Capítulo IV: Colors

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—No lo sé, me parece arriesgado Uppie...

—HimChan hyung, por favor. No haré nada malo y seré muy cauteloso ¿Si? —JongUp sabía cómo convencer a alguien con su sonrisa. La había usado tantas veces cuando era un muchacho de la calle.

—Sabes. Conozco a alguien que puede venir y enseñarte. Así no vas a tener que salir...

—¡Gracias hyung! —JongUp se abalanzó sobre su mayor para abrazarlo muy fuerte. Estudiaría el arte de la pintura, había sido su sueño desde muy niño. Se convertiría en un gran artista y pagaría centavo a centavo a HimChan. —Usted será mi modelo principal, haré bellos cuadros de usted. —El mayor empezó a reír—.

—Pero qué dices niño. —Movía la cabeza cuando acariciaba los cabellos oscuros del contrario—.

—¿Por qué no? —JongUp se separó para verlo con una sonrisa, observando las facciones ajenas—. Usted es muy hermoso...sería el modelo perfecto para cualquiera... —Sus ojos recorrieron cada zona del rostro de su hyung. Todo era perfecto en él, sus ojos oscuros, sus labios rojizos...

—¿Interrumpo algo? —YongGuk abrió repentinamente la puerta del balcón de la habitación de HimChan, obligando a este y JongUp separarse en una fracción de segundo.

—Lo siento, me retiraré. —Moon casi se fue corriendo luego de hacer una reverencia al mayor de los tres. Rogaba al cielo que nadie haya notado lo rojizo que se habían tornado sus orejas así como su rostro—.

—¿Me pareció o...

—Cállate. Y dime a qué viniste. —HimChan muy serio prestó atención a unos planos que YongGuk traía consigo, aunque este último no podía borrar la sonrisa ladina tras ver a esos dos—.

Ya habrían transcurrido cinco semanas desde que JongUp se había instalado en la mansión de los Noir. Aunque era difícil para el ex muchachito de la calle todo había sido más fácil con HimChan siempre a su lado. A veces no lo veía en todo el día pero se daba el tiempo de verlo en la noche; hablaban hasta tarde incluso una vez durmieron juntos.

Pero con los demás miembros no le iba tan mal, se hablaba más con Zelo y YoungJae hasta le había comprado pizza. Y aunque los Bang también se habían mostrado amables, había algo que no le gustaba de ellos.

Hacía un día muy caluroso y el baño fresco que tomó Moon le cayó anillo al dedo. Sin siquiera cubrirse con toalla alguna, salió del baño a su habitación con el fin de buscar ropa interior limpia sin embargo vio a HimChan junto a su armario.

—¡Hyung! —En su desesperación de no reaccionar a tiempo para tapar sus partes nobles regresó corriendo al baño. Para su infortunio resbaló en el piso de este al estar por completo húmedo. Un alarido salió de sus labios. No pasó ni un segundo para ver a HimChan acercarse muy asustado.

—¡Uppie! —Lo vio tendido sobre el piso totalmente desnudo. Trató de desviar su mirada pero esos trazos masculinos sobre la piel morena de JongUp le nublaron los sentidos. Jamás en su vida había sentido tanta admiración por el cuerpo de un hombre.

—Hyung...no puedo moverme...m-me duele la espalda... —Moon sollozó, le dolía bastante la columna pero quería que la tierra se abriera y lo tragara ahora mismo. Estaba totalmente descubierto ante su hyung quien parecía hipnotizado—. HimChan reacción y tomó una de las toallas, cubrió la entrepierna del menor y lo cargó en brazos con mucho cuidado para no lastimarlo más. De esa manera lo acostó sobre su cama y llamó a Kwan, el médico oficial de Noir.

—¿Y estás seguro que no tuviste una erección? —YongGuk reía a carcajadas frente a HimChan quien cubría su acalorado rostro con ambas manos—. No sabía que tú y yo cojeábamos del mismo pie.

—¡Cállate! No me gustan los hombres. —HimChan se estaba arrepintiendo de haberle contando del accidente que había tenido su ángel—. Solo fue curiosidad...nunca había visto otro...que no sea el mío.

—Yo siento lo mismo cuando veo a mi Zelito desnudo, lo mismo que tú sentiste cuando viste a ese chiquillo. ¿Estás seguro que no eres de los míos? —El mayor de los Bang tenía que sobar su abdomen y es que le dolía de tanto reír—.

—Yo me largo. —HimChan se puso de pie muy frustrado, salió presuroso de la sala de reuniones cuando se topó con YoungJae. Este parecía haber corrido una maratón pues estaba sudado y con las ropas desacomodadas. — ¿Estás bien JaeJae?

—¿Yo? Si...—Lucía bastante nervioso y acalorado—. Ehm...yo...debo salir... —Pegó media vuelta y se perdió en uno de los pasillos. HimChan confundido siguió su camino, pero esta vez se encontró con DaeHyun quien sonreía tan amplio y a la vez acomodaba su cinturón—.

— ¡Himuchan! ¿Cómo te va? —Se acercó a abrazarlo para luego palmotear uno de sus hombros—. ¿De verdad viste al pequeño Moon como dios lo trajo al mundo?

—¡¡¿TÚ TAMBIÉN?!! —HimChan enfureció y fue a refugiarse a su cuarto a leer, dormir o lo que sea. No quería pensar en nada, además esta noche tenían una misión importante y debía estar concentrado al cien por ciento.

Por otra parte un angustiado JongUp intentaba concentrarse en sus lecciones. No podía borrar de su mente la forma en que HimChan lo había visto tendido sobre el piso. Muchos hombres lo habían visto ya en esa situación, pero la mirada de su hyung había sido diferente. Tenía algo que le daba escalofrío, pero no lo asustaba. El maestro Park le llamó la atención un par de veces al ver a su alumno tan ido.

—No vas mal pequeño, solo procura concentrarte más. —El maestro Park salió de la sala de estudio dejando a JongUp avergonzado y con muchas cosas que ordenar. HimChan le había prestado su estudio para que pueda tomar sus clases de pintura.

—¿Cómo vas con los pinceles Uppie? —Zelo apareció trayendo un maletín que lucía pesado—.

—Muy bien JungHonggie...¿qué es eso? —Preguntó muy curioso terminando ya de guardar sus carpetas de dibujo—.

—¿Esto? Nada que debas saber Uppie hyung. Son cosas de adultos. —Bromeó el más alto abriendo la maleta para mostrarle al curioso jovencito. Este casi se cae de bruces al contemplar todo tipo de armas. Eran pistolas y muchas cajas de balas—. Repito, cosas de adultos. —Cerró el maletín con el fin de ponerlo cerca del escritorio de HimChan—.

—¿Y tú sabes manejar todas esas cosas? — Moon salía junto a Zelo del estudio del jefe de Noir—. A mí también me gustaría...

—Que ni te oiga HimChan hyung, que hará de todo para que dejemos de hablar.

—Jun, tengo que volver al estudio; olvidé mis acuarelas...

—Te veo luego. Tengo que salir con Bang Hyung.

JongUp regresó presuroso a dicho estudio, tardó muy poco en encontrar su cajita de colores hasta que algo le llamó la atención. Uno de los cajones del estante estaba abierto. Con el corazón latiendo a mil por hora comenzó a revisar los archivos, uno por uno, hoja por hoja hasta encontrar lo que sospechaba.

Luego de media hora, el chiquillo estaba de vuelta en su habitación, con el rostro bañado en llanto, y con los puños apretados de rabia.

Feel The Fire (HimUp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora