Decisión al final en la nota de autor.
Voy caminando por los pasillos buscando mi clase, aunque sé dónde es. Si no lo supiera estaría muy tonto por lo ocurrido. Recién he dejado atrás a Marcus con su sobrina, la que me ha parecido bastante amigable y graciosa. A lo mejor podría ser una nueva amiga, aunque si no quiere no la puedo obligar. Mi clase está a unos cuantos pasos, saliendo al siguiente módulo. Menos mal que la puerta de mi clase está al aire libre como si fuera la puerta de una casa.
Cuando salgo del módulo, veo que en la puerta de mi clase está el jefe de estudios, algo raro porque no creo que haya nadie problemático ahí. ¿Será alguna noticia buena o mala? Cuando entre en clase lo sabré. Paso al lado del jefe de estudios con cara de pocos amigos y llego a la puerta de mi clase.
Cuando la abro llego a pensar una cosa, que todos saben mi problema. Mierda, quiero cerrar la puerta y dejar de lado todas las miradas de los alumnos, pero ahora que he entrado no puedo cerrar. La profesora deja el libro en la mesa y me mira con aire de asombro.
-Hector, que sorpresa -le doy el justificante y lo entiende de inmediato-. Oh, ya veo. Puedes sentarte. Y Hector -la miro de nuevo-, me alegra verte.
-Y a mí de estar aquí de nuevo -digo con una sonrisa un poquito forzada.
Cuando camino a mi sitio, veo a Darius enseñando el pulgar arriba, su aprobación ya es un mérito de tener, lo digo por lo tonto y cabezota que era. Y por último, Jensen, el chico de la sonrisa que al final hace que la mía no sea tan forzada. Me siento a su lado y saco el material, tal y como hago siempre.
-Bien, abrid los libros por la página ochenta y siete.
-Profesora -levanto la mano y llamo su atención de nuevo-, he faltado a unas cuantas clases y no sé qué han dado.
-Ya lo sé, por eso quiero que repases junto con Darius hasta lo que hemos dado, ha dado muy buenas respuestas junto al estudio.
-¿Conmigo? -pregunta el recién nombrado.
-Así es, eres bueno y necesito que mi otro mejor alumno se aplique hasta hoy en día.
-Entiendo. ¿Te parece bien? -me mira y le doy mi aprobación-. Genial, luego hablamos.
La profesora se pone a escribir en la pizarra a la vez que habla sobre unas cuantas cosas. Las entiendo un poco, pero necesito reforzar la materia, la mente la tengo un tanto apagada. De pronto, un papel escrito salvaje aparece a mi lado. Ah, no, que tiene dueño.
-¿Estás bien? -leo en mi mente.
-Estoy bien -pongo la hoja en medio y voy escribiendo, al igual que él.
-Yo creo que no. Deberías seguir digiriendo esto.
-No te preocupes, estoy bien.
-Vale. ¿De verdad vas a dejar que Darius te enseñe lo de estos días?
-Es la única manera de aprender lo que he perdido. Por cierto, he visto al jefe de estudios salir de aquí, ¿de qué hablaba?
ESTÁS LEYENDO
Tú Eres Mi Droga (1 Y 2)
Roman pour AdolescentsLas dos temporadas están en este mismo apartado. Todo ocurre por una razón. Hector es un adolescente normal, con su vida normal y sus enamoramientos con chicos normales. Su sueño es tener el amor de su vida, aquel que no le deje en el transcurso de...