Maldito estúpido. No, me tengo que relajar. No me puede ver alterada. Tengo que mantener mi expresión neutra y abstenerme de decir nada. Pero el tipo era bueno, había rebuscado bien en mi historial, pero Padre había borrado la información valiosa y me había creado una identidad falsa. Fue un regalo para mi 13 cumpleaños, de mientras que las niñas ñoñas pedían muñecas yo pedí un cambio de identidad que en realidad no es nada del otro mundo.
Se veía claramente que el tipo carecía de modales. No me ha ofrecido ni un misero vasito de agua. Ni que pidiera una jarra. Pensandolo bien no había abierto la boca en todo lo que he estado aquí, ni lo haría. En fin no podía esperar a que me trajera nada si no le decía, pero ya me podría haber dicho su nombre y tambien podría bajar los pies de la mesa. Tenía un olor a pies impactante. Me podría haber caído de la silla si no fuera porque había engordado 4 kilos gracias a esos diabólicos bombones, pero hay que entenderlo. Tenía la presión baja o igual estaba ¿triste? No estoy segura. Daba igual, saldría de este estúpido edificio en breve. Él no dejaría que nada me pasara o si...Bueno sino me quedaba como segunda opción, Padre que decía que era como la hija que siempre quiso. Que gran cliché.
-Bien, según tu DNI eres ¿Lah Maryh?- Dijo con una sonrisa en sus labios - Vaya, parece que tus padres se cebaron contigo.
Pero que se creía el cretino este, yo tengo el nombre que tengo porque me lo pusieron cuando era pequeña y ni siquiera lo elegí yo.
-Supongo que ese será tu apodo, y tu nombre será María o Marina o algo por el estilo.- Continúo en tono neutro.
Ahora que me fijo no es feo. Aunque tenía una mandíbula demasiado cuadrada para mi gusto. Volviendo al tema no me importaba que se equivocara yo también lo había hecho dejando que se me quedara ese apodo. La verdad es que me daba vergüenza, pero no se lo iba a contar a un policia. Que encima tenía olor a pies. La puerta se abrió. Otro policía entró. Se acerco a la oreja del otro y le dijo:
-Brandon, ya han venido. La tenemos que soltar. No hay suficientes pruebas y no tenemos nada encontra de ella. No la podemos seguir reteniendo aquí.
Creo que el tipo no quería que yo escuchara y supongo que estaba hablando en susurros. Pero creo que no tenía claro eso de hablar en voz baja. Mi interrogador no se mostró sorprendido con esta revelación, sino resignado. Supongo que sabía que no me podía retener.
- Esta bien- Le dijo en voz cansina.
Se acercó hasta mí tan bruscamente que por un momento pensé que iba a pegarme pero lo único que hizo fue tomarme del brazo delicadamente, agacharse y decirme:
- Se de que lado estas, y estas del lado erroneo- Ladeó la cabeza y me dejo ver el tatuaje de su cuello.
Mierda. Sé que mi cara palideció. El tipo sonrió como si fuera Cheshire. Bueno al menos ya sabía que si me pasaba algo no podía confiar en a policía para protegerme. Ellos eran nuestros enemigos. ¿Cómo se han podido infiltrar? El tal Brandon tiro suavemente de mi brazo hacía arriba. Y me levante con él. Me llevo a través de los pasillos hasta que ví a alguien. Pero no era Él. Era quién menos esperaba.
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Hola, ¿Qué tal? Me gustaría empezar a decir que esta es la primera historia que escribo. No va haber ningún famoso, y que me gustaría saber que si os gusta algo lo digais por medio de comentarios. Y que si algo no os gusta tambien lo podeis decir con toda libertad. Gracias por leer.
