Cap. 45 - Otro intento

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Al otro día Ambar se preparó psicológicamente para encontrarse con Marcuz, con Tom había llegado al arreglo de que si el chico tratara de besarla el se aparecería y terminarían en la mansión nuevamente, aun que simplemente a la rubia le parecía imposible que Zabini la vea como algo más que una amiga, pero si era verdad que había abandonado a una mujer con su propio hijo de apenas meses por solo verla a ella su furia misma se desataría, y descargaría su enojo en el chico.

Ya está preparada, se puso unos Jeans muggles, un sweater negro, y unas botas del mismo color cuando se apareció en la puerta del caldero chorreante y entro más nerviosa de lo que esperaba estar. Hay estaba sentado en una barra, un hombre castaño, su cabello alborotado, llevaba una camisa blanca que resaltaba su piel y su cuerpo trabajado, con un pantalón negro, los años le habían hecho bien y ella lo admitía. De repente el hombre miro a la puerta y se encontró con la rubia viéndolo fijo con sus ojos azules, y una sonrisa se dibujó en su rostro, se paró y se dirigió a ella

-Ambar... - sonrió – baya... ya no eres una niña de 18 años –

-Marcuz – lo abrazo con una sonrisa en el rostro – Tu también cambiaste mucho – lo soltó cuando comenzaron a dirigirse a la barra donde estaba el chico

-¿Qué fue de ti? ¿Trabajas? Aunque claro no te es necesario – esta vez Zabini rio sentándose

-Cuido a Lolanthe y a Saly... Papá enfermo así que me encargo de ellas ¿y tú? – pregunto

- Estudio ciencias de la herbologia, ¿Saly? –

-Ah si... Saly es... mi otra hermanita, parece que nunca te la he nombrado – Ambar mintió, no quería decirle que seguía con Tom, ya que ahora el era Voldemort y todos lo sabían, además Zabini podía delatarle y ella terminaría en Azcaban por posible complicidad

-Ah no, no me la habías mencionado, ¿Cómo es eso de que tu padre está enfermo? – Una mesera se acercó y ambos pidieron 2 cervezas de mantequilla, y así pasaron las horas, los tragos, las risas –Estas tan linda... no puedo creer que ya no eres una niña, te volviste toda una mujer – dijo el acariciando el rostro de su "Amiga" poniéndola incomoda

-Debo admitir que no estas mal tampoco, te he extrañado – se sonrojo al confesar

- Pero hasta siendo una niña siempre me atrajiste de una forma completamente extraña, bueno, como a todos los que te han visto reír – Marcuz de acerco, tenía todas las intenciones de pegar sus labios, pero la rubia sabía lo que pasaría, ella tendría que haberle creído a Tom, pero por otro lado deseaba ese beso. Fue entonces cuando Voldemort se apareció, todo el caldero chorreante quedo paralizado ante el mago tenebroso

-¿Qué te dije de tocar lo que es mío Zabini? – Tomo a ambos del brazo, el ambiente se distorsiono, ahora estaban en la sala de la mansión Riddle

-Tom, espera – lo freno la rubia cuando este le apuntaba al castaño con la varita –Tiene un niño –

-Preguntase lo ahora – Voldemort ordeno

- Ambar explícame por favor – suplico Marcuz, quien había caído al suelo, completamente aterrado

- Te dije que me vengaría, que no dejaría que toques a mi reina, te atreviste a besarla una vez e intestarte repetirlo ¡CRUCIO! – Conjuro Tom, echo una rabia, la imagen de su rubia con las del castaño hace 6 años le paso por la mente -¡CRUCIO! – Zabini grito de dolor, se retorció, comenzó a vomitar sangre, Ambar estaba paralizada tapándose la boca tras Tom

-¡Basta Tom! ¡Vas a matarlo! – lloro ella, sus lágrimas no dejaban de caer, cayó al suelo de rodillas suplicando

Tom Riddle: La MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora