Capitulo 3

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Abril 1987

Hamilton: Dale puta! Grita! Grita si podes... si! -Entrando y saliendo de ella con el salvajismo de una bestia- Asi me gusta.

Brennaman: Que tienes para mi? -Le quito la mordaza de su boca, y metió sus dedos en su boca- Si... lo que imaginé. Tienes una garganta de terciopelo... -Dejo de sostenerla cuando ella ya estaba muy débil. Para comenzar a violarla el tambien. El tambien queria su turno. - Tragatela! Dale, te va a encantar! --Había sacado sus dedos para poner su miembro en su boca- Asi, asi me gusta.

Lucia ya no podia llorar. Sus lagrimales ardían de tanto usarlos. Ya no tenia mas lagrimas, se estaba deshidratando de tanto sollozar. Sollozaba tanto, que dolía. Que dolia mas alla de un dolor físico, era mas bien un dolor emocional. Un dolor que lo causaba tantos y tantos insultos, humillaciones. Un dolor que lo causaba saber que estaba perdiendo su virginidad en manos de dos hombres violentos. De dos hombres asquerosos. Hombres que tomaban turnos en las distintas partes de su cuerpo. Entre golpes, risas, gemidos y jadeos estaban dejando a una pobre joven destrozada en las oscuras calles de un viejo callejon.
Ella se culpaba, buscaba la forma de saber cual era su error! En que se habia equivocado. ¿Como era que no los vio antes? Como era que no se dio cuenta de eso...
En su atormentada cabeza, no comprendía que ella no tuvo nada que ver. Ella no sabia que cuando existe la luz, la pureza en un alma, la sensibilidad... Siempre hay alguien tan oscuro que trata de robarlas.
Cuando terminaron con ella solo rieron, la siguieron humillando con palabras crueles. Palabras que no podria olvidar tan facilmente... Y la dejaron alli. Junto a la basura, como si ella fuese eso. Un solo trozo de basura... un misero objeto sin valor alguno que se sintieron con el derecho de ultrajar.

MARZO 2017

Lucia: Es verdad, lo estoy haciendo. Y por primera vez no me llueven las imágenes del horror. Contarte la verdad me libero. Tarde treinta años en comprender que si podia hacerlo. Si puedo mirarte, si puedo mirar tus ojos y no sentir miedo... Tarde treinta años en darme cuenta en que si no te miraba, viviría con el temor. Y lo peor de todo LO ESTABA DEJANDO GANAR A EL! A ELLOS! A ESOS HIJOS DE PUTA! -agitada y llorando- Crei que todos estos años lo habia superado... Pero la verdad es que hoy lo supere. Recien hoy lo hice, me siento libre... Necesitaba esto. Contarte lo que paso para ser libre realmente...

Gabriel: Te haria bien seguir contando que paso?

Lucia: Eso creo...-saco un cigarrillo y comenzo a fumar.- Lo siento, se que quieres que lo deje pero lo necesito.
-suspira para luego exhalar el humo a traves de sus labios-   Estaba terminando el secundario. Era mi ultimo año, esa noche me fui a estudiar con unas compañeras. A terminar unos proyectos... Recuerdo que me gustaba ser la mejor. Queria graduarme con honores, estudiaba para ser la mejor. Obtener una beca y ser una arquitecta era mi objetivo...
Sin saberlo, pasaba todos los dias por las mismas calles, las mismas avenidas. Nunca conte conque dos sujetos comenzaran a obsesionarse conmigo. Eran dos obreros de una construcción que estaban trabajando  justo al frente de la parada del autobús que tomaba siempre. A veces me gritaban cosas, pero crei que eran cosas que pasan. Siempre hay algun desubicado en una obra gritando alguna -con asco- obsenidad disfrazada de piropo.
Si volvía o salia de casa, por alli pasaba. Era el camino de siempre, era el barrio donde creci... Donde todos se conocen. Son buenos, o al menos lo aparentan... Asi que pasaba por alli, a  distintas horas, pero siempre por alli.
Volviendo de estudiar, una noche me abordaron. Comenzaron a seguirme... gritarme. Me arrinconaron en un callejon y... paso.

Gabriel: -llorando- Que hiciste luego? Te habian lastimado mucho... Esa es la peor tortura para una mujer.

Lucia: Los recuerdos de lo que paso luego aun estan distorsionados. Si no hubiese sido por Cecilia...

Gabriel: Mi madrina Cecilia?

Lucia: No nos conocimos en la escuela como te habiamos dicho. Ella... la conoci el dia que me salvo la vida...

Abril 1987

Un grupo de amigas habia salido a divertirse.
Caminaban por las calles muy divertidas, hablando de los chicos con quienes se encontrarían esa noche.
Hasta que pasaron frente al callejon... 
Una de ellas se percató de que algo no estaba bien del otro lado de la acera. Cerca de las bolsas de basura podian verse un par de pies... Se detuvo un instante y logro escuchar un pequeño, casi inaudible pedido de ayuda.

Cecilia: Ven eso? Son dos pies... Algo anda mal del otro lado de la calle.

X: Sissy... Que dices?

Cecilia: Acaso no escucharon ese "Ayuda"

X2: Puedo ver los pies... Oh por dios. Vámonos! No quiero estar involucrada...

X3:Yo me largo!

Cecilia: Cobardes! Vayanse, pero yo ire.

X: Cecilia no!

X2: Cecilia! Nos iremos

Cecilia: Vayanse... Yo ire hasta alla.

Sus amigas asustadas, sin animos de estar involucradas. Eligieron hacer lo que todos hacen cuando hay problemas, mirar hacia otro lado. Escapar... huir. Se subieron al primer taxi que paso y dejaron a Cecilia sola.
Cecilia ya del otro lado de la acera, se tapo la boca de asombro y de miedo.
Entre medio de la basura, yacía una chica tan joven. Desnuda, con sangre entre sus piernas. Un moreton que le ocupaba casi todo su ojo izquierdo. Otros que ocupaban diversas partes de su vientre, mordeduras y sangre en ambos pechos. Rasguños en sus caderas, raspones en ambas mejillas...Sus labios inflamados, con algunos cortes y mas sangre con algo que parecia una sustancia blanca y viscosa.

Cecilia: Puedes oirme? -se agacho a su lado- Me escuchas?! -Palmaba sus mejillas, queria saber si esa chica estaba viva- Puedes oirme?!

Cecilia se desesperaba. No tenia celular, se lamentaba no haber traido consigo su cartera.
Esa joven no respondia, estaba muy grave.
Sin saber muy bien que hacer, trataba de recordar las clases que hacia un tiempo habia tomado de primeros auxilios.
Tomo su pulso... un pulso muy debil. Su respiración era prácticamente nula. Esa joven... esa joven estaba muriendo lentamente.
Ceci comenzo a practicarle reanimación cardiopulmonar (RCP) trataba de no ser brusca al momento de reanimarla. No queria dañarla mas, ya bastante habia sufrido. Y ella mejor que nadie entendia ese sufrimiento.

Ceci: No te mueras! -presionando con fuerza su pecho- No te mueras!

Luego de unos minutos, Lucia parecio reaccionar. Sus dedos parecieron moverse.

Ceci: Si puedes oirme...presiona mi mano. -Lucia presionó su mano- Puedes decirme tu nombre?

Lucia:... lu...l...Lucia. -y quedo inconciente nuevamente-

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