Capítulo XX: Rewind

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Un niño pequeño de cinco años jugaba con un camioncito de madera bastante viejo pues le faltaba una ruedita. El niño era vigilado por su madre, una joven quien iba lavando ropa a montones, no le importaba que los químicos del detergente maltrataran su linda piel pues haría lo que fuera con tal de que a su pequeño hijo no le faltara un pan en la mesa. El humilde salario de gasfitero de su esposo no podía permitirles grandes lujos, pero al lavar ella la ropa de los vecinos ya podrían enviar al colegio a su pequeño JongUppie.

Y de nuevo se escuchaba el sonido de las balas, de autos chocando y de maleantes gritando improperios.

El pequeño miró asustado a su madre, ella con una sonrisa le tomó en brazos y lo llevó dentro de su pequeña casita.

—¿Recuerdas que te conté el otro día que los superhéroes salen los martes a las 3? ¡Pues adivina mi amor! ¡Volvieron a salir! Pero no los podemos ver porque si no pueden perder sus superpoderes así que...

—¡Debemos escondernos y taparnos los oídos! —. Gritó Uppie alzando las manos.

—Si corazón, además dentro de poco tu padre llegará—. La señora Moon abrazó a su pequeño, en su interior rogaba que esos criminales no ingresaran a su casa como lo hicieron en la casa de su vecina donde asesinaron al hijo mayor.

Eran conocidos los clanes de los Park, de los Bang y de los Kim. Famosos maleantes que se enfrentaban día a día por territorio en ese barrio de Gangdong pues en las noches, en esa pequeña área reinaba la venta de drogasy otras bajezas  humanas. Los vándalos se enfrentaban a puño limpio o a balazos. Gangdong de noche era tierra de nadie. Pero las familias que ahí vivían no podían hacer otra cosa que protegerse como podían, algunos habían escapado mientras que otros murieron injustamente por una bala perdida o porque los maleantes ingresaban a los humildes hogares a refugiarse o a robar.

—Mami ¿Ya se fueron los superhéroes? Tengo hambre...—. El pequeño JongUp se quejaba con un puchero, la señora Moon no hacía nada más que abrazar a su hijo. Habían pasado tres horas desde que los clanes no dejaban de enfrentarse, ya era mucho tiempo además el señor Moon ya estaba por regresar.

—Ya pronto mi pequeño, ¿qué tal si vamos cantando la canción del pequeño tiburón?

En ese momento se escuchó que un golpe tiró la puerta de la casa.

La señora Moon abrazó aún más a su pequeño, trataron de esconderse debajo de la cama. El miedo se apoderaba de su ser mientras que el infante solo se preguntaba por qué él y su madre jugaban a las escondidas a esas horas.

¡AQUÍ ESCONDIERON A LOS HAN! ¡ENCUÉNTRENLOS Y MÁTENLOS!

Hombres comenzaban a tirar las pequeñas cosas que poseían los Moon.

La joven madre aterrada, rezaba para que se fueran y no les hagan daño.

¡Qué hacen aquí! ¡Aquí no escondimos a nadie!—. Se escuchó la voz del padre de JongUp. Seguido a ello el sonido de un disparo retumbó en las paredes.

Las lágrimas no dejaban de brotar de los ojos de la señora Moon quien tapaba ahora las orejitas de su niño quien estaba asustado también.

¡Qué cobarde eres! ¿Tenías que matar a este pobre hombre?

Estúpido Kim, siempre queriendo hacer lo correcto.

Luego de varios tortuosos minutos esperando, por fin se pudo oír un silencio, pero madre e hijo no pudieron estar más equivocados.

Incendien la casa.

¡¡NO!! ¡No sabemos nada!. La señora Moon salió desesperada del escondite dejando al pequeñín aun escondido.

Feel The Fire (HimUp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora