Siempre estoy dispuesta a ser mejor, o más bien, ha dar lo mejor de mí para hacer feliz a los demás, aunque eso me cueste mí felicidad en ocasiones.
No soporto que de mí salga un "no" para todo, o una humillación constante a la gente que me rodea.
Pero las personas siempre se empiezan a aprovechar de eso,y es ahí en ese momento donde me quisiera convertir en la peor villana del mundo.
A veces no puedo tratar de comprender, ¿por qué las peores personas viven más cómodamente que las buenas personas?, y cuando hablo de comodidad, hablo de que le suceden las mejores cosas.
Y es que es otra queja para la vida, porque de una u otra manera, siempre es tan injusta.
Suelo escuchar a las personas hablar de la famosa "Ley de la vida" esa de que todo lo que hagas se te devuelve, malo o bueno. Pero tengo un sin número de inconformidades con esa "Ley"
La vida no siempre es recíproca, o no siempre lo practica conmigo.
Tengo una muy mala costumbre o más bien, una estúpida idea de que las personas siempre van a dar lo mejor de ellas sin esperar nada a cambio.
¡Soy una completa ilusa, lo sé!
Y es que aunque intente ser diferente y dejar de ser tan ilusa y tonta, se me hace difícil, aunque sé que en algún momento simplemente explotaré y no van a quedar rastros de la chica amable.
No se quejen cuando ponga a relucir todas mis peores facetas.
Porque son tan conchudos que cuando te obligan a cambiar y empiezan a verte tan fría y cruel, te empiezan a juzgar y a reprochar lo que eras antes, te empiezan a decir que no es agradable que seas así, después de que ellos fueron los que te hicieron tomar la decisión de cambiar.
Aunque aún no estoy muy segura de ser o no ser, no quiero darle el gusto a la vida de ser de esas repugnantes personas. Aunque tenga que esperar toda mí existencia por algo recíproco que cambie aquella perspectiva.
