Capítulo 11: Mi fantasía...

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La nave alienígena es tan extraña y diferente, sin embargo no tengo miedo, me siento como si estuviera en casa. Miro la mano de Ethark mientras caminamos, me hace sentir segura. No soy humana, no soy extraterrestre, pero es un sentimiento cálido. Es como si quisiera no soltar sus dedos nunca más. Por y para siempre, así, de este modo.

Salgo de mi fantasía cuando oigo a Uriseth en la pantalla.

―Teníamos un trato, Ilarium. Podías llevarte a la mujer, cuando naciera el bebé ¿Acaso ustedes no respetan las reglas?

―Somos pacíficos y respetamos toda regla, ustedes son los únicos destructivos ―responde uno de los extraterrestres presentes―. ¿O acaso olvidan que atacaron a uno de nuestros herederos?

―Entiendo su preocupación, comandante Dartehi, pero creí que ese tema ya estaba más que arreglado.

―Y lo está, como dije, somos pacíficos, pero no pueden exigirnos nada en la posición que se pusieron. Los soberanos de Ilarium Set1, se encuentran muy molestos con el ataque a su hijo. Sobrevolamos alrededor de la tierra, no hemos huido, así que quédese tranquilo. ―Le corta la comunicación y se gira a ver a Ethark―. No has dicho nada ―acota.

―Dartehi, no estoy de acuerdo. ―Mi corazón da un vuelco cuando dice eso y toco mi vientre, mientras siento mis mejillas arder, por lo tanto Ethark me mira sonriente―. Linsday debe criar a su hijo.

―Pero ese no es el trato, príncipe ―aclara―. Pueden tener otros hijos.

Frunce el ceño.

―No voy a ceder.

El comandante suspira y luego me observa molesto.

―Hablaremos de "eso" después. ―Veo como se retira irritado.

Otro que me llama "eso", no soy una cosa, qué malas personas o mejor dicho extraterrestres, pero el doctor Fraizer también me llamó así. Son unos discriminadores en todas partes.

―Acompáñame a otro lugar ―me aclara y lo sigo.

Caminamos, y en un pasillo muy angosto, le da dos golpecitos a una puerta de un color extraño y forma pajosa.

―No te vayas a asustar, a la Dra. Seta no le gusta camuflarse, incluso aunque se lo haya pedido amablemente.

Mis ojos se abren en grande por la sorpresa, voy a ver un Ilarium de verdad. Qué nervios, es algo inimaginable. Presiono la mano de Ethark con fuerza. La compuerta se abre y pasamos, entonces visualizo a la "mujer".

Sus ojos son enormes, al igual que sus pupilas, aunque la forma de la cara casi es como la nuestra, tiene cabello, pero es de un color verdoso, su piel es gris, su nariz y boca son pequeñas. Es extraña y muy alta. Me sobresalto cuando camina hacia mí, no tiene rodillas o más bien, es que sus piernas son dobladas hacia atrás, como si fuera un dinosaurio, pero menos robusto.

Miro las piernas derechas de Ethark como humano en ese camuflaje, eso quiere decir que está siendo apretado por este. Eso debe doler, ¿o no?

Pobrecito.

Me percato de que la mujer ya está delante de mí, me siento tan rara y pequeña al lado de ella. También usa ropa y le queda realmente bien. Levanto una ceja cuando veo una cola larga detrás.

―¿Tú tienes eso? ―le pregunto sorprendida a Ethark.

Él se ríe.

―No, solo las hembras tienen cola.

―¿Y para qué sirve? ―digo confundida.

―Para el equilibrio, saltar en lugares altos ―responde Seta―, y enseñarle unas cuantas cosas al macho. ―Me guiña.

―Vale, ya me confundí más ¿Por qué estamos aquí?

―Pues... ―Ethark me mira con sus ojos celestes, sonriente―. Primero, que te revise para ver si todo está bien y después, bueno, tengo que preguntar algunas cosas ―exclama avergonzado.

Me muerdo el labio inferior. Él habla de sexo ¿Es tan fácil leer su mente? Todavía no me acostumbro. Puedo ver una imagen algo borrosa, pero él es algo diferente, en este flash que aparece en mi cabeza.

Claro ¿Es su forma verdadera, no? No es tan distinta.

La doctora me revisa, está muy calmada, sus utensilios son fáciles de distinguir. Ella es agradable, es como que ya me acostumbré a su aspecto, hasta podría decir que es linda.

Raro, pero cierto.

―Señorita Seta ¿Tiene muchos pretendientes? ―pregunto sin titubear.

Ella se ríe.

―Los pretendientes no existen en Ilarium, todos tenemos pareja.

―¿De verdad? ―Me sorprendo―. ¿No son impares? Qué extraño. ―Lo señalo―. ¿Y Ethark no tiene? ―Está mirando unos papeles, levanta la vista, me sonríe y me sonrojo―. Digo, una chica de su raza, por mi culpa quizás alguien se quedó sin pareja ―opino.

―La genética es perfecta, solo intercambiamos ADN con nuestra pareja, no hay otra Ilarium, solo eres tú. Una vez que se conecten, nada podrá separarlos. Si tú o él mueren, no habrá otra pareja, ese es el ciclo. El ADN ya eligió. ―Se lo piensa―. O en este caso, los humanos, pero tampoco es tan así.

―Pero si a Ethark no le hubieran quitado el componente, ¿quién sería su pareja? ―expreso curiosa.

―No soy científica, cariño, solo doctora. ―Se ríe―. Pero algo te puedo decir, ustedes están hechos el uno para el otro. ―Sonríe amigablemente―. Incluso aunque tú parezcas distinta, ya que en realidad, eres tan igual, que ni yo misma podría imaginármelo. ―Camina hasta Ethark y le saca el papel―. Es el ADN, y deja de jugar, ya es hora de que hagas lo que debes hacer. ―Le pega en la cabeza―. ¡Deja esa inseguridad y compórtate como un macho!

―¡Auch! ―chilla―. Vale, pero... ¿Acaso eres mi madre o qué? ―Él se ríe y ella apunta a la puerta―. ¡Ve a conectarte con ella, ahora! ―ordena.

―¿Ahora? ―Se sonroja.

―Sí, ve a la habitación y haz lo que tienes que hacer. No hay forma de que la lastimes, es tu compañera, sea de la raza que sea. Así que deja de buscar información y atiende a tu hembra.

―Lo haces ver como si fuera un desconsiderado. ―Hace puchero.

Ethark cada vez más me parece un niño tierno y adorable. Tiene su toque dominante, pero a la vez es tan lindo.

Me toco el vientre nuevamente: «Hola, bebé, mami está alegre».

Hay una conexión por aquí también, la siento. Lo mejor, es que Seta ha dicho que está en excelente estado. No puedo estar más que feliz.

Realmente parece una fantasía.

De repente se oye una explosión y la nave tiembla.

―¡¡Príncipe!! ―La puerta se abre sin previo aviso y un extraterrestre sale a dar un comunicado aterrador―. ¡¡Los humanos nos están atacando!!

―¡¿Pero qué rayos?! ―Se sorprende Ethark―. ¡¿Se han vuelto locos?!

Se escucha otra explosión y chillo. Me abrazo a mi vientre cuando otro extraterrestre viene a dar un peor aviso.

―Han dado en el motor, nos vamos a estrellar. 

LinsdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora