Capítulo 15: Mi bebé...

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Nos fundimos en uno solo y siento una extraña electricidad en mí. El cuerpo de Ethark es tan cálido. Lo abrazo, así que noto que mis venas se tornan en un azul fluorescente, están brillando. Lo sé en todo mi ser, es la conexión.

Mi cuerpo quiere estar pegado al suyo para siempre.

No hay dolor, solo placer y un sentimiento de paz. Ciertamente es diferente, es una hermosa sensación.

Al terminar, veo como Ethark comienza a vestir a su camuflaje. No he visto su forma de extraterrestre, pero aseguro que la sentí por completo. Ahora que hemos finalizado nuestra conexión, veo todo con más claridad. Nuestra mente es como una sola y nos trasmitimos todo en tan solo un segundo.

Para mí es mágico, aunque solo se trate del ADN.

Ahora lo deseo más que antes, estoy perpleja por mis emociones, pero no puedo ni quiero evitarlas, es la sensación más agradable que he sentido en toda mi corta vida.

―Eres tímido. ―Me abrazo a las sábanas―. En tu interior eres tan... adorable. ―Me río―. No deberías ocultar esa faceta tuya.

Me sonríe y se sienta a mi lado.

―¿No te gusta el chico rudo? ―Mueve las cejas.

―Qué tonto. ―Vuelvo a reír―. Te muestras tan serio cuando hablas, pero por dentro eres un amor ―opino.

―Es porque ahora sabes lo que pienso. ―Se acerca a mi rostro y me da un leve beso―. Por completo.

―Sí, y tú sabes lo que pienso yo.

―Debo admitir que eres muy confusa. ―Intenta provocarme, pero solo me hace reír más.

―Sí, lo sé, soy rara. ―Continúo sonriendo.

―Y hermosa. ―Me vuelve a besar, aunque esta vez con más intensidad, me deja con las ganas cuando se separa―. Ven, vamos. ―Ofrece su mano―. Vístete y asegurémonos de que todo esté bien.

Asiento y comienzo a vestirme.

Al salir de la cueva, vemos naves Ilarium sobrevolando la Tierra. Tanto él como yo nos sorprendemos de esta acción.

―Esto parece completamente diferente a la ayuda que pedimos ―opina Ethark―. Será...

―¡¿Qué comienza una guerra?! ―lo interrumpo completando la frase que vi en su mente, viendo que su teoría no parece tan alejada.

―Si va a haber una invasión, será mejor que vaya a hablar con ellos, antes que esto se convierta en catástrofe ―aclara Ethark y comienza a caminar hacia adelante, aumentando sus pasos rápidamente.

Lo sigo, pero repentinamente me detengo. Un dolor irrumpe en mi estómago, llegando hasta más abajo. Toco mi vientre y me agacho adolorida.

―Espera.

Él se detiene.

―¡Linsday! ―Viene en mi auxilio.

―¿Qué ocurre? ―pregunto confundida.

―Se está comunicando. ―Posa su oreja en mi enorme panza―. ¿Qué pasa, pequeña?

Me sonrojo, sorprendiéndome.

―¿La entiendes?

Se ríe.

―No exactamente. ―Pone su mano en mi vientre y este brilla como con las venas de antes―. Espera un poco ―le dice él a ella y el dolor cesa.

―¿Seguro que no la entiendes? ―cuestiono mientras me da las manos para levantarme lentamente―. Eso sonó a que sí.

―No. ―Vuelve a reír―. Tiene que ver con el ADN, solo disminuí su fluidez para que no se adelante.

―¿Qué quieres decir? ―Ladeo la cabeza, confundida.

―Tú lo sabes. ―Señala mi vientre a pocos centímetros―. Solo siéntelo.

Toco mi panza, despacio.

―¿Viene? Pero... ¿No es pronto? ―pregunto intrigada.

―No para un Ilarium. ―Niega con la cabeza y sonríe―. Además... ―exclama avergonzado―. El ADN ha fluido de más, hace poco.

Me sonrojo.

―Ya... ya veo, más ADN, más rápido crece.

Me guiña.

―Exacto. Ahora vamos. ―Me ofrece su mano y la agarro.

Nos dirigimos a reunirnos con los demás.

~~~

Una vez encontramos a Dartehi, a Seta y a los demás de la tripulación de la nave Ilarium que, con anterioridad se estrelló, nos preparamos para encontrarnos con los de la invasión, pero antes Ethark vuelve a pedirle a la doctora que me revise.

Tan dedicado y atento.

―Tiene razón ―dice la Dra. Seta―. No falta mucho para el parto. ―Luego hace una risilla―. Estuvieron muy animados, ¿cierto?

―¡¡Seta!! ―le recriminamos los dos juntos, al mismo tiempo, como si estuviéramos sincronizados.

―¿Qué? ―Se ríe de nuevo ella―. Es la verdad, pero no debiste haberlo frenado ―lo reta a mi compañero.

Él bufa.

―No es momento de tener un parto.

Se lo piensa.

―Quizás, pero mejor habrá que tenerlo, imagina si estamos en una situación de riesgo y justo el ADN aumenta. Eso sí sería más peligroso.

―O sea... ¿Qué debo parir? ―pregunto―. ¿Y cómo hago eso? Digo, el momento ya pasó.

―No pasó, querida, solo Ethark lo detuvo. Él puede volverlo a activar. ―Se ríe―. Como un interruptor, solo agregando ADN.

Quedo tildada un segundo. Esperen... ¡¿Voy a parir?!

___

Sí, mija, vas a parir JAJAJA

LinsdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora