Nina y Murphin.

15 2 0
                                    

Martes 10 de noviembre. Un espléndido día para no hacer nada, estar tirada a la bartola o haciendo el tonto con los amigos.

A Nina le gustaba esa idea, pero tenía deberes que hacer, tenía que ir al instituto y prácticamente no tenía amigos.

Desde hace cuatro días, Sawyer no tenía nada mejor que hacer que fastidiarse la vida.

Nina de por si era bastante capaz de por si sola crearse cacaos mentales, era su pan de cada día, ahora se encontraba en una tesitura que le hizo volver a plantearse el que es más importante. Sus amigos o la familia. Eĺa no tenía una mala relación con sus padres pero tampoco era buena, dependía mucho del día y de cuanto acabarán a Larah. Larah era el problema principal, no sabia si la quería, si la odiaba, si quería que le hiciesen daño o que no se atrevieran a tocarla. Si había a apollarla tenía por sentado que perdería a Sawyer, si Sawyer no arreglaba la cosas con Pete también se lo ganaría a el y a todo el séquito de Amber, aquello no le hacía mucha ilusión, y a Murphin y a Jonas los seguro a teniendo, a ellos directamente no los a perdido. Luego si apoya a Sawyer perderá definitivamente a su hermana, a Amber, Carter y Valerie seguro que también y Pete quedaría en el limbo ya que puede que se perdonarán o puede que no. Nina sólo tenía claro algo, sólo un milagro haría que no perdiera perdiera nadie.

Y ella no creía en Dios.

Nina miró el reloj y se dio cuenta de que eran las 6:30 de la mañana una hora perfecta para intentar no pensar en nada con e Skate.

Nina no tenía que dar explicaciones, su padres estaban en España resolviendo unos papeles y no volverían hasta dentro de tres días y por otra parte  Su hermana estaba en plan  depresivo por lo que no creía queestubieta despierta.

Nina se vistió rápida con lo primero que vio limpio y luego se cogió una manzana y el Skate, en el ultimo momento se acordó de coger la mochila po que no pensaba volver a su casa hasta después del instituto.

Estubo un rato de un sitio a otro hasta que llegó a una zona que no se sentía muy a gusto de conocer.

Era una zona de puro ligoteo, si eras chica y ves a un chico que no le estaba metiendo la lengua hasta la faringe a otra lo tenia que hacer contigo, si si de listos son los de esas calles.

-¡Marrrtiiiinezz!

Mierda Nina sabía quien la estaba llamando y no le gustaba la idea, Dalton, ese estúpido de Dalton, Nina se enrollo con el un par de veces, cuando se dio cuenta de que a lo máximo que llegaba el cerebro de ese chico era a pensar en sexo lo dejó y el no se lo tomó muy bien.

-Mira si esta aqui la marimacho calienta pollas.

-Vete a la mierda Dalton

-A caso he dicho algo que no sea cierto, donde estan tus amiguitos, sabes me acuerdo de como se llamaban, friendzineado número uno, dos ,tres y cuatro.

-Valla, si vas tan colocado como pienso que estas es increíble que tengas tanto sentido del humor.

-No me llames yonki

-Acaso he dicho algo que no sea cierto.

Nina siempre a tentado a la suerte, hacia que se sintiera viva, por eso entendía , en la mayoría de las ocasiones, a Sawyer ese sentimiento de adrenalina la ayudaba a despejar su cabeza o eso intentaba. Pero aquella vez no la sintió cuando a Dalton le cambió la cara, se le empezó a acercar y tiró la cerveza que se estaba tomando de forma violenta.

-Mira, puta de mierda a mi nadie me vacila,¿ lo entiendes?

Dalton la acoralo contra una pared

Ella empezó a entrar en pánico.

Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora