Puedes irte

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El lugar en donde estaba era muy calientito; las cobijas eran bastante acojedoras, suaves y cálidas. No sé si sea porque realmente son así, o porque estar con ellos me hace sentir muy feliz.

También los extraño; no puedo negar que me alegra verlos otra vez. Sus agraciados rostros me alegran el corazón y hacen que quiera abrazarlos, hacerles saber lo mucho que los eché de menos.

Una parte de mí quería huir de nuevo; mientras que la otra deseaba quedarse, pues desde hace tiempo quería ver a la cara a estos sujetos que alguna vez fueron mis amigos. Así que, deliberándolo un poco, creo que puedo quedarme, atisbando esto como una muy agradable reunión, aceptado la propuesta de Siwon y no informarles nada de lo patético que he llegado a ser. Total, ellos no me pueden obligar a que hable.

-Tu nombre es Yesung, ¿Cierto?.

Ignoré la pregunta de mi, ahora, compañero de habitación. Me quedé quieto, simulando estar dormido; no era necesario cerrar los ojos puesto que mi vista estaba hacia la pared.

-¿Estás dormido?.

Volvió a preguntar, con un tono sarcástico.

-Me molestan las personas como tú; eres tan alegre y animoso con los demás mientras que a mí me tratas como si no existiera; detesto que me ignoren, especialmente si son personas en las que no veo ningún motivo para volverse un conocido mío.

Desoí sus palabras concentrándome en otros pensamientos, un tanto banales; de cualquier manera, no es como si quisiera ser amigo suyo, pronto dejará de saber de mí.

-Mañana yo no te cuidaré aquí, no soy tú niñera; puedes irte a la hora que quieras.

"Es mejor así, no me hables ni te relaciones conmigo": pensé antes de conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, un teléfono sonó a mis pies. Reconocí rápidamente el tono, era mi celular. Con pesadez me incorporé sobre la cama y tomé el teléfono que se encontraba al borde del colchón.

Creyendo que era mi alarma, descubro que es una llamada del remitente "Bella señorita". Yo no tenía ningún contacto con ese nombre, a menos que Seori o Chaejin lo hayan puesto ya que ellos son los únicos que pueden acceder a mi teléfono.

¡Oh no!, Seori dijo que me llevaría de cenar, ¡Si no me ve creerá que algo me pasó!, ¡No puede ser!. No quiero llegar y ver a la policía, otra vez, fuera de mi casa.

Tal vez sea Seori la que me llama.

Dispuesto a contestar, veo como arrebatan el celular frente a mis ojos. Volteé a ver a Kyuhyun con confusión, al tiempo que el me lanzaba miradas un tanto molestas.

-¿Te gusta revisar las cosas de los demás?.

Preguntó enojado, prácticamente podía ver el infierno en sus ojos. Sentí miedo.

Él esperó un escaso segundo a que terminara la llamada para luego escribir algo en el celular, un mensaje supongo. Observé hacia diestra y siniestra buscando mi teléfono, porque era obvio que el otro no es el mío.

-Tu celular está en ese mueble.

Habló señalando con sus ojos la mesita junto a la cama, antes de regresar la vista a la pequeña pantalla.

Quiero Decirte [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora