Quiero Decirte [Editando]

Un inicio más

Llevaba cuatro semanas viviendo lejos de todo lo que conocía. Me agradaban este lugar, era muy tranquilo y lleno de vegetación. Por las mañanas podrías salir. Caminar a las calles y encontrabas vacas pastando, o caballos; estos animales eran de dos familias, la primera eran Los Song y la segunda, Los Park. Yo le temo un poco a esos animales, siento que en cualquier momento podrían perseguirme y no creo ser más celoz que sus cuatro patas.

No eran muchas las familias que vivían aquí, era un pequeño poblado dónde todos se conocían. Al fondo teníamos un pequeño cerro, no muy lejos había un río y las personas de aquí tenían cultivos. Todo era muy peculiar. Las familias Song y Park tenían vacas y caballos, podías comprarles leche fresca a ellos o podrías comprarlo a las puertas de una casa que te vendía leche de galón, igual a la leche embotellada de la ciudad. La familia Shin tenía una maderería y el hijo pródigo Wonho era el mejor carpintero de sus hermanos, realmente era diligente con su trabajo. Las familias Woo, Cha, Jung y Choi se dedicaban al cultivo. Y por último, la abuela Min, sus hijos y sus nietos tenían una pequeña casa donde se trataba de hacer lo mismo que en un hospital. Su hijo mayor había estudiado medicina en el centro, a unos cincuenta minutos de aquí, gracias a él abrieron este pequeño hospital y toda la demás familia estudió medicina para seguir ayudando a las personas de la comunidad.

Por otro lado, yo trabajaba en la fonda junto al hospital. La comida que hacía la abuela Min se dividía en dos, la primera parte era para los enfermos, la segunda para vender. Era agradable estar con ella. En los días que llevo aquí me explicó un poco de cómo conocía a Leeteuk, ella era la amiga de su madre, se llevaban bien pese a la diferencia de edad; ellas dos dejaron de verse porque la madre de Leeteuk se mudó. Tiempo después se encontraron por casualidad en una parada de autobús, así ella vió por primera vez al pequeño Leeteuk.

El cuarto donde me quedaba era muy cómodo; pequeño, con un par de cobijas dobladas en una esquina y una cálida ambientación por las noches. Normalmente su familia hacían una fogata afuera de la casa, ello ayudaba a mantener una temperatura agradable durante las madrugadas.

Me sentía feliz de estar en un lugar tan apacible.

Todos los días me levantaba a las seis de la mañana, de ahí llegaba a la fonda para ayudar a la abuela a servir la comida, entregarla o llevarla al hospital. Por momentos recordaba mi otro trabajo, éramos más sin embargo Hong nos provocaba un mal ambiente; aquí es muy tranquilo, no hay nadie que robe o que sea inmune por ser el hijo de la jefa. Aquí sólo éramos dos personas trabajando pero en un ambiente estupendo.

—Oh... ¿te encuentras bien?

Aquel cuestionamiento provenía de, nuestro vecino y uno de nuestros clientes más fuertes, Leeki. Él era un chico muy amable y con muchas ganas de aprender. Siempre que venía ordenaba un jugo de distinto sabor cada día y se sentaba en una mesa para leer y escribir hasta que dieran las seis de la tarde.

Rápidamente le informé que estoy bien. Desde varios días atrás he tenido los mismos mareos de antes, ahora son más leves pero persistentes. Él se había dado cuenta de ello y trataba de convencerme de ir al hospital y no para entregar la comida de los pacientes.

—Acabo de leer que una persona puede marearse si tiene la presión baja, esto puede ser por culpa de comer muy poco y sufrir mucho estrés. Chico, antes de venir aquí ¿tu vida era tan dura para que tengas esos síntomas?

Yo era una persona normal, mi estilo de vida no debió ser más difícil que todos los demás, sin embargo que Kyuhyun estuviera detrás de mí en todo momento me alteraba bastante. Él hacía cosas extrañas y me llevaba a todos lados como si fuera una mochila o una maleta de la cual podría disponer en cualquier momento. De igual forma admito que me salvaba de muchas situaciones incómodas; puedo incluso decir que lo extraño, me hubiera encantado tener una conversación menos ambigua antes de despedirme. Por lo menos una vez me gustaría verlo para decirle que lo hecho de menos.