Y sí, no soy como la gente cree, soy demasiado impredecible, pero nunca lo escondo, tengo una extraña manera de hacerlo saber.
Nunca dije que era o soy perfecta, mucho menos que soy alguien cuyos pensamientos o sentimientos son totalmente ordenados, de lo contrario son las primeras cosas que dejo ver cuando las personas tratan de descubrirme o en sus términos "conocerme"
Creo que siempre he dicho que soy una tonta fiel al amor y la amistad, que digo las cosas tal y como salgan o quieran escapar de adentro, que odio que el amor no sea fiel hasta el punto de salvar la vida de cualquier ser y más de uno que realmente llevas metido en el corazón y en alma.
El caso es que de las peores cosas que sí realmente soy y odio, es que parezco un cactus, de esos extraños, admirables pero que si te acercas demasiado lastiman con gran intensidad, pero su dolor parece tan placentero para algunos que no importa cuanto o que fuerte lo sea.
Pero es algo involuntario, es algo como esas películas que el protagonista tiene un poder pero no lo sabe usar y al final todo termina mal.
Y es que aún no entiendo como alguien quiera ser lastimado de esa manera, pues yo no lo soportaría.
Aunque es algo irónico decirlo, ya que me lastimo cada día yo misma.