Tom Riddle: La Maldición

Cap. 18 - Cumpleaños de Tom

Los siguientes días Tom empezó a enseñarle Legeremancia a Ambar, cosa que se le empezó a complicar más a la chica, mientras que el leía el libro de Hechizos poderosos. Los días corrieron rápido y llego el 31 de diciembre, día que Tom odiaba. Esa mañana la rubia se levando y bajo a la sala común encontrándose con un malhumorado Tom leyendo su libro

-Buen día Tom – dijo ella con un tono alegre, ya que se había despertado con un muy buen humor, pero este no aparto vista de su libro ni contesto, por lo que la rubia insistió -Tomm, buen día! –

-Buen dia – contesto con su tono frio y malhumorado, cualquiera que no allá sido Ambar habría salido corriendo al escuchar esas palabras con ese tono. Entonces se sentó en un sofá cerca de Tom

-¿Qué sucede? ¿Por qué tan frio? – pregunto ella con su voz juguetona mientras Tom le dirigió una mirada de desprecio

-No tengo muy buen humor Ambar, me gustaría que me dejes solo por hoy – contesto cortante devolviendo su vista al libro. Ella se paró y se volvió a sentar en el brazo del sillón en el que estaba acomodado Tom, le acaricio el pelo y lo abrazo, realmente tenía un buen humor

-Sino me cuentas ¿Cómo podre ayudarte? – el chico se paró dirigiéndose a su habitación, con ella pisándole los talones, cuando estaba por entrar y Ambar tomo de su brazo para que no se le escapara, grabe error, ya que este se dio vuelta se acercó a ella con brusquedad, lo volvió a pensar y tomo a la chica del brazo esta vez y la hizo entrar en su habitación para luego cerrar la puerta y echarle hechizos silenciantes

-¿Quieres saber que me pasa? – grito el haciendo que la chica se asustara y alejándose unos pasos cuando Tom camino hacia la ventana y golpeo su escritorio con fuerza con Ambar del otro lado de la habitación –Hoy, hace 16 malditos años, tuve que nacer acabando con la vida de mi madre, odio este día desde que tengo memoria, y es el peor día que puedes elegir para sacarme de mis casillas porque...- empezó a decir, pero antes de terminar la frase se dio vuelta y miro a la chica, recordando que no estaba hablando con uno de sus seguidores por lo que agacho la cabeza. Ambar no sabía qué hacer, ella no iba a dejar solo a Tom en su cumpleaños, entendía lo que el sentía por que ya se lo había explicado varias veces, pero no se imaginaba que era hoy, entonces se decidió en darle a Tom un buen día. Ambar comenzó a llorar cubriendo su rostro con sus manos por lo que Tom corrió a abrazarla –Discúlpame – Le susurro el sin soltarla

-Yo...Yo no quiero que este día estés solo – empezó a decir ella abrazándolo más fuerte

-No... no, dije que te daría todo lo que desees y así será, no tienes que irte – Dijo el cuándo Ambar sonrió a su espalda, quiso reír pero logro evitarlo, él se había creído su actuación perfectamente. El resto del día se la pasaron en la habitación del chico, jugando como niños pequeños, riendo, solo salieron para almorzar y cenar. Ya había caído la noche y Ambar estaba a punto de salir por la puesta hacia su habitación cuando con un movimiento de varita Tom cerró la puerta –Accio Ambar – conjuro haciendo que la chica callera sobre el en la cama

-¿Qué haces? – dijo ella riendo cuando Tom la acomodo correctamente y se le posiciono ensima –Debo irme Tom, ya es muy tarde –

-Si... solo que talvez no quiero que te vayas – comenzó a decir el luego de besar su cuello delicadamente –Talvez tengas que quedarte un buen rato más – susurro ahora a su oído. Ambar empezaba a ponerse nerviosa, era una situación extraña

-Tom...- susurro ella, lo único que podía hacer cuando el la ponía nerviosa era susurrar su nombre. Tom comenzó a acariciar su rostro para luego sus dedos bajar por su cuello hasta casi llegar a sus pechos, cuando Ambar cerro sus ojos y el comenzó a reír, el peli oscuro se sentó a su lado aun riendo cuando esta lo miro enojada y confundida -¿Qué diablos...- comenzó a decir cuando el la interrumpió

-Vamos querida ¿Creíste que había caído en las lágrimas de cocodrilo hoy temprano? – dijo Tom aun estallando en risa

-¿Sabías que era falso? – pregunto Ambar aun molesta recostándose de lado en la cama

-Claro que si Ambar, aunque no era necesario el teatro, igual iba a dejar que te quedes- se acostó a su lado rodeando el cuerpo de la chica con sus brazos. Ambar ya no estaba molesta, ahora le pareció gracioso

-Eres el peor – dijo riendo cuando el la beso

-Lo sé – minutos después Ambar quedo dormida, Tom le quito los zapatos y la tomo en brazos para meterla entre las sabanas de la cama, ya que hacía mucho frio, segundos después se acostó con ella quedando abrazado a la rubia antes de caer en un profundo sueño.