Capítulo VII: Angel

391 55 16
                                    


—YoungJae dice que todo está bien, que tenemos el pase libre.

—Muy bien DaeHyun, HimChan irá con Zelo a recoger lo acordado, tú y yo lo cubrimos, el equipo de Jay cuida las entradas. Todo tiene que salir como planeamos—YongGuk repetía las instrucciones a través de los micrófonos inalámbricos que todo el equipo Noir llevaba.

—En caso de no poder salir yo, solo lárguense. ¡Vamos! ¡Vamos! —HimChan daba así por inicio la misión. YoungJae desde la apartada cabaña a unos kilómetros del castillo de donde se hallaba el equipo, estaría rastreando mapas y señales para advertirles un posible ataque de Xuan Yei o de algún otro, esa era su tarea. Era el cerebro de Noir.

HimChan y Zelo iría a verse con el jefe de Xuan Yei para que cumpliera el trato. Le proveería armas de última generación, nombres de sus enemigos en Seúl y protección en caso Noir tuviera que establecerse en la isla Blinq. Tenían que recorrer por una serie de pasadizos oscuros y cuartos misteriosos, estaban en un castillo abandonado, alguna vez le había pertenecido a un emperador muy rico pero ahora solo había silencio y penumbras.

En tanto los hermanos Bang cubrían cada entrada que el joven Yoo les anunciaba, este par tenían vista de águila y eran tan hábiles con las armas, por eso eran siempre los encargados de esa tarea.

—Noto una interferencia en la señal, esto no me gusta... —YoungJae sonaba preocupado. —HimChan, ve al pasillo de la izquierda, es el de la puerta dorada con...—Se escuchó un chirrido.

—¿Qué diablos fue eso? —DaeHyun vio con rostro de incredulidad a su hermano quien volteaba a cada rato, se oía algo extraño detrás de las paredes.

—Oh shit... —Se le escuchó a HimChan, luego de aquello se cortó la comunicación con él.

—¡¿Qué demonios pasa?! ¡HimChan! ¡Zelo! ¡Zelo! —YongGuk preguntó muy intrigado por la situación.

—Es una tramp... —La voz del menor de los Bang se apagó por otro corte. Esto no estaba bien, para nada bien.

—¡¿Maldita sea YoungJae que pasa?! —DaeHyun vociferaba, sacando de su bolsillo otra pistola, así tendría una en cada mano. No obtuvo respuesta, solo silencio. Pasaban interminables segundos viéndose a los ojos con el otro Bang, sin saber qué hacer hasta que una voz agitada y entrecortada por la interferencia de los micrófonos respondió, era el chico Yoo.

—¡LÁRGUENSE DE AQUÍ! ¡ME ESTÁN ATACANDO! ¡LÁRGUENSE!

—Jay, responde... —YongGuk le hizo señas para que junto a su hermano subieran un piso más, esperando a que el encargado del exterior le dijera algo.

—Bang hyung, Bang hyung, creo que es TS...al parecer atacaron a Young...hyung...—De nueva cuenta, se cortó la comunicación.

—Mierda, mierda ¿qué vamos a hacer? —Era la primera vez que atacaban a YoungJae, era la primera vez que DaeHyun sentía un miedo inexplicable, ni siquiera en las situaciones más difíciles de su vida se había sentido de esa manera.

—Vayamos por HimChan y Zelo, a ellos no los han atacado, tenemos que encontrar la manera de hallarlos...

—¡Solo te importa Zelo! ¡¡¿VERDAD?!! ¿Qué hay de Youngjae? —Dae gritó desesperado.

—¡Cierra la boca y sígueme! —Su hermano mayor lo tomó del brazo, así lo llevaría hasta el cuarto piso, su corazón le decía que su amigo y su amor estaban vivos.

De a pocos, la vista de ambos se acostumbraban a la oscuridad, no podían encender ninguna luz y era arriesga. Intentaron llamar a sus móviles, pero la seña estaba muerta. Así pasaron los 16 minutos más largos de sus vidas entre habitación y habitación, entre pasillos oscuros, de vez en cuando los rayos de la luna los iluminaba.

Feel The Fire (HimUp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora