo Ambar en un susurro mirando a Tom, ella entendía por qué se atormentaba.- Gaunt, Ese apellido si lo conozco, los Gaunt venían a Hogwarts, tenían una perfecta línea sangre pura, mi abuelo era buen amigo de un Gaunt cuando yo era niña y pasaba horas oyendo los relatos de mitos de ambas familias..- Comenzo a contar con ilución
-De Salazar Slytherin.- Corto tom, parecía orgulloso de ello, hasta que calló en las cuentas –Pero nadie debe saberlo.- termino de decir el muchacho, y ella asintió. Los minutos pasaron, y ellos quedaron en silencio mirando al lago, ya era hora de almorzar así que fueron al gran comedor, pero en la tarde Ambar fue con Luisa y Tom se fue a su sala común.
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Tom Riddle: La Maldición
FanfictionFanfic sobre la larga vida del señor tenebroso: Una historia detallada bajo lineas de tiempo e informacion oficial de fuentes como los libros, peliculas, paginas como pottermore y hasta entrevistas oficiales de la autora. Una historia sobre una anti...