Capítulo 22: Aprende Del Ejemplo

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Si una persona te hace cosas malas, es porque en su vida pasan cosas malas. No entres en su juego, eso solo crearía una guerra aún más grande entre los dos.

-Mamá, ¿te podría pedir ir a un gimnasio? -pregunto, pero no a mí, sino al espejo que refleja mi imagen.

Me veo bien, convencido y directo al grano.

Ahora mismo estaréis pensando que qué hago preguntándole al espejo y no a mi madre. Pues es que no sé cómo reaccionará. Un gimnasio se paga al mes, como casi todo en la vida. El alquiler, los plazos de algún objeto, el coche, dependiendo de lo que hagas, la luz, el agua, todo. Dudo que mi madre apruebe esto de pagar el precio que ponga el gimnasio, además de que no sé cuánto es el precio. Debería haber ido antes, ¿verdad?

Respiro hondo y salgo de mi habitación para encarar la situación. ¡Venga, Hector! ¡No es para tanto! Tendría que darme un golpe en la mejilla por lo tonto que estoy siendo. Repasemos la situación. Es por la mañana, tengo que irme al instituto para estudiar, preguntarle a mi madre, en caso positivo, ir al gimnasio junto a Tina, que espero que esté disponible.

Bajo las escaleras y ya puedo ver a mi madre en la cocina con un café y una revista de moda. No sé por qué ve eso si no se va a comprar nada. Ella siempre dijo que la moda es solo para las personas que solamente le importan su aspecto. A Cyntia eso no le importa, algo raro.

-Buenos días, mamá -educación ante todo.

-Buenos días, cariño. ¿Has dormido bien?

-Claramente que sí -mientras me preparo un café, que lo necesitaré mucho, le hago la pregunta-. Mamá, ¿te puedo pedir un favor?

-Depende de cuál sea -se nota que he salido a ella-. ¿Qué favor?

-Si podría ir a un gimnasio.

-Claro, no pasa nada. ¿Cuánto cuesta al mes?

Uy, qué raro.

-¿Estás bien? -pregunto.

-Sí, ¿por qué? -deja la revista a un lado y me mira mientras le da un sorbo a su café.

-Porque creía que dirías que no, ya sabes, a Cleo le dices tantas veces "no" que ya no sé si preguntarte cosas.

-Hector, tu hermana va a natación, que ya sabes que es su pasión, pero que te vaya pidiendo cada cosa que quiere como que no. La última vez me pidió ir a fútbol, pero como ya tiene una clase y pagamos por ello, pues no.

-Ah -es lo único que puedo decir.

-Pero tú no vas a nada y me parece mal, quiero que vayas a algo. Y como me lo has pedido, irás a un gimnasio. Además de que quiero verte con músculos, a ver que tan sexy eres.

-¡Mamá! -me pongo rojo, es verdad que si voy empezaré a tener músculos, bastante obvio.

-Venga, vete al instituto, que esta tarde nos vamos tú y yo a ver gimnasios.

Tú Eres Mi Droga (1 Y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora