Hemos llegado a un lugar apartado de HimnoVida, tiene que ver con una de las bases del ejército, no sé qué hacemos aquí, pero no debe ser nada bueno. El vehículo enorme nos traslada por un camino, hasta que su compuerta se abre, haciéndonos entrar a una jaula de vidrios. Ahora estamos encerrados en esta.
Ethark camina de un lado a otro, revisando cómo salir, mientras Jealou se mantiene sentado, observándolo con el ceño fruncido, por mi parte me quedo quieta y parada, expectante de lo que pueda suceder.
El castaño se levanta y se acerca al extraterrestre, eso no me trae una buena sensación ¿O en realidad es por qué a Ethark le molesta? Sí, esa es la verdad. Puedo sentir su molestia y se la aguanta solo por mí.
―Es un material anti-extraterrestre, pero tiene sus puntos débiles ―explica Jealou y me acerco hasta él―. Estoy seguro de que puedes romperlo, más siendo tu estirpe de alto rango.
Sus ojos celestes miran fijo el vidrio.
―¿Dónde?
―¿Puede? ―pregunto yo.
―Es probable ―responde el castaño y señala un punto―. Justo aquí, pero debe ser preciso y sin error.
Ethark se mantiene serio y se mira la mano.
―Lo intentaré. ―Presiona su palma con fuerza, volviéndola morada, lo que provoca que sus dedos dejen salir su verdadera piel sobre las puntas―. Necesitaré ser lo más auténtico posible. ―Sonríe y termina por quitarse el camuflaje de su mano.
Unas uñas puntiagudas se forman debajo, de una cualidad tan natural y curiosa. Hace un movimiento rápido, entonces corta el vidrio de una manera correcta. Logramos salir y Jealou nos guía por el camino más seguro, mientras Ethark acomoda su mano nuevamente, en el trascurso del recorrido.
Nos detenemos en la salida y me doy cuenta de que "mi marido" no nos sigue, así que me detengo a preguntarle.
―¿No vienes?
―Será mejor que no.
―Pero... ―Me preocupo―. ¿Y si te atrapan?
―Tú tranquila, tengo aliados.
Luego de que dice aquello, asiento y me voy con Ethark. Esto es tan complicado, pero es su decisión, no puedo interferir.
Mi compañero se comunica con Seta y al fin nos reunimos con los demás. Todo parece calmado por ahora.
―¿Qué debemos hacer? ―expresa el príncipe.
―Esperar a que venga una nave para recogernos ―aclara el comándate Dartehi.
―Encontremos un refugio mientras tanto ―aclara la extraterrestre femenina, luego mira a Ethark―. ¿Qué te ocurre?
Presiento su preocupación.
―Linsday ha sido herida por mi culpa. ―Me mira con esos bellos ojos celestes―. Lo siento mucho, no ha sido mi intención.
―No... no te preocupes. ―Me sonrojo.
―¿A qué te refieres? Yo la veo en excelente estado ―interviene Seta.
―Cuando me golpearon, ella fue herida por la conexión ―explica―. Me preocupa, deberías revisarla.
―¡En absoluto! ―lo reprende―. Ya te dije lo que tenías que hacer para quitar esos miedos. ―Se cruza de brazos―. Pero si no me haces caso, ¿qué le puedo hacer yo? ―Mueve los hombros en señal de indignación.
―¿Es un chiste, Seta? No es momento de pensar en sexo.
―¡Claro que sí! Cuánto más rápido, mejor. ―Se ríe y mira a Dartehi―. Encuentra dos refugios y terminemos con esto. ―El comandante rueda los ojos, pero luego asiente―. ¡Bien! Hora de mover esos músculos.
~~~
Rato después me encuentro en una cueva, sola con Ethark. Él tira una manta grande al suelo y la acomoda para que esté perfecta. De un momento a otro, no sé qué hace, pero presiona una especie de combinación y este pequeño objeto se convierte en un colchón cómodo. Una tecnología parecida a los campamentos humanos, qué interesante. Solo que nosotros tardamos más en agregar unos datos para que eso ocurra.
Me hace una señal cuando se sienta, entonces tímidamente me acerco hasta él. Me ofrece su mano y ahora estoy sobre su regazo.
―Estás nerviosa ―afirma lo que ve que siento―. Hubiera preferido otro lugar, pero...
―No importa ―lo interrumpo―. Además... ―Muevo un mechón de mi cabello oscuro tras mi oreja―. Ese no es el problema, es solo que... ―Siento mis mejillas arder―. Eres un extraterrestre, yo no sé lo que soy y resulta que extrañamente, aunque nunca lo pasé, tengo un recuerdo de mi primera vez algo doloroso y volver a pasar por lo mismo, me estresa.
―Al ser un clon, todos tus tejidos son como los de un bebé, es normal que tu cuerpo sea de esta manera. ―Acaricia mi cabello―. No debes preocuparte, eres mi compañera y eso lo hace muy diferente a cualquier otra primera vez. ―Me besa―. Será completamente distinto. ―Toca mi vientre―. Además, ella no se enojará.
Me sonrojo.
―¿Qué? ¿Cómo sabes que es un ella y no un él?
Apoya la cabeza en mi enorme panza.
―También tengo una conexión aquí, aunque es algo diferente a la nuestra. Es muy bonita, ya quiero conocerla.
Sonrío.
―Y yo. ―Me besa y le correspondo.
Su mano pasa bajo mi vestido y me acaricia de una manera esplendorosa. Su boca pasa por mi cuello, mi clavícula y mucho más. Es el paraíso de la seducción. Es tan mágico y bonito. Sus dedos son la gloria.
Quiero tocar, pero no sé el qué, solo me dejo llevar por las buenas sensaciones, mi compañero sabe lo que quiero y lo disfruta de esta manera.
La conexión aumenta, siento como fluye. Me quita la ropa interior y quedo desnuda sobre él. Sus caricias son constantes y placenteras. Me pierdo en esta unión que nos une más y más. Mi mente ha quedado en blanco, así que solo puedo pensar en que me posea, olvidando los nervios del principio.
―Ethark, ya estoy lista ―le aclaro.
―Lo sé. ―Me besa nuevamente con fervor y deseo. Nuestras lenguas no quieren separarse, por lo tanto ya no queda más nada que fundirnos en uno solo. Esto es un suplicio, no puedo esperar más.
Quiero ser completamente suya y al fin ha llegado el momento.
Él será Mi Ethark.
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Linsday
Sci-fiLinsday está interesada en un enigmático y atractivo extraterrestre, pero hay varios problemas con eso: • Está casada. • También embarazada. • Hay un virus letal que mata a los bebés. • Todos le mienten. ¿En quién puede confiar? ••• Año 4000. Linsda...