Capitulo 3

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Cuando los conocí era Navidad, solo tenía seis añitos, me tocaba jugar con sus dos hijos menores, Ron con tan solo cinco años como mi hermana Amber, y Ginny de solo cuatro años. Yo siempre que podía me iba al jardín a ver a los gemelos Fred y George que estaban haciendo bromas a los mayores de sus hermanos. Me puedes a hacer un pequeño muñeco de nieve, fui a buscar a mis padre porque me había salido bien a la primera, cuando llegamos vi que estaba destrozado y los gemelos y los dos mayores de los Weasly, se tocaban la tripa de la risa. Esa ocasión me había enfadado tanto que sin saber cómo los muñecos de los gemelos explotaron y las narices acabaron impactando en sus cabezas. Me quedé sorprendida y miré que todos me miraron.

Y.. Yo... Lo siento... -les dije con voz dulce y de verdad lo sentía. Tenía los ojos vidriosos

No pasa nada - dijeron los gemelos a la vez.

Aunque no pasase nada les podía haber echo dañó sin querer, aún tenía los ojos vidriosos y sin saber porque salí corriendo en dirección a la calle. Corrí corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a un gran árbol. Me senté bajo de él y abrace mis piernas. Sentí que una lágrima caía por mi mejilla y de pronto las otras más rebeldes también. Se escuchaban voces llamándome, se estaba oscureciendo y empezaba a refrescar. De repente sentí que alguien me cogía, asustada empezé a darle patadas y llamar a gritos a mis padres. El me pego más a el.

Tranquila enana soy Bill, el hijo mayor de los Weasly - dijo en un susurro y se dedicó a tranquilizarme acariciando mi espalda.

Al escucharlo me calme más, lo abrace con todas mis fuerzas y él me lo devolvió con suavidad y me tapó con una manta calentita. A los minutos estábamos sentados a la mesa. Me habían puesto en el medio de los gemelos, obligándome a hablar con ellos. Después de cenar habríamos los regalos. Me dieron uno de la señora Weasly y lo abrí, era un  jersey de color rojo como la sangre, y con mis iniciales W.E.H.P. Era precioso, había echo lo mismo para todos, la abrace y ella me lo siguió, luego le di un beso en la mejilla y me senté. Abrí otro regalo este era del señor Weasly y de los dos hermanos mayores, lo abrí con ganas y era una casa de muñecas con su familia y todo los accesorios les di a cada uno un beso en la mejilla y sonríe feliz. Luego los gemelos me dieron su regalo. Era un muñeco de nieve en una botella de cristal había un hechizo mágico según el señor Weasly que lo podía tener en verano que no se derretiría. Los mire confusa.

Eso es nuestro perdón por haberte destrozado el muñeco - se sentaron al lado mía cada uno

Jo pues muchas gracias - los abrace y ellos me lo siguieron

Todos teníamos nuestros regalos. Estuve jugando en mi casita con mi hermana y Ron, hasta quedarnos dormidos. Pasamos con ellos hasta el fin de año. Desde entonces pasamos todas las Navidades juntos.

El secreto de Wendy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora