Con apenas tres horas de sueño, Sawyer Hayes consiguió abrir sus ojos. Como cada mañana lo primero en que pensaba era lo que había hecho el día anterior,¿Había sido productivo? El lo dudaba, no era muy dado a estudiar si no era completamente necesario.¿Se había divertido? Bastante. ¿Era feliz así? El creía que la respuesta era si,sólo una pequeña parte de él pensaba lo contrario. Una muy pequeña, pero existía y nunca se callaba.
A la tercera vez que llamaron a su puerta el decidió dejarle pasar.
Así, entró una mujer de unos 55 años y de sonrisa refrescante, sus arrugas al rededor de la boca y en los ojos confirmaban que era una mujer alegre y sin más preocupaciones de las necesarias.
Solo hay que tener las preocupaciones justas, Sawyer.
Le solía decir la mujer a su hijo.
-Yo me tengo que ir ya a trabajar, tu padre hoy tenía turno de noche así que no lo despiertes y acuérdate de pasear a Bacon después de venir de clase.
Le recordó la mujer, su hijo asintió con la cabeza dándole a entender que lo había comprendido.Luego su madre cerró la puerta y el empezó su rutina de mañana.
Se encendió un cigarrillo y mientras que se lo fumaba,respondía a los mensajes que tenía en el móvil. Se termino su cigarrillo, se ducho. Se encendió otro, miraba a la vecina de enfrente y disfrutaba de la vista de que un buen par de tetas que se estaban moviendo de un lado a otro por el yoga que hacia cada mañana. Luego se vistió, se miraba al espejo y se ponía otro cigarro en la boca. Pero este no lo encendía.Al bajar a desayunar se encontró a Yolanda la cuidadora de su hermano pequeño haciendo el desayuno y a Bacon ,su pastor alemán, cerca de Timmy para comer todo lo que se le cayera al pequeño de apenas un año.
Sawyer desayuno sin hablar mucho y sólo miraba el móvil. Al terminar de desayunar cogió la mochila y se fue de camino al Instituto. Lo siguiente que hizo fue llamar a Jonas para ver si el también se iba andando,después de la rudimentaria charla que consistía en la pregunta, una respuesta con una sola palabra monosilaba, y un en la puerta del bar nos vemos la conversación se dió por terminada.
Después de andar un rato vio al lado de la parada de autobuses a un chico moreno,alto y con pinta de estar empapado. Tenía que ser Murphin, su querido y mal afortunado amigo. Sawyer no pudo evitar echarse unas risas por la escena que estaba contemplando, un charco, un autobús marchándose y a Murphin. Incluso su hermano Timmy sabría lo que ha pasado.
Cuando Murphin lo vio fue corriendo hacia el para preguntarle si tenía pantalones de repuesto.
-Lo siento colega, si tengo será en mi taquilla.¿Por que nunca puedes llegar puntual a nada?
-Hubiera llegado si no me hubiera atacado el perro del vecino.
Dijo Murphin realmente molesto.
Sawyer le prometió unos pantalones secos al llegar al instituto, aun que dudo que pudiese coger algo de su taquilla antes de las presentaciones.
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Wonderland
Teen FictionEstas jodido,ven, ríete con nosotros. Esa es la frase que más salía de la boca de Sawyer Hayes, es la frase es la que lo ha convertido en leyenda entre sus amigos.La frase que quiere que este en su lápida cuando muera. La frase que quiere que algún...