Cuando recibí la noticia de la muerte de mi madre fue algo desastroso, estaba en la escuela, me había sentido ansiosa, veía continuamente a la ventana, eso fue hasta que de repente me pude consentirse en lo que tenía que hacer, estaba con matemáticas, termine mi ejercicio, sonó mi teléfono, era el jefe de mamá.
—Alía... tú madre a está grave, tienes que venir — sus palabras resonaron, le colgué, el maestro me estaba hablando pero yo no entendía nada, tome mi mochila y salí.
No me acuerdo bien de como es que llegue al hospital, mi mamá estaba en una mejor zona, un amigo de ella pagaba su habitación. Entre al cuarto y me encontré con el doctor y mi mamá, se veía pálida y sus ojos opacos, muy delgada pero tenía una sonrisa en su rostro apenas visible.
—No llores más por mi amor, ya no, si vivo o no, no llores y si muero tienes que ser fuerte, no quiero que ninguna lagrima pase por tus mejillas mi amor.
Esas fueron sus últimas palabras y que escuche.
Después de eso vi como muchas personas entraban a su habitación, la sacaron para una cirugía de emergencia, algo pasaba con su cerebro, horas que parecieron días, fue lo que espere, yo estaba sentada, ni me di cuenta de la gente que me rodeaba. Cuando llegó el Doctor, vi sus palabras en sus ojos, solo caí de rodillas al intentar levantarme.
Me llevaron a la casa donde se suponía vivía. Cuando entre y vi el pastel que había hecho para llevar lo al hospital en la tarde se encontraba en la mesa con un "Feliz cumpleaños " en el lo tome y aventé al piso, a pegar contra el, tome platos y comencé a romperlos, quede cansada y sucia pero sin llorar, todavía no lloraría, no lloraría en este tiempo, lo prometía, ella así lo había querido.
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Alía
RomanceTe voy a demostrar como el fin de algo puede ser un inicio desastroso. Ella es fuerte decidida y a veces contesto a, su personalidad es difícil de describir pero su mundo se ve afectado por la muerte y después de ese incidente inicia otra vida con m...