Agotada...
Agotada, así me siento, y es que las historias son complicadas y no hablo de la trama, o el nudo, hablo de eso tan esperado por cualquier lector,
Eso que hace que leas a altas horas de la noche con una mínima lucesita, esa que es la única que siente tu ansiedad por llegar allá, eso que te hace amar todos esos insomnios y disfrutar de fríos muy helados de la madrugada.
Yo me eh encontrado con él, y es más que un simple capricho o sentimiento; uno de esos que hacen pensar que es ahí donde vas a querer llegar siempre.
Él es magia, y es que no se puede hablar específicamente de algo, o describir la magia que es él.
Si miras atentamente cada una de sus costillas, dan gráficamente ejemplo de sus largas pestañas y si empiezas a saborear una a una, y no hablo en sí de alguna de las dos, toma la que quieras, cualquiera tiene un sabor que no te deja razonar después,
Y te das cuenta que la magia empieza a tragarte.
Hay una cantidad de ideas queriendo salir disparadas de mis dedos esta noche.
A veces, sólo a veces es necesario sufrir, tener tus sueños destrozados o sentirlo un poco lejos y distraído para poder escribir,
Es necesario sentir tanta soledad, hasta el punto que tu único refugio es la poesía, allí suelo solartar mí dolor, expresar aquel nudo que debería estar en mis escritos, pero no, lo siento justo ahí, atravesado en la mitad de mí garganta.
Y sientes que va llegando eso esperado, pero no, sigue siendo uno de esos finales que vas a esperar el tiempo necesario.
Lo bueno de todo; aunque lo bueno suele ser irónico.
Es que estás con la magia, y la vez todos los días en sus ojos grandes y cafés.
