Feel The Fire (HimUp)

Capítulo XVIII: Vendetta

—Va quedando todo listo Hyung. Ya hice las transferencias de dinero a mi nombre tal como me lo pediste. En unos días nos confirman la compra de nuestro departamento en Niza aunque ya deberíamos comprar ropa de invierno para cuando vivamos ahí. Todo va a salir perfecto mi HimChannie—. JongUp decía con una sonrisa de oreja a oreja cuando revisaba una lista desde su tablet, no había estado tan animado en siglos. El tan solo pensar que podría vivir junto a su amado en una ciudad de ensueño le hacía tener esperanza. Estaba seguro de que convencería al mayor de dejar Noir y vivir en Francia para siempre.

En tanto el jefe Kim se aseguraba de que cuando su adorado ángel se vaya del país sea capaz de vivir con todas la comodidades que tenía en la actualidad, incluso lejos velaría por su bienestar. Incluso si él moría lo cuidaría de donde quiera que vaya pues estaba poniendo casi toda su fortuna personal a nombre de Moon.

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—JongUppie ¿Ya estás listo para mañana?

—Claro que sí YongGuk hyung, siempre estoy listo.

—La verdad es que me ha sorprendido tu habilidad con las armas y lo rápido que aprendes—. YongGuk bebía un vaso de cognac mientras veía al sexto Noir leyendo tranquilamente en el sofá de la sala de reuniones.

—Es que usted no sabe quién soy, no sabe nada de mi pasado.

—Tienes toda la razón, nadie sabe. Me pregunto si HimChan también ignora eso...

La tensión en el ambiente cada vez se hacía más notoria.

—Claro que no, yo le confío todo a él así como el me confía todo a mí.

—¿También le confías las razones del por qué entras a escondidas a su oficina a rebuscar sus cosas?—. JongUp suspiró evidentemente fastidiado. —Te he visto muchas veces hacerlo, HimChan podría estar medio idiota pero yo no.

—¿Y por qué no va corriendo otra vez a contarle? ¿Será porque a usted ya no le confía tantas cosas como antes? ¿Será que sea quien fuera es a mí a quién creerá no importa qué? —. El menor se puso de pie y fue de camino a la salida con la tranquilidad que lo caracterizaba. —Tienes que aceptarlo hyung, después de HimChan soy yo quien tiene poder en Noir. Y cuando me case con él seré también el jefe. La era de los Bang ha terminado—. Una aterradora sonrisa dibujó su rostro. —Buenas noches YongGuk, disfruta tu bebida.

El mencionado se quedó mirándole fríamente analizando con detenimiento las atrevidas palabras del novio de su amigo.

JongUp en tanto caminaba triunfante a su habitación, todo estaba saliendo a pedir de boca. La fortuna de su novio a nombre suyo, un lujoso departamento en el cual viviría junto a él, el final de cierto apellido. Le daba pena Zelo pero así es la vida de cruel, y YoungJae... le daba igual, nunca había sido de su total agrado.

Ya todo estaba quedando listo para la última operación en Corea, las esmeraldas y otras piedras preciosas que valían miles de dólares, era una oportunidad de oro.

JongUp se hallaba tan feliz pues ya todo lo planeado antes de la operación había sido ejecutado. Solo quedaba esperar.

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—Pecesito, tú y yo debemos escaparnos solo los dos a otro lugar cuando los demás estén en Noir, te quiero solo para mí, absolutamente para mí.

—Pero en Osaka tenemos miles de cosas que hacer, aunque por otro lado...—. YoungJae ya no podía negarse a los ojitos brillosos que solía hacerle DaeHyun para pedirle algo. —Haremos lo que tú quieras ¿si mi Damchu?

Cada día ambos se sentían tan enamorados, ya no querían ocultar su amor ni un segundo más.

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