Capítulo II: Luz de luna

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El chico miraba sus propias manos y de vez en vez a la ventana oscura del auto, solo veía algunas siluetas de personas y edificios pasar.

—Hyung, el maldito jefe de Loex no deja de preguntar por ti. Te cree muerto—El jovencito que conducía no dejaba de ver y mostrar un sonrisa amistosa a JongUp que iba sentado atrás junto a HimChan—.

—Todos me creen muerto. Si no fuera por este niño, sus sueños se habrían hecho realidad—El mayor miró sonriendo a Moon quien solo atinó a bajar la mirada—.

El humilde muchacho había aceptado irse con HimChan, este le había prometido que jamás lo involucraría en sus asuntos. Él viviría una vida decente, muy a parte de los negocios del jefe de Noir y haría lo que quisiera, estudiar, practicar deportes, lo que sea. JongUp lo pensó por un buen rato, incluso ya en el automóvil lo seguía pensando pues ya no quería vivir en la miseria, mendigar por unos centavos y hasta...vender su dignidad por un plato de comida; pero ¿sería lo correcto ser el protegido del jefe Kim? ¿De un criminal? ¿De un gángster? Era eso o ser miserable el resto de sus días, además él no sería como HimChan. Jamás.

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—Quiero que escuchen atentamente. Si no fuera por este chico, yo estaría muerto y ustedes huyendo como ratas para no ser encontrados por la policía, así que él será nuestro residente especial. Todos los empleados estarán a sus órdenes y ustedes, mis amigos no deben hablar sobre negocios o hacer las "cosas" cuando él esté presente. ¿Entendieron todos? —Se oyó un uniforme "sí" del grupo de personas reunidas alrededor de Kim.

Todos habían festejado al verlo entrar a la lujosa casa de Noir, lo primero que hizo el jefe fue ducharse y ponerse ropa elegante. Se veía más apuesto de esa manera. O eso pensaba JongUp que lo escuchaba a un costado, tan asustado como un cachorrito.

HimChan acompañó a un asustadizo Moon a su nueva habitación. Los ojos de éste se abrieron tan grandes al ver su cuarto, era más grande que su casucha y tan elegante, así como toda la mansión. Era como ver a HimChan en cada lugar; tenía su aura.

—Mañana saldrás a la ciudad y comprarás todo lo que quieras, toma un baño y le dices a la empleada que te prepare algo de comer.

El muchachito solo asintió. ¿Cómo es que ese hombre era tan bondadoso? Había escuchado tantas leyendas urbanas acerca de Kim, que era despiadado, que su maldad la había heredado de su familia de maleantes pero ahora que lo veía de cerca y con esa encantadora sonrisa, era difícil de creer en todas historias baratas. O tal vez sería bueno con él.

Al abrir uno de los estantes casi se cae de bruces ¡Un televisor solo para él solo!

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HimChan entraba con una gran sonrisa a la sala de reuniones, en su mente seguía repitiendo la expresión de asombro de JongUp al ver su habitación. Por alguna extraña razón adoraba darle sorpresas.

—¿Un protegido? ¿Eres idiota o te dieron un balazo en el cerebro y aun no te has dado cuenta? —Un muy molesto YongGuk empezaba a reclamar desde el sofá—.

—Si no fuera por él te tendrías que haber quedado a cargo y todo se habría al tacho. El amor te tiene tonto —HimChan se echó a reír al recibir la furiosa mirada de Guk.

—No, ya en serio hyung ¿Qué se supone que harás con él? —DaeHyun servía unos vasos de vodka a YoungJae y Zelo que recién iban llegando a la sala—.

—Cuidarlo y darle una vida más decente. Quien salva la vida del jefe de Noir se gana el cielo ¿verdad?

—A mí ni me diste las gracias cuando te salvé de la serpiente que te mordió en Manila —YoungJae se hacía al indignado al mismo tiempo en que los cinco estallaban de risa—.

—A lo mejor y es el último Noir para que seamos el sexteto perfecto...

—¡Ni lo sueñen! —Interrumpió HimChan a Zelo en voz muy alta— No quiero que vea el legado de maldad que heredé, quiero al menos proteger de esta escoria a alguien por única vez en mi vida.

Los 5 sujetos reunidos eran las cabezas principales de la banda criminal. HimChan por supuesto era el jefe máximo. Todos sus inferiores le tenían tanta lealtad y respeto pues era un hombre duro por fuera, tan recto, tan despiadado con sus enemigos. Era el jefe más respetado y temido de la zona de Corea, mas nadie sabía los demonios que llevaba dentro, demonios que carcomían su corazón de manera lenta. Pero el gran Kim no era tan brillante sin Bang YongGuk a su lado. Ese hombre era el verdadero villano y cerebro de Noir, siempre tan calculador y astuto. Su frialdad llegaba a helar la sangre a quien se atreviera a desafiarlo pero no era más que un ser humano y todos los humanos tienen una debilidad, el suyo era el amor hacia Zelo, el menor de todos. Con él era un manojo de sentimientos pero nadie más que Choi JungHong lo sabía. Solo él había llegado a conquistar ese negro corazón. YongGuk para él, era su todo, su ídolo, su dios, lo amaba y admiraba tanto, y así como él había descubierto el lado lindo del señor Bang, JunHong había aprendido a ser fuerte por él. Ya no era tan arrebatado e infantil como antes.

Todo lo contrario al hermano menor de Guk, Bang DaeHyun. Ese muchacho era un volcán de emociones. Siempre tan feliz y entusiasta, menos claro en las misiones de Noir. Todos ahí se convertían en otros seres. Excepto Yoo YoungJae, que mantenía su seria y fría personalidad siempre, es por eso que DaeHyun y YoungJae discutían en todo momento y peleaban de cualquier cosa. Todos habían llegado a pensar que se odiaban pues sus riñas eran tan absurdas y tontas algunas veces, aunque en los últimos meses las cosas habían mejorado. Al menos ya se saludaban.

Y esa era la familia más cercana de HimChan. No era de sangre, pero sí de juramento, de promesa. Los padres de HimChan y los de los hermanos Bang habían sido socios en el pasado; así que los hijos debían mantener esa herencia, herencia manchada de sangre y adornada con billetes y lujos.

Luego de planear la siguiente misión del equipo, todos se fueron a dormir, excepto HimChan quien se escabulló a la habitación de JongUp.

La luz de la luna bañaba toda la habitación de un azul hermoso, quizá por eso JongUp lucía más hermoso dormido. Kim se quedó admirando sus perfectos rasgos por un buen momento. Le haría ver a este chiquillo el lado hermoso de la vida. Lo cuidaría siempre. Le daría todo lo bueno, todo lo que no pude darle a su amada SunHwa, ni a su amada hermana HeeJin. Con esa promesa en el corazón, se fue a dormir, bañado también con la hermosa luz de luna.

Feel The Fire (HimUp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora