Feel The Fire (HimUp)

Capítulo V: Mírame

—¿E-en serio crees que ni siquiera el perro voltea a verme? —YoungJae tuvo que perder miserablemente su orgullo para poder preguntar aquello que le tenía dando vueltas la cabeza.

—¿Para esto me haces venir? —Con una risa socarrona, DaeHyun se burlaba del otro quien contenía su puño para no golpear el rostro del moreno.

—Aunque no lo creas...me has ofendido...—YoungJae bajó la mirada, jamás se había mostrado así ante nadie pues jamás le habían herido de aquella manera.

El mayor de los dos cambió de expresión pues no creyó que una simple broma pudiera afectar tanto al joven Yoo. Ahora que lo analizaba YoungJae para nada era un chico simple, todo lo contrario era demasiado hermoso. Unas facciones delicadas y rasgos tan perfectos que enloquecería a cualquier mortal. Es más, sabía que hombres y mujeres pagarían el precio que sea con tal de tener a YoungJae como algo más que amigo, pero este jamás se percataría de aquello si solo tenía ojos para sus máquinas y computadoras, además de estar siempre de mal genio. Quizá por eso a DaeHyun no le interesaba tratarle con amabilidad si todo el tiempo Yoo echaba diablos por la boca y tenía fruncido el ceño.

—Si tan solo sonrieras más... —Susurró DaeHyun sin percatarse que hundido en todos sus pensamientos su vista se había quedado fija sobre los labios rosados del contrario.

—¡Qué demonios estás diciendo! —YoungJae se exaltó. Era el colmo. No solo DaeHyun lo había ofendido, si no que ahora se estaba burlando pero ¿por qué lo miraba de aquella manera?

—¡A eso me refiero idiota! Siempre estás de mal humor que ni tú mismo te das cuenta de lo atractivo que eres...—Al instante notó un rubor sobre las blancas mejillas de YoungJae. Aquello era un acontecimiento insólito. ¡Rayos! Se veía todavía más lindo...

—¿D-e verdad crees que soy atractivo? —Un totalmente apenado y sonrojado Jae preguntaba en voz baja y jugando torpemente con sus dedos.

—No estoy bromeando Youngjae...esta vez no...¿cómo no puedes darte cuenta de lo hermoso que eres? —Sin pensar en nada, puso dedos sobre la mejilla suave del otro, acariciando con total delicadeza—. Tu rostro parece el de un ángel...tus ojos son bellos...y tus labios...—El mayor ni enterado estaba que se había aproximado tanto a su compañero que sus respiraciones se entremezclaban, y cuando mencionó los labios ajenos no pudo evitar tocarlos con miedo, miedo de sentir un puño sobre su rostro. Jamás había sentido aquello.

—DaeHyun...—Los sentidos de YoungJae habían abandonado su cuerpo desde que sintió la cálida mano del otro sobre su rostro. Era la primera vez que este le mostraba amabilidad, una verdadera y muy tierna a decir verdad. Al tenerlo tan de cerca, admiró con devoción aquel lunar que el mayor tenía en el rostro. Era muy bello.

—¡YoungJae hyung! HimChannie lo necesita en su estudio... —La voz detrás de la puerta de JongUp sacó a ambos del trance que estaban viviendo. Al darse cuenta de su cercanía se separaron de golpe. Yoo salió de la sala de reuniones muy avergonzado, dejando atrás a un muy confundido DaeHyun.

Ʊ

—Eso quiere decir que tú y el señor Bang...

—Aish, no le digas señor Bang, no es viejo y sí. Estamos juntos. —Zelo con una sonrisa en el rostro le contaba a JongUp la clase de relación que tenía que YongGuk.

—Eso quiere decir que tú eres el pasivo...

—¡Caray JongUp! —El más alto cubría su rostro entre risas pues no quería que viera sus mejillas tan rojas como los tomates.

—El señor Bang parece muy serio y frío ¿es así contigo todo el tiempo?

—Claro que no. Tigrecito es muy lindo...—Un ataque de risa de JongUp le interrumpió y es que aquel mote del temeroso Bang le divirtió demasiado.

JunHong y Up se habían vuelto aún más cercanos en las últimas semanas y aunque HimChan no aprobaba aquella amistad al principio puesto que quería alejar lo más que podía a JongUp de sus negocios y a todo que lo implique, admitió que su pequeño ángel necesitaba amigos y pues Zelo era un amor de persona así que ¿Por qué no?

Y así esos pasaron toda la tarde del domingo, hablando, viendo películas y comiendo hasta el hartazgo. A veces Zelo no salía en ciertas misiones, por escueta orden de YongGuk.

Ʊ

—HimChan hyung...tengo miedo...

El mencionado abrió los ojos apenas y contempló el inocente rostro de JongUp, quien estaba de pie a lado de su cama, temblando y con una expresión angustiada.

—HimChan hyung, no me deje solo... —El jefe de Noir no dudó en acostar a su pequeño a su lado, arropándolo y acurrucándolo sobre su pecho. Los truenos retumbaban sobre la casa y la torrencial lluvia no tenía intenciones de detenerse.

—No te asustes ¿si? Ya pasará la tormenta. —La luz de los relámpagos le permitían contemplar los pequeños ojos contrarios, estaban brillando; derramando lágrimas.

—Siempre les tuve miedo, hacen que me sienta solo...no me deje solo por favor. No me aparte de su lado... —JongUp se abrazó más de HimChan escondiendo su rostro húmedo sobre su pecho, pudo escuchar el acelerado corazón de su mayor. Misteriosamente esos latidos mermaban su temor y le transmitían tranquilidad.

"No otra vez, no otra vez" decía HimChan para sus adentros pero algo de lo que no podía escapar. Tener a ese lindo jovencito tan cerca de él le emocionaba en demasía. "Eso no es normal, tonto. Te estás enamorando." Las palabras de su mejor amigo resonaban en su cabeza y no era para menos, a lo mejor tenía razón.

—HimChannie...yo...le quiero mucho... —Una tímida voz susurró sobre su piel. Moon se hallaba más calmado, hasta se encontraba feliz de estar entre los brazos de HimChan. Por unos segundos se imaginó estar tomando tomado de la mano de su hyung, acostados ambos sobre un diván mientras su mayor besaba su rostro de manera cariñosa; tal como había visto de casualidad a Bang y Zelo una noche estrellada. "Basta JongUp. Esas cosas no te pasan a ti". Sería demasiada suerte ya tener un lugar donde dormir y comer como para hallar un bonito amor.

—Y yo te quiero a ti mi pequeño Uppie...te quiero mucho... —HimChan se inclinó para besar la frente contraria pero en ese instante Up levanta el rostro para besar la barbilla de su hyung. Y la casualidad los unió. Ambos pares de labios se juntaron por vez primera de la manera más inocente y pura posible. El amor florecía en un par de corazones rotos.

Perdón por la demora, los bloqueos mentales y los deberes de la u me traen loca. Pero prepárense porque la historia se tornará aún más interesante.