Cap. 56 - Bellatrix Black

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Unos días después Lolanthe, también triste por su hermana, volvió a Hogwarts, mientras que Tom y Ambar ordenaron que se suspendan los ataques del resto del año, Abraxas se recuperó 2 semanas después, y cuando los mortifagos recibieron la orden de sus amos este se encargó de entrenar a cada uno de ellos, sin darles explicación de por qué no salían a misiones, o se encargaban de impuros. Así termino un nuevo año, el año que desato el dolor y la furia de Lord Voldemort

Con el tiempo Lolanthe estaba viviendo en alguna ciudad de Inglaterra, se había enamorado de un mago de Gryffindor con el que se casó. Quedo embarazada un año después de su salida de Hogwarts, y con su joven edad tuvo un hijo al que nombro como James Potter.

Mientras tanto el ejército de Voldemort no recibía órdenes de su amo, Tom estaba completamente dolido, y se había jurado a si mismo que mataría a todo el ministerio de magia solo por la muerte de su pequeña hermana, habían sobrepasado su límite. Paso otro año y el chico se recuperó bastante, por lo que los mortifagos volvieron a atacar, todo ese tiempo de entrenamiento les había servido notablemente, como ninguno se atrevía a pensar que su Lord había frenado los ataques por la muerte de su hermana, decían que lo había hecho para que estos aprendieran más, ahora las muertes eras más frecuentes, y con los años el nombre "Lord Voldemort" se volvió completamente Tabú.

Y así paso todo, ataques, muerte, sangre, frio... Los dos perdieron a sus hermanas, porque después de todas las noticias del profeta, Lolanthe decidió mantener a su hijo alejado de todo eso. Ambar y Tom nunca se habían amado tanto como en esa época, cada día era estresante, pero cada noche los recompensaba, ser el señor tenebroso no era tarea fácil, ser la ama de la muerte tampoco.

15 años después, las cosas comenzaron a complicarse, había algo nuevo, ya no era el ministerio quien desafiaba al señor oscuro, ahora era un grupo aparte, un nuevo "ejercito". Ambar, sabía muy bien de quienes se trataba, Dumbledore y sus estudiantes. Eran niños, niños de entre 15 y 17 años, pero eran tan poderosos que lograban vencer mortifagos de a docenas, en varias ocasiones escucharon que se hacían llamar como "La orden del Fénix", la rubia sabía que ella podía ir y aniquilar a todos de un solo movimiento, pero se negaba a pelear contra estudiantes, niños jóvenes que cometían un gran error tratando de pelear contra Lord Voldemort, por eso, a pesar de que estos eran la causa de la perdida de muchos hombres, lo dejaron pasar, después de todo, si estos eran vencidos por niños no le servían al mago oscuro.

Sábado 13 de abril, 1978

Voldemort, con su rostro de serpiente, se encontraba sentado en la sala de la mansión Riddle frente al fuego, con un vaso de cerveza de mantequilla en su mano, recordando aquella "cita" con su rubia de ojos claros, cuando aún iban a Hogwarts, dándose cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo. En ese momento Abraxas Malfoy entra junto con su hijo de 17 años, Lucius Malfoy y Ernan Crabbe

-Mi señor - habla en forma de saludo Abraxas inclinando su cabeza cuando los otros dos lo imitan. Entonces Ambar entra a la habitación poniendo nervioso a los 3 mortifagos y sentándose a un lado de Tom

-Es muy tarde para recibir problemas de mortifagos inservibles, lo que sea que necesites Malfoy, tendrá que esperar a mañana, y si no resuélvelo tú, no estás aquí hace 34 años para que el señor tenebroso tenga que resolver todos tus líos. - Dice ella en forma de regaño, cuando le quita su vaso a el mago oscuro y bebe de este, causando en Tom una mueca de disgusto, pero lo deja pasar

-Déjalo Ambar, yo le he permitido que venga, tiene algo que te encantara - explica el con un tono neutro, sin demostrar la mínima gota de interés, ella resopla y Crabbe habla

-Mi señora - saluda inclinándose lleno de miedo - Una de las hijas Black, nos ha demostrado a mí y al señor Malfoy, poseer un poder impresionante, por lo que queríamos presentársela a usted, para hacerla entrar en sus filas -

-¿Una hija Black Crabbe? ¿Enserio? - Ambar se para furiosa -Hemos especificado, que desde que Saly murió, no dejaríamos entrar a ninguna mujer como mortifaga, ¡y menos a una niñita! - Voldemort traga saliva, sabía que cuando la rubia se ponía así, era capaz de cualquier cosa

-Mi ama - esta vez habla Lucius -La señorita Black, ha acabado con una docena de mortifagos esta tarde, dejándolos inconscientes, heridos y a un par muertos. Estudia conmigo, y es una bruja poderosa, si usted... - entonces el rubio es interrumpido

-¡Una docena de hombre no es nada! Estoy completamente segura de que esa niña no ha matado a nadie, no me vengas con idioteces Malfoy - esta vez Ambar grito, Tom se levantó y camino a la cocina con paso firme y sus manos en la espalda de forma elegante no antes sin dejar el mensaje de *Encárgate a tu gusto* en la mente de su Reina -Una niñita queriendo entrar a mis filas ¡JA! - Hablo molesta la bruja luego de que el mago se haya ido -Abraxas, ¿Cómo dejas que una niña llene tu cabeza de esa forma? - Entonces una risa llena de locura y burla sonó en la habitación, y por una de las puertas salió una chica de rulos negros, con una mirada oscura llena de demencia, caminando a paso suave sin dejar de reír y causando un escalosfriis en cada persona en la sala. Los ojos de la rubia se ensombrecieron furiosos al ver a la niñita que la desafiaba

-Querida... tal vez dices eso porque aún no conoces a Bellatrix Black - siguió riendo descontrolada mente

- Bella... - trato de advertir Lucius, pero esta no detuvo su paso, entonces Ambar furiosa tomo con más fuerza su varita

-Tal vez necesites una demostración que... te enseñe tu lugar - la risa desquiciada de la morocha, las sonrisas de superioridad, la mirada de odio, señalaban de forma clara que Bellatrix no tenía ni idea de que la bruja que tenía en frente era nada más ni nada menos que Ambar Peverell, actuaba de forma libre, con una notable sed de sangre, los 3 mortifagos se encontraban viendo hacia abajo completamente asustados, sabían que era el fin de la joven Black -¡Crucio! - conjuro ella riendo, pero la rubia deshizo el hechizo con un movimiento haciendo que la morocha suspirada con odio corriendo un rulo de su rostro

-¿Quisiste atacarme pequeña? ¡Crucio! - grito Ambar, pero el conjuro choco con el pecho de Bellatrix sin causarle efecto por lo que esta rio a carcajadas mientras la mayor quedaba completamente asombrada

-No puedes causarme dolor, estoy acostumbrada a recibir ese conjuro, pero ya colmaste mi paciencia... después de tu muerte, yo seré quien tome el lugar que sea que tengas en esta casa - dijo corriendo sus mechones desordenados cuando subió su mano para apuntarle a la ama de la muerte y un Tom con rostro humano y paso firme entro a la sala sin que Black se diera cuenta y haciendo que los Malfoy y Crabbe entren en pánico al ver su amo la situación

-Expelliarmus - conjuro el mago oscuro desarmando a quien apuntaba a su reina, cuando una Bellatrix echa fuego volteo a ver quién había arrebatado su varita. Pero entonces, al ver esos ojos negros, esa piel pálida y perfecta, sus rasgos definidos, y su imponente cuerpo, la bruja quedo completamente enamorada de Riddle. Ambar al notar esto, frunció el ceño molesta -¿Cómo te atreves niña? - pregunto Tom enojado

-¿Qui...quien e-eres? - Bellatrix tartamudeaba nerviosa, por lo que el mago se asombró al ver que la chica no le reconocía

-Es el mismo Lord Voldemort querida, ¿No reconoces a tu amo? - chillo Ambar celosa y completamente enfadada, esa niñita le había intentado matar, trato de torturarla, y ahora miraba a su hombre, claramente ellas dos no serían amigas.

-¿Se atreve a decir su nombre? - Susurro la morocha enfadada mientras dirigió su mirada a Lucius -¡Maldita asquerosa traidora! - esta vez grito en dirección a la rubia quien ahora caminaba hasta Tom

- Te recomiendo que bajes tus tonos niña, ella es Ambar Peverell -Hablo Abraxas. La chica bajo la cabeza de forma brusca con total arrepentimiento para luego inclinarse a los pies de su amo

-Puede hacerte más daño de lo que imaginas - Explico Tom

-Mi señor - hablo ella en forma de disculpa

-Mi señor... levántate asquerosa, te unirás a las filas, con los Malfoy a tu supervisión - dijo Ambar con asco mientras tomaba la mano del peli oscuro -Nosotros... mejor nos vamos a lo nuestro- esta vez el tono fue seductor y dirigido hacia Tom, quien sabía bien que la rubia intentaba provocar a la niña, y lo logro, desde ese día Bellatrix Black odio con todo su ser a Ambar Peverell.

Tom Riddle: La MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora