-¿Que si Lucas es un buen hombre? -Sofia repite la pregunta que le ha hecho el abogado de Melani-. Vaya que si lo es, estaba con mi amigo Hector cuando de repente llega él y nos pusimos ha hacer tonterías. La verdad es que echamos unas buenas risas.
-Lucas es un buen hombre -responde tímidamente Tina-. Hicimos una fiesta de pijamas y nuestro amigo se sentía muy triste, así que la psicóloga llamó a Lucas y la noche fue de lo más, sobretodo al verlos reconciliarse. El amor puede con todo.
-Si no fuera por Lucas, no habría tenido un trabajo en el que conoces a todo el mundo entre risas y demás -responde esta vez Stacy, mi empleada-. Incluso le dio trabajo a mi hermano, son buenos amigos y se apoyan.
-Lucas siempre me ayudó en el instituto -responde Claudio-. Incluso hoy en día me ayuda a ser mejor con el negocio. Estamos felices de haber construido algo juntos.
-Lucas es como mi hermano mayor, solo que no es familia -me sorprende que hayan llamado al estrado a Cleo-. Siempre me compra chucherías, jugamos a la consola y, cuando Aron viene, se lía parda.
-¿A qué te refieres? -pregunta.
-Pues es como una explosión de locura. Es genial -sus últimas palabras llevadas con risas.
-Parece que vas a ganar -me susurra mi abogada-. He notado cómo cuchichean los jurados entre ellos, seguro están pensando que es mejor que te den a ti la custodia que a ella. La tenemos ganada.
-Eso espero, sino, esto habrá sido en vano.
-Tranquilo, es imposible que perdamos.
El tiempo pasa y dejan de poner en esa silla a toda la gente que conozco, a todos mis amigos. Mis padres siguen mirando todo esto, sin descanso alguno. Mi padre solo mira el móvil, ignorando mi existencia, y mi madre reza para que gane esto. No debo perder, debo convencer de que puedo ser un buen padre, mejor que mi ex.
-Llamo al estrado a Melani -¿un abogado llamando a su propio cliente?
¿Qué va ha hacer? Se sienta y espera sus preguntas.
-Querida, Melani. ¿Qué pasó cuando Lucas estaba depresivo y se fue con su hijo?
-Tuve que ponerme a trabajar duramente para mantener una casa y al niño yo sola. Él seguía en aquél piso sucio lleno de botellas de cerveza y unas pequeñas bolsas llenas de cocaína.
-¿De qué trabajaba?
-De camarera y limpiadora, hasta el momento en el que pude trabajar en algo que me gustaba. En una boutique.
-Me alegro. Bueno, ¿llamó alguna vez Lucas a su hijo?
-Ni una, ni un triste mensaje.
-Vaya, vaya... Es muy interesante -se gira a los jurados-. Mi clienta tuvo que trabajar de camarera y limpiadora para pagar la cada, la luz, el agua, la comida, el colegio del pequeño y demás cosas. ¿Es justo que después de eso el padre se quede con el pequeño después de haberse destrozado la espalda su pobre madre? Porque yo creo que no. No voy a decir nada más.
-Mierda -escupe mi abogada en susurros-. Puedo ver la cara de los jurados, se están inclinando por el enemigo.
-Debes hacer algo, sino mi hijo se va a ir con esa arpía.
-Estoy mirando algún dato de reojo -registra entre sus papeles.
-Abogada, ¿tiene algo más que decir?
-¡Un momento! -sigue rebuscando, pero al final se rinde dejando todos los folios quietos en la mesa-. No, señoría. No tengo nada más que decir.
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Tú Eres Mi Droga (1 Y 2)
Teen FictionLas dos temporadas están en este mismo apartado. Todo ocurre por una razón. Hector es un adolescente normal, con su vida normal y sus enamoramientos con chicos normales. Su sueño es tener el amor de su vida, aquel que no le deje en el transcurso de...