Murphin y Nina. II

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Murphin no sabia que hacer, sólo besaba a Nina, quería hacer eso desde que hace unos meses, no se atrevía a decir nada por una sencilla cuestión, era Murphin, era el chico al que todo le salía mal, que conseguía espantar a las chicas y su familia era una mierda.

Tuvo que hacer acoplo de toda su fuerza de voluntad para dejar de besar a Nina.

-¿Me estas besando por pena?

-¿Me ves ese tipo de chica?

-No es sólo que, tu eres Nina

-Y tu Murphin, ¿Te acuerdas de nuestros nombres verdad?

-Si claro que me acuerdo...la cosa es que por que una Nina iba a querer algo con...con un Murphin.

Nina estuvo pensándolo una fracción de segundo y sin ni si quiera ella entenderse le respondió

-No te infravalores, eres un chico estupendo en demasiados sentidos y no podría enumerar todas las cosas que me gustan de ti y pues ahora que me has contado por toda la mierda que tienes...No se, me a apetecido besarte, así intentó que olvides la peor noche de tu vida.

Murphin le sonrió, le acarició la mejilla y volvieron a besarse. 

Nina tumbó a Murphin en su cama y empezó  a besarle el abdomen mientras le quitaba la camiseta, cuando llegó a la mejilla de Murphin le susurró

-Mi hermana tiene condones en su mesilla, no esta, voy a por ellos, procura seguir tan caliente y guapo para cuando vuelva.

Y entonces se quitó el pijama que tenía puesto. Murphin podía apartar la mirada de ella era muy guapa todo en ella le gustaba y fue la irimera vez en su vida que el se sintió inseguro con su cuerpo.

Nina volvió de la habitación de su hermana y siguio besando a  Murphin este se levantó de la cama y la cogió en peso para dejarla entre la pared y él.  Terminaron de quitarse la ropa y pasaron una muy buena noche de eso no había duda y Murphin se olvidó en cierto modo del dolor que sentía por la muerte se su hermano.

Ambos estaban acostados en la cama cuando Nina se apoyó en el pecho de Murphin este instintivamente miró el móvil y se dio cuenta de que eran las tres de la mañana. Se levantó de la cama, se puso sus calzoncillos y busco en sus pantalones una pequeña pastilla.

-¿No te estarás drogado verdad?

Le pregunto inquieta Nina que susurraba las palabras para que Larah que ya había llegado no los descubriese.

-No Nina estoy... A ver como lo explicó sin preocuparte...

-Corta el rollo y dímelo sin rodeos.

Murphin suspiro y después de tragarse o pastilla y volver a la cama, abrazó a Nina y siguió con su deprimente historia.

-No fui el único que mató a mi hermano, en realidad fue la genética, el mayor secreto que mi padre le había ocultado a mi madre fue que en su familia había un problema cardíaco hereditario, el corazón en cualquier momento dejaba de funcionar con una operación, muy cara a decir verdad se soluciona y mi padre e operó de joven pero no le dijo q mi madre que su hijos podían tenerla, Noah murió antes de poder hacerse nada pero después de encerrarse mi madre me llevo al médico, resulta que yo también lo tengo por eso me tomo esa pastilla evita que mi corazón deje de funcionar... es lo que mi madre se puede permitir.

A Nina se le iban a saltar las lágrimas no quería perderlo.

-Y por que no te óperas

-¿No has escuchado antes? Es lo qe mi madre se puede permitir.

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