Capítulo 7: Mi Jealou...

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El miedo se convierte en pavor, no solo soy un clon, también soy una especie de experimento, un "eso" que considera el científico y ahora voy a perder nuevamente mi identidad porque planea borrármelo de mi sistema. No recordaré lo que he descubierto y mis esperanzas solo quedan en mi marido que resulta ser que no lo es.

Pido ayuda, ruego por auxilio y él...

Levanta su arma, le dispara a Fraizer, que termina herido en su brazo, cayendo al suelo con la jeringa, Jealou se gira y comienza a desatarme.

―Vámonos, rápido. ―Me ayuda a levantarme y salir al pasillo, luego mira a ambos lados, asegurándose de que no venga ningún guardia―. ¡Por aquí! ―Me guía por el camino más seguro, entonces nos ocultamos en una esquina cuando alguien se acerca―. Silencio ―expresa concentrado, espiando al individuo.

Se comporta como todo un oficial.

Mi corazón se acelera nuevamente y a la vez me siento tan confundida, no soy la verdadera Linsday, aunque si lo fuera, este es del Jealou que me hubiera enamorado. Los recuerdos de ella están en mi mente, pero siento lo mismo, me siento esa persona ¿Acaso está mal? Puedo ver a ese hombre protector, que se preocupa por las personas incondicionalmente, renegando a la injusticia a todo momento. Esa es una de las razones, por las que la real, se había enamorado de él y por lo cual, siento lo mismo en este mismísimo instante. No puedo evitar sentir atracción cuando se comporta así.

―Gracias ―digo en un susurro.

Me observa y noto como le duele.

―Eres una más que tiene su rostro, pero la única que es... ―Mira al costado de nuevo―. Tan idéntica a ella.

―Por eso A7. ―Me lo pienso. A1 es la verdadera, la que vi en ese cuarto. De solo recordarlo me da escalofríos, el virus la consumió―. Entonces... ¿Hay otras cinco?

―No, están muertas. Las primeras dos murieron por el virus, la tercera se suicidó, por eso decidimos atarles las manos, ya que la cuarta también lo intentó, pero murió a los tres días, al igual que la quinta, incluso aunque erradicamos la enfermedad en ellas. ―Hace una pausa―. Hasta que llegaste tú... y el milagro del robo del ADN extraterrestre.

―El componente de Ethark.

―Sí, ya cuando todo se había acabado, la esperanza estaba perdida y no quedaba más que esperar el fin de la humanidad, entonces despertaste.

―El fin de la humanidad... ―repito pensativa―. Aunque ciertamente no me consideran una de ustedes. ―Frunzo el ceño.

―Ignora las palabras de Fraizer, es un imbécil ―exclama indignado y me río―. ¿Qué pasa? ―Me mira confundido.

―No sé, es como que ahora que sé la verdad, siento que te comportas como tú mismo ―expreso aliviada―. Y me agrada.

Vuelve a mirarme con tristeza.

―Me partes al medio ―aclara lo que siente, tan sincero, como el que debería ser.

Mi Jealou.

Corremos a través de los pasillos cuando cree que estamos seguros, veo como se encarga de los guardias y seguimos avanzando. Pronto estaremos fuera y no sé lo que va a pasar desde ahora, ya que sé quién no soy realmente.

Toco mi vientre mientras avanzamos. Mi bebé también es un clon, somos idénticos, quiero protegerlo de cualquier manera. Ese sentimiento sigue intacto, sea quien sea yo.

Pero tengo una dura existencial ¿Quién es el padre?

Tenemos ADN de Ethark, pero el bebé ha sido clonado del verdadero, que tiene ADN de Jealou. Estoy confundida, todo lo de la conexión y lo que soy un clon, me ha mareado por completo ¿Por qué me estoy planteando esto? El bebé no tiene nada que ver con el extraterrestre, ¿o sí?

Salgo de mis pensamientos cuando nos interceptan y estamos a punto de llegar a la salida.

―Maldición, son muchos ―se queja el castaño cuando estamos rodeados y no es para menos, son como diez.

La puerta se abre y visualizo al líder de HimnoVida entrar.

―Que decepción, Jealou, pensé que teníamos un trato.

―Los tratos pueden romperse.

―Ya que te necesito todavía, te perdonaré la vida. ―Sonríe con malicia.

―Qué clase de jefe condena a muerte, usted es un corrupto ―opino cansada de esta injusticia.

―Nunca dije lo contrario.

Chasquea los dedos, neutralizan a Jealou, lo golpean y lo dejan atado en el suelo. No llego ni a gritar su nombre que siento un pañuelo sobre mis fosas respiratorias, tanto boca como nariz están tapadas y terminan por adormecerme con el líquido impregnado en la tela.

~~~

Abro los ojos, me encuentro en una especie de clínica, no sé dónde estoy realmente, solo que veo a mi marido mirarme con tristeza, tiene un chichón en la cabeza, pero no logro entender el por qué o quién pudo haberlo lastimado. Me mantengo confundida en aquella cama, entonces agarra mi mano y siento su calidez.

―Lo siento mucho.

―¿Por qué te disculpas, Jealou? ―Miro el lugar―. ¿Está todo bien? ―Toco mi vientre―. ¿Nuestro hijo está bien? ―digo preocupada comenzando a alarmarme.

La puerta se abre y visualizo al líder de HimnoVida entrar. Nunca lo había visto en persona, pero es tan extraño, siento como si lo hubiera hecho hace tan solo un rato, aunque eso es imposible.

Responde a mi pregunta, sin embargo preferiría que no, ya que eso no me gusta en absoluto, no pedí que él fuera el que contestara.

―Está todo bien, ahora debes anunciar que la raza humana se salvará. Es un honor importantísimo, ¿no te parece?

Siento como si me hubieran dejado un vacío en el cerebro, pero también como si realmente no lo hubiera perdido. Es tan extraño, pues me siento completamente diferente.

¿Qué será?

Jealou es el mismo, pero bajo mi vista y tiene un brazalete, no sé qué es con exactitud, pero esa tecnología no me genera confianza. Ignoro a Uriseth y me quedo tildada observando a mi marido, sacando lo que sale dentro de mí, sin ninguna importancia de lo de alrededor.

―¿Qué te hicieron? 

___

Linsday perdió la memoria como los malos querían D:!!!

Jealou se puso de nuestra parte, pero salio perdiendo :"(

Y hace dos capítulos que no vemos a Ethark xD

Atte: Vivi.

LinsdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora