Jonas.

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Esa mañana para Jonas el despertador sonó demasiado pronto y coqueteo con la idea de quedarse un poco más en la cama, pero sólo fue un segundo, no podía permitirse levantarse tarde

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Esa mañana para Jonas el despertador sonó demasiado pronto y coqueteo con la idea de quedarse un poco más en la cama, pero sólo fue un segundo, no podía permitirse levantarse tarde.

Después de asearse  y vestirse rápidamente comprobó que todo estuviera en la mochila. Se sobre salto cuando su monitor se encendió y entonces el se despertó de verdad.

Fue corriendo a la cocina y rápidamente cogió un yogurt, volvió a subir a la zona de habitaciones y entró a la habitación de su hermana, Daisy,

-Hola, princesa

Los intentos de hablar de Daisy le obligaron a poner una sonrisa triste y compasiva. Hace más de cinco años que su hermana intentó suicidarse tomando pastillas, no murió gracias a que Jonas la encontró a tiempo, pero le dejo múltiples daños cerebrales que la volvieron tretaplejica y con dificultades en el habla.

Esta de más decir que eso marcó profundamente a Jonas y a la madre de el que estuvo un tiempo bastante deprimida por eso en cuanto cumplió los 14 años se metió a trabajar en un bar.

- ¿Tienes el pañal sucio?

Daisy movió desde su cama la cabeza de manera tan brusca que  a Jonas le dio miedo que se rodara se pusiera en una posición en la que no pudiera respirar.

-Oye, princesa, con más cuidado... Haber si adivino...- Jonas sacó una cuchara y el yogurt que había cogido de la cocina y a su hermana se le iluminaron los ojos-Eso pensaba yo.

Al terminar de darle el yogurt la puso más elevada en la cama y le puso la televisión.

Al salir de la habitación de Daisy, Jonas, llamó a la puerta de su madre y el volvió corrie do a la cocina para prepararse el Almuerzo y el desayuno a el y a su madre.

Entonces y sólo entonces se permitió mirar el móvil y ver si tenía algún mensaje o notificación importante. Cuando terminó de tomarse el café y se comió en dos bocados la tostada se calzó y cogió su mochila rumbo al trabajo, eran las cuatro menos cuarto de la mañana, su hora habitual de empezar el día.

El Geoffree's Eats and Drinks a sido parte de su familia desde hace unos cuatro años cuando entro para ser el chico de los platos, ahora tenia un turno y luego por la tarde tenía otro. Cuando llegó, Mark el dueño del bar estaba llegando también.

-Chico, eres demasiado puntual, tienes que dejar de ser tan adulto y empezar a ser más un adolescente normal.

Jonás empezó a reírse a carcajadas, nunca le habían dicho cosas por el estilo, también es cierto que poca gente sabe del por que tiene este trabajo, normalmente sus profesores y la gente en general asociaba sus ojeras a la falta de sueño por gustarle demasiado la fiesta, graso error que no le echaba en cara a nadie.

-Mi madre me educó bastante bien.

- Bueno pues, dale las gracias de mi parte. ¿Cómo esta Daisy?

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