Volví a mirar alrededor de la habitación a veces me seguían por lo que tenía que tener mucho cuidado. Y a mi casa no podiamos ir a hablar. Seguro que habían puesto micrófonos dentro de ella.
- Bien lo que ha pasado es qu...- Llegó una camerera y me interrumpió.
- Siento molestarlas pero...¿que van a tomar?- Dijo con voz chillona, me recordaba a Eddie Murphy ¿o igual a Jim Carrey? Seguro que era nueva porque no la había visto antes. A decir verdad creo que era la hija de Mery. Sabía que tenía una pero nunca la había visto. Tenía pelo largo y negro como su madre y con los mismos ojos negros que ella.
- Claro - Miré a Kittie expectante- ¿Qué vas a tomar?
- Yo tomaré un vaso de leche con chocolate con un croissant. - Me di cuenta de que la hija de Mery miraba su cicatriz. En realidad, ahora no era tan grande.
Me aclaré la garganta. Me miraron las dos.
- Y yo tomaré un té con unas galletas y unas tostada- Dije relajadamente- Por cierto deberías de habernos dado la carta. Esta bien que tu madre sea la dueña pero a los clientes les gusta saber que se puede pedir y que los camereros apunten su pedido y no se queden mirando.
La chica se disculpó avergonzada. Creo que iba a llorar pero me daba igual. Kittie suspiró.
- Escuchame, yo no me llevé la peor parte del accidente. Da igual no es nada más que una niña - Me lo dijo como si ella fuera mayor.
- Tú tambien eres solo una niña. Que hayas tenido que crecer y que tengas un carnet falso no significa que seas mayor en edad. ¿De acuerdo? - Me enfadé. ¿Cómo podía pensar así? Yo siempre la he querido proteger de todo. Pero no podía entrar en su cabeza y robarle todos sus recuerdos dolorosos y cambiarlos por felices. Yo podía ser infeliz pero ella no. Era demasiado importante y tenía que protegerla. Él sabía de su existencia porque trabajaba para el. Había empezado hace solo tres meses. O sea que era solo un suspiro en comparación conmigo. No tenía que hablar constantemente con él y por eso estabamos en diferentes ciudades.
La niña maleducada volvió con nuestro pedido. Lo dejó en silencio encima de la mesa y antes de irse dijo:
- Si necesitan algo solo llamenme, por favor. - Había puesto una voz muy de mayor esta vez y había dejado su voz de chillona de lado. También había quitado la sonrisa de su cara.
Kittie creo que entendió que no quería hablar sobre lo ocurrido así que empezamos ha hablar de temas sin importancia. Me contó que había conocido a un chico. Pero que lo había tenido que dejar si quería estar aquí por lo que ahora solo eran amigos. Aunque me dijo que él terminaria en breve la universidad así que en unos meses se reencontrarían. Por un lado me alegraba por ella porque había encontrado a quien querer pero por otro no ya que en este mundo no te podías enamorar de alguien de afuera y ella tampoco sabía con certeza si el sentía lo mismo por ella por lo que podría ser un amor no correspondido. Lo que me dolería inmensamente creo que hasta más que a ella.
- Bueno creo que hoy no es nuestro día porque llevamos quince minutos de retraso- Dijo mirando su reloj con desaprovación.
-Genial, estoy segura que hoy me darán el premio a la más tardona o igual me despiden y todo y se ahorran el darme el premio.
- No seas tonta - Me dijo - No les conviene.
Nos levantamos y pagamos la cuenta. Y cuando estamos saliendo, se que nuestras cayeron o al menos la mía. Estaba lloviendo y no llevabamos paraguas así que encima de que llegabamos tarde ibamos a llegar mojadas. De verdad que estaba amando mi día.
Salí yo primero y le sujeté la puerta a Kittie. Estaba mirando para adelante cuando escuché un grito de ella.
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Hola, ¿Que tal? Soy yo. Bueno me gustaría decir que espero que os haya gustado ya que he desvelado ciertas cosas *movimiento de cejas de forma sugestiva* En fin si os ha gustado comentad y si no pues tambien ya que vuestra opinión es lo unico que tengo, aparte de las estrellitas que no estaría mal que le dierais tambien. (: Bueno gracias por leerme y que tengais un buen día, tarde, noche o lo que sea.
