Todos los días

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Mi relación con SuJu se convirtió en algo difícil de explicar. Hace varios años, de alguna u otra manera, acordé con Leeteuk el no volverme a buscar. Tal vez no fue la mejor forma de convencerlo, sin embargo, entendió el punto y jamás se presentó, ni él ni los chicos, otra vez frente a mí. En ese entonces sentía que mi vida se había convertido en algo tranquila, y privada por supuesto; nadie más molestaba, nadie más me juzgaba, nadie más conocía al ya inexistente Yesung; simplemente era otro chico común.

El problema es que Leeteuk rompió ese pacto al volverme a buscar, y con ello, los demás chicos aparecieron. Han sido varias las veces que Micifruz, Potter, e inclusive Hyeon, me han informado sobre las constantes visitas de un chico vestido de lentes y cubrebocas negro. Ellos lo describen detalle a detalla hasta llegar a la apariencia de Leeteuk. Aunque, Hyeon me describe a una persona más asemejada a Kyuhyun.

No le tomé importancia al pelirrojo, pues no encontraba razones para que Kyuhyun comenzara a buscarme. Fue hasta un jueves, de hace tres semanas, que una sensación extraña me recorrió la espalda, sentí miedo y curiosidad al mismo tiempo; me detuve en seco y sin dudarlo giré, encontrándome así con una persona que se escondía tras un par de autos estacionados. Él era Kyuhyun.

Días después llegué a verlo en otros lugares: en sitios donde iba a dejar cosas, en pequeñas paradas que hacíamos para intercambiar las camionetas, o de camino a casa, tiendas, etcétera. Prontamente le noté las intenciones de querer una conversación conmigo; fue entonces que empecé a huir de él. Sinceramente no deseaba que Kyuhyun se acercara; o que Leeteuk hubiera roto la promesa. Sentía que mi vida se convertía en algo vergonzoso e irrisible.

Hoy, me encuentro junto a él; no porque quisiera, sino que debido a una serie de cosas, terminé dentro de un auto, el que supongo que es suyo, y siendo alejado del nuevo apartamento donde me había mudado.

No estaba seguro de hacia que lugar íbamos; pero suponía que nos acercábamos a las resistencias y viviendas de las personas adineradas, eso debido a él repentino cambio de casas comunes a suntuosas casas y altos edificios.

No muy lejos, nos detuvimos frente a un edificio blanco de ventanas polarizadas. Él se bajó un momento, cerró la puerta y se adentró a la recepción de la construcción.

Me quedé solo dentro de su auto. Creí que pasó a visitar a alguien; así que con algo de sigilo, también salí, llevándome conmigo las compras que había hecho.

Avancé unos cuantos metros, hasta sentir que alguien me jalaba del brazo. Al voltear, vi la cara suplicante de Kyuhyun, parecía no querer que me fuera. Contra mi voluntad me arrastró hasta una de las puertas dentro del edificio. La abrió dando paso a un departamento vacío, sin muebles ni objetos; únicamente se hallaba una joven, de veinte y tantos años, con un vestido rojo y un portafolio entre sus brazos.

Kyuhyun me soltó para ir con esa chica; firmó algunos papeles, de los cuales se quedó algunos. Posterior a eso, la señorita se fue, luego de sonreírme con satisfacción.

Yo no entendía nada, no escuché palabra de lo que hablaron, tampoco me habían informado sobre la razón por la que estábamos aquí. Estaba realmente confundido.

-¿Te gusta?.

Preguntó Kyuhyun con alegría.

Ignoré su interrogación tras ver algo tan hermoso como el amanecer mismo; y apuesto a que éste se ha de ver formidable por aquí. Justamente frente a mí, había un ventanal enorme, uno que daba la vista de un hermoso campo, con un lago en la derecha, y varios árboles en la izquierda; lo demás era un pastizal despejado.

Se veía extraordinariamente bello.

-No me agrada el lugar donde vives; aunque no te conozco muy bien, no creo que te guste vivir en un edificio casi en ruinas. Tal vez no te da gusto que haya hecho esto sin tu consentimiento; si embargo, quiero decirte que debes de pensar en grande para lograr cosas grandes, nunca olvides eso. De ahora en adelante, éste lugar, será tú hogar.

No pude responder nada; la frase anterior que había dicho, logró penetrar tan profundamente, que en ese instante comencé a reflexionar como aquello.

Mi vida se basaba en cosas pequeñas. Un pequeño apartamento, un pequeño trabajo, un pequeño salario, una pequeña felicidad. Tampoco tenía logros; y metas ya no me ponía. Mi vida había acabado en un agujero, un pequeño, pero hondo. Necesitaba salir de ahí, conseguir nuevas cosas y establecerme varios objetivos. Y para eso, necesitaba pensar alto.

Al día siguiente, no teníamos mucho trabajo. Keil y Potter se habían ido a volantear. Hyeon y yo nos quedamos en el sitio esperando algo de trabajo. Los demás se fueron a un pequeño viaje de entrega.

Mi aburrimiento era de niveles estratosféricos. Y mi somnolencia no se quedaba atrás. Estaba a punto de decirle a Hyeon que me iría a dormir a la camioneta, hasta que llegara algo de trabajo, claro. No obstante, él me sorprendió con una pregunta inusual.

Me cuestionó la razón por la que el chico describido como Kyuhyun, me llamaba Yesung. Aunque no quise al principio, me sentí con la confianza de poderle contar aquella parte tan recóndita de mi vida. Él pareció muy sorprendido tras saberlo, sin embargo, las palabras que me dijo, me sorprendieron más a mí.

-Yo también estuve en un grupo, en LED Apple; pero a diferencia tuya, yo si tuve promociones antes de debutar ahí. Si buscamos a Super Junior, no encuentras más de lo que ya se sabe; incluso Kyuhyun fue mencionado antes de entrar al grupo. Yesung no existe para los demás; la SM jamás dijo algo sobre tu debut; tu salida del grupo, no parece una casualidad...

Quiero Decirte [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora