Capítulo IX: Empire

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  — Hemos desperdiciado tanto tiempo peleando, jamás creí que podíamos divertirnos tanto...— Un muy agitado DaeHyun respiraba lento para que el aire volviera a sus pulmones.

— Siento que me duele todo, y es tu culpa. — YoungJae con el rostro acalorado se quejaba al lado de su mayor.—  Deberíamos  hacerlo siempre ¿verdad?

  —Las veces que quieras JaeJae... —El moreno le dedicó una amplia sonrisa al chico que seguía tendido sobre la alfombra.

Ambos compañeros pasaron al rededor de dos horas jugando "Just Dance", tan competidores como siempre ninguno quería perder así que los retos continuaban sin parar, baile tras baile los amigos se comprendían mejor y formaban lazos más fuertes. Antes era burlas y bromas pesadas, pero ahora eran comidas juntos, tertulias que duraban toda la noche...sin embargo esos días de pereza llegaron a su fin. Tenían que estar de vuelta en Seúl a seguir con la oscura vida que eligieron, en el caso de DaeHyun; que heredó.

Camino a la mansión Noir el menor de los Bang se cuestionaba si en algún momento dejaría todo y viviría como lo hizo esos cuatro días en Busán. ¿Podría tener días hermosos, sin tener que huir de policías u otros maleantes? Aunque parecía imposible su corazón guardaba el más profundo deseo de casarse más adelante, encontrar a alguien tan hermoso como el chico que dormía sobre su hombro. El tren de Busán llegó a Seúl y con él llegó también un DaeHyun con muchas esperanzas para el futuro a lado de un adormilado YoungJae.



  — Cooper me informó que TS compró acciones de Starship, es decir que si no podemos seguir haciendo "negocios" con ellos. Tenemos que buscar otra empresa aduanera que nos acepte...

  — Por eso la mercancía del mes pasado no salió si no hasta ayer... — Zelo daba crédito a la información de YongGuk, ya que ellos se habían reunido con el gángster más peligroso de Queens, cuando estuvieron de paso en Nueva York.

  — Además me advirtió que cifremos nuestra data a una base de datos más privado...Starship no es el único que fue comprado por TS.  — YongGuk sorbió un poco de cognac, el amargo sabor recorrió su garganta. Aunque no era tan amargo comparado con la traición con aquellos socios que juraron lealtad a Noir alguna vez. Ahora se habían vendido por un fajo de billetes, siendo sus padres quienes ayudaron a esos miserables en el pasado, cuando no eran nada.

  — Todo tiene sentido ahora, por eso en Blinq interfirieron en nuestras comunicaciones y todo fue un fracaso. ¡Demonios! — YoungJae cerró su laptop de golpe, estaba enfurecido también. Con tanto esfuerzo había logrado crear un red privada de información exenta a ser rastreado por los satélites federales como para que un grupo de idiotas le echaran abajo el esfuerzo.

  —La misión de los diamantes es en dos semanas. Tenemos que hacer en catorce días lo que hicimos en meses...no podemos permitir que TS gane. Eso jamás. — HimChan desde el sillón principal maquinaba como debían trabajar. La misión que venía era de suma importancia. O o ganaban o ganabas.— DaeHyun, YoungJae; encárguense de cifrar la data, nadie más que nosotros puede saber lo que nosotros. —Ambos aceptaron gustosos, YoungJae no sentiría tan agotadora la idea si estaba su amigo junto a él.— Zelo y yo buscaremos rutas de acceso y mapas de Mokpo. Tenemos que saberlo todo para cuando lleguen los diamantes. Guk, tú eres el hombre de negocios...ya sabes qué hacer. —La ladina sonrisa del mayor de los Bang le transmitía tranquilidad a Kim, pues era señal de "Sabes que lo haré bien".

  — Ejem... ¿Cómo puedo ayudar yo? — Una tímida voz rompía con la seriedad de la reunión. Los cinco Noir habían olvidado casi por completo la presencia de JongUp quien no había hecho más que mirar y escuchar todo con absoluto interés. No quería perderse de nada, cada vez conocía más a los compañeros de HimChan, además de los negocios de estos; claro.

Feel The Fire (HimUp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora