Capítulo 15 - "Conociendo a una arpía"

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—De entre todas las minímas cosas que aborrezco— Me fulmina con la mirada— Es la impuntualidad.

Al escuchar la palabra "mínima" quise reír sarcásticamente. Pero si éste hombre se quejaba y aborrecía todo a su alrededor.

Apoyo mi hombro al marco de la puerta mirándolo con aburrimiento.

—Ni siquiera es algo entendible como cinco o incluso hasta diez minutos— escupe—. ¡Llevas media hora de atraso, Dios!

—Tuve un problema para llegar— respondo regalándole una sonrisa forzada.— Amanecí revisando los resúmenes, con más de cien tazas de café en mano. Además de eso, mire esto— señalo mis pronunciadas ojeras—. ¿No es castigo suficiente?

—Ese no es mi problema, señorita Wells— se acerca más aquel odiado hombre flacuchento—. Quiero que vaya al rectorado. Si deciden o no tomar en cuenta su trabajo, ya es decisión suya. Retírese.  

Con un suspiro desganado salgo del aula a paso lento tarareando una canción que se quedó en mi mente desde esta mañana. No tengo ni la más remota idea de que es lo que dice la letra, pues es más rápida que las melodías de Eminem.

Al girar sobre las escaleras mis pies se detienen de un frenazo. 

En uno de los cuartecillos debajo de la escalera camino al tercer piso presencio a James.
Sí, el mismo misterioso y posible intruso de ayer/hoy en mi casa. No se molesta en percatarse si alguien lo mira —como en este caso, yo—, ya que se está liando con la que creo que es una de las novias de Ethan.
La chica levanta su delgada pierna hasta ubicarla a la altura de la cintura del muchacho, mientras el con descaro tiene ocupadas las manos en su trasero.

No puedo quitar el asco de mi ser. ¿Cómo puede ser posible que se compartan a las tipas entre ellos? ¿Ethan hará lo mismos espectáculos con las novias del otro?

Me da náuseas tan sólo la idea de que Lindsay pueda estar llena de ilusiones acerca de este idiota.

—Hey— Una mano pellizca mi hombro, haciendo que me encoja en mi propio puesto.

¡Demonios!

—Hola— enarco las cejas—. ¿Por qué no estás en clases?

Ladéa su cabeza, sonriendo. —Es muy temprano, y me duele la cabeza para escuchar hablar sobre la evolución de las iguanas. ¿No crees?

—Pues...— Antes de entregarle una respuesta, lleva su mirada por encima de mi minúscula figura hacia la escalera. Ha visto todo.

A grandes zancadas se dirige donde se encuentran los dos "apasionados amantes". Con una sola patada, muele la cerradura de la puerta que cede a su golpe. Saca a punta de jalones a James, quien parece estar sumamente cabreado contra su amigo por irrumpir en su conquista. 

Mi cabeza da vueltas, y es cuando me hago la pregunta. ¿Qué es lo que realmente pasa aquí?

Ethan empieza a golpear a James sin ningún miramiento; como si no le importase matarlo, pues realizaría una fiesta sobre su tumba si lo consiguiera. James tampoco se deja, responde uno a uno a sus golpes pero igual no es capaz de superarlo.
La muchacha reaparece en la escena halando de la chaqueta de James con una mano, y cerrándose los botones de su blusa con la otra. De su parte, recibe un manotazo en el pecho, tan fuerte que su delgada figura aterriza sobre su trasero metros más allá.

Corro hacia donde está la rubia, para ayudarla a reincorporarse. Ésta para mi sorpresa me empuja y vuelve a insistir en la pelea de los chicos.

—¡Lárgate!— le grita Ethan a ella. O quizás sea a mi, la verdad no lo sé. Pero ella necia ante las advertencias sigue insistiendo en ayudar al otro.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2017 ⏰

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