Deseos

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Me encontraba de nuevo en el sitio; este mes no había sido el más productivo, así que pasábamos mucho tiempo en nuestras casas; sin embargo hoy quise ayudarle a nuestro jefe y a Micifruz con la ronda, eso significa quedarse en el sitio a esperar que llegué trabajo.

-¡Alfeñique ya!, deja de jugar con el botón del bolígrafo, ¡me estás desesperado!, ve a lavar el monstruo.

Micifruz me ordenó de manera imperial, y tenía razón, estaba nervioso pues de alguna manera Amseok me había conseguido una cita a ciegas. Comenzamos una conversación muy extraña sobre mi soltería, de ahí él se pasó a diversos candidatos para mí, así hasta terminar en que él me conseguiría una cita. Creí que no lo haría, sin embargo lo consiguió.

Hoy trabajaré un poco en lo que salga de aquí; mañana es mi día de descanso por lo que veré a la chica mañana. No sé absolutamente nada sobre ella, desconozco la mínima parte de sus gustos o intereses; ni siquiera sé su edad. Estuve pensando en no ir pues siento que me irá mal, si yo no sé nada de ella, tampoco ella de mí, seré torpe y tal vez la incomode; sin embargo es molesto no tener con quién compartir tu tiempo; Chaejin normalmente está con Seori, y mis compañeros del trabajo ya no pasan tiempo conmigo debido a que no quiero decirles mi nueva dirección; si supieran que vivo en ese edificio me atacarían con preguntas sobre qué tuve que hacer o vender para tener tan bonito departamento, y no creerían que un cantante famoso me lo regaló. Así que sería bueno conseguir a alguien para pasar el tiempo, compartir varias cosas y sonrisas, eso me gustaría mucho en estos momentos.

-Jongwoon, deja eso, puedes irte ya que no habrá nada de trabajo; nos vemos luego.

Nuestro jefe impidió que terminara de lavar el monstruo; por cierto, el monstruo es el camión que tenemos, el más grande, y le decimos así por su tamaño y capacidad de carga.

El día lo terminé en mi casa, tomando un cálido té y viendo series en la Tv.

A la mañana siguiente dudé en ir o no al lugar donde Amseok nos citó. Me sentía nervioso e indeciso, ¿de qué podríamos conversar?, ¿qué podría contarle de mí?, que tengo un trabajo no muy bien pagado, que no estudié una carrera, que no tengo metas ni deseos, ¿eso le contaría?.

Prontamente comencé a sentirme desanimado, no estaba seguro de si ésta es una buena idea, yo no soy un buen candidato para novio, ¿quién podría enamorarse de alguien como yo?.

Me senté en el sofá compungido, mis ganas de ir de disolvieron en segundos; resoplé frustrado y dirigí mi mirada hacia los ligeros toques que alguien daba en ella.

Ya que hoy es mi día de descanso es muy probable que Kyuhyun se haya enterado de ello, puede que él esté ahí esperando a que le abra la puerta, es posible que quiera pasar tiempo conmigo y yo podría aprovechar esto como una excusa para no ir a la cita.

¡Perfecto!.

Me levanté de un salto, corrí hacia la puerta y sin dudarlo la abrí.

Mi rostro se desdibujó en el momento que descubrí a mi amigo Chaejin detrás de esa puerta.

-¿Esperabas a alguien?.

Su pregunta llena de sorna me hizo sentir culpable. Igual era agradable verlo a él, ¿por qué modificaba mi reacción?, no tenía motivos. Le sonreí cálidamente y lo invité a pasar.

Después de hablar un poco sobre cosas sin importancia le propuse a mi amigo hacer algo, le expliqué a medias la razón por la cual quería ocupar mi tiempo con alguien; él aceptó gustoso pues vino a buscarme pues necesitaba mi ayuda con algo.

-Mira esto.

De su bolsillo sacó una caja aterciopelada de color vino, la cual abrió dejándome ver un brillante anillo con una delicada piedra en el centro. Me desconcerté al ver semejante obsequio, Chaejin y yo teníamos la misma edad, no obstante él ya había terminado una carrera, comenzó a trabajar en una buena compañía y ahora planeaba casarse; me sentía orgulloso de él, todos sus deseos se iban cumpliendo sin dificultad, ya no había nada que pudiera arruinarlos.

Quiero Decirte [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora