Capítulo 8

289 9 0
                                    

Cuando ya habíamos bajado nuestras cosas la tía Molly con un movimiento de su varita las hizo desaparecer, tenía la chimenea limpia. Me despedí de todos los Weasly dejándome a Fred para el final. Luego fue mi hermana y desapareció, le di un abrazo a Fred y le dije que le quería y le agradecí este día, me dijo que le diera el último beso antes de irme, y sobre todo antes de ir a Hogwarts. Me lo estaba pensando y me coloque en mi posición, no era la primera vez que lo utilizaba y sería la última. Iba a cojer un poco de los polvos - flud, cuando sin dar a mis cerebro de reaccionar corrí a donde estaba Fred, lo cogí desde su cazadora y tire de él hasta que nuestros labios estaban juntos, los dos sabíamos que era el último, la última sensación de chispas, la última sensación de mariposa en el estómago, me separé dulcemente y sin mirar a nadie camine hasta la chimenea, cojo un puñado y limpiando me una lágrima y bien que el hacía lo mismo dije: "Casa de verano de la familia Adams en la isla Muggle llamada Hawaii" a la vez que lo decís tire los polvos y al tener contacto con el suelo unas llamas de color verde me envolvieron y vi todo negro.

Cuando volví a abrir los ojos estaba en una gran biblioteca, hacia fresquito ya que estaban abiertas las ventanas, me sacudí el polvo de los hombros y los zapatos y salí a fuera de la chimenea allí estaba Alice, Albus, Adam, mi hermana y una chica rubia de ojos verdes que se parecía algo a los mellizos. Salí de la chimenea y abrace a Ali y a Albus, luego a Adam y me presentaron a Melani y junto con mi hermana fuimos a mi cuarto, lo compartía con Mel. Mi cama era la que más cerca estaba de la ventana. Me acerque a ella y miré por la ventana. Había unas vistas estupendas, eran preciosas, se veía el bosque tan inmenso que acababa en la montaña, y al mirar por el otro lado la ciudad y su playa. "Bonitas fotos se pueden sacar de este paisaje." Pensé y empecé a sacar mi ropa de mi baúl. Al rato de hacerlo me eche muerta del cansancio. Al día siguiente me levanté muy tarde ya que cuando baje a desayunar ya no había nadie salvo un chico rubio de ojos verdes sería uno de los hermanos de Mel y primo de mis mellizos favoritos. Me acerque y cogí un cuenco, la leche, cereales y una cuchara y empezé a desayunar. Por como iba parecéis que el también se había levantado tarde y empezaba a desayunar. La verdad era guapo, pero serio también.

Buenos día soy Wendy ¿y tu? - me metí la cuchara llena de cereales en la boca.

Hola, soy Tom - dijo frío y distante, luego me miro y siguió mirando el periodo "El Profeta".

Y.. ¿Dicen algo interesante?- pregunte, ya que me gustaba hacer nuevos amigos, el se encogió de hombros.

Solo diré una cosa, es de mala educación no contestar cuando la gente quiere ser maja contigo, seguramente no te haría gracia que tanto yo como mi hermana estuviéramos aquí pero es lo que hay Tom - al terminar de decir su nombre cogí el cuenco dejándolo en el lavavajillas y me fui a sentar en el sofá encendido la tele.

Narra Tom:

Cuando dijo eso me quedé mirándola, en parte ella tenía razón, yo quería pasar las vacaciones con mi familia y mis adorables primos invitan a sus amigos, y aún encima a mis hermanos les parecía genial. No pude dejar de mirarla aún cuando se fue al salón, llevaba puesto una camiseta corta que iba unido al pantalón de color turquesa, que le quedaban geniales y unas sandalias marrones. Cuando se sentó en el sofá se cruzó de brazos y piernas y se puso a ver dibujos, ¿Que tontería verdad? Pero se le veía divertirse y hasta se río. Deje todo en el lavavajillas y me acerque a ella. Me miro un momento y allí fue cuando le hable.

Los siento... Tienes razón no me gusta que estéis aquí, pensaba estar el verano con mis primos y eso.. - mire al suelo algo rojo.

No pasa nada, y lo entiendo pero también puedes estar con tus primos y con mi hermana y conmigo - dijo de una manera dulce. - Siéntate si quieres

Asentí y me senté a su lado.

Narra Wen:

Cuando volvieron todos nos encontraron durmiendo, yo estaba apoyada en Tom y el en mi sin hacerme daño. Era normal, los dos no pudímos dormir en la noche, habíamos hablado hasta quedarnos dormidos. Los días se pasaron largos y la noche corta, todos nos hicimos amigos muy rápido y la verdad fue uno de los veranos más divertidos de mi vida, ya en la última semana de Agosto nos tocó volver a todos a nuestras casas.

El secreto de Wendy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora