Esta noche fue en la que descubrí que nadie me conoce realmente, ni yo misma lo hago.
Estoy perdida, totalmente y demasiadamente perdida; y cuando digo "demasiadamente", es porque encierra total y definitivamente TODO.
Me hablan y parece que mi actitud no les deja claro que no escucho ni una sola palabra, no entienden que lo único que escucho, son recuerdos de él en lo más profundo de mi mente.
Si fuera él quien me hablara, mis cinco sentidos y hasta el sexto sentido que dicen que tenemos nosotras las mujeres, estarían atentos a su voz, cautivados como nunca antes.
Pero esta noche lo único que siento es dolor, un profundo y real dolor.
Es tan profundo el dolor, que no me deja hacer ilusiones falsas, para que de nuevo mi alma se engañe como todas las noches sin él.
Pero ya no hay nada.
Sólo quiero que me dejen a solas con mi tristeza, llorar lo que quiera y luego estar "bien".
