Perfection

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- Jongwoon, no puedes volver a venir; por favor jamás vuelvas a acercarte.

Después de haberme perdido de la vista de Kyuhyun me topé con Hangen. No éramos cercanos debido a que fue muy poco el tiempo que conviví con él, y aún así sus palabras eran duras.

¡Por supuesto!, era obvio que yo tampoco quería volver a pisar este sitio; alejarme de SuJu y la SM, volver a ser el Jongwoon tranquilo y relajado eran los propósitos primordiales en mi vida. Sin embargo, que alguien externo te recomiende lo planeado, es molesto, especialmente si utiliza un tono áspero en su voz.

-No tienes por qué tratarlo así Hangen.

La voz que se escuchó a lo lejos provenía de la silueta de una persona, un hombre que caminaba en nuestra dirección, con los hombros relajados pero pasos seguros. Observamos unos segundos su llegada.

-No puedes prohibirle algo a Jongwoon, él puede venir todas las veces que quiera.

Podía haber jurado que aquella persona sería Kyuhyun; normalmente él es quién me defiende de situaciones así, cuando menos lo espero aparece con palabras antagónicas hacia mi oponente. Me he estado acostumbrando a ser excusado por sus palabras, a sus repentinas apariciones, a sus inusuales regalos; me he acostumbrado a su esencia pegada a mi estilo de vida que temo algún día el poder valerme de Kyuhyun, tomarlo como un bastón para mí, un apoyo.

-Ryeowook, esto no es de tu interés.

Mi atención estaba dividida en dos. Por una parte, escuchaba su conversación, hablaban sobre mí así que era de mi incumbencia. Y por otra, deseaba que alguien me sacara de aquí; comenzaba a sentirme incómodo y a extrañar mi cálido hogar, para empezar nunca debí hacer caso a los mensajes que mandó Kyuhyun, simplemente no hubiera venido, creer que descubriría algo sobre mi salida de SuJu fue una tontería, al igual que desear que Kyuhyun me sacara de aquí.

No obstante, es su responsabilidad, él me metió aquí, él debería sacarme.

Lentamente sentí una mano escurrirse sobre mi brazo izquierdo, la cual tiró de mi para sacarme del lugar. De igual manera imaginé que era Kyuhyun, sin embargo no podía ser debido a que él me toma de la mano, no del brazo.

-Ryeowook, que no se vuelva a acercar.

Ryeowook desoyó las palabras de Hangen mientras nos alejábamos.

Su trato no se asemejaba al de Kyuhyun; él caminaba con prisa y me sostenía ligeramente, al contrario de los tirones y aceleraciones de Kyuhyun.

Llegando a la avenida nos dirigimos a la puerta central; ahí Ryeowook pidió un auto al cual me subí sin protestar. En un principio sin rumbo el ambiente era silencio y apacible; yo no tenía ganas ni motivos para iniciar una conversación con Ryeowook, y al parecer él tampoco. Sin embargo luego de veinte minutos de divagar sobre calles al azar, él me preguntó la dirección de mi casa, la cual le di sin problemas.

Ryeowook fue un gran amigo para mí, durante nuestro tiempo juntos éramos muy cercanos; varias veces compartíamos la habitación, otras nuestras pijamas, normalmente estábamos juntos. Llegué a apreciarlo tanto que incluso lo contacté después de mi salida oficial de la SM, sin embargo él decidió que no volviéramos a vernos.

Llegando al edificio subimos al elevador; a pesar de que Ryeowook no decía nada pude notarlo confundido, miraba detenidamente su alrededor como si lo reconociera. Fue hasta que oprimí el botón del piso donde vivía cuando le oí susurrar algo:

-Que extraño, no vi el auto de Leeteuk...

No le presté atención a su comentario debido a que comencé a preocuparme por lo que comeríamos; no tengo mucho en mi casa, sólo lo necesario para una persona, no obstante, no podría invitar a alguien a mi departamento si no le ofrezco de comer.

Quiero Decirte [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora