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Mi padre estaba enojado, yo estaba enojada y Jade de parecía un cuyo asustado, me dolía la manera en la vio la casa donde vivía, mi hogar, puede que yo no haya sido amable con su casa pero nunca había sido grosera intencionalmente, como claramente el había sido.
Recuerdo...
"Es solo que no es suficiente ropa"
"Me basta esa y mis uniformes"
"¿Uniformes?" Dijo riendo"tus uniformes solo muestran tu falta de interés en el progreso"
"¿Crees que no quiero avanzar?" Dije con una risa irónica"no me hagas reír, no te proyectes, no porque tu vida sea miserable en algún aspecto tienes que hacer la mía un espejo"
"Mi vida no es miserable"
"¿A no?"
"No, tengo dos hermosos hijos y una maravillosa esposa"
"Tienes razón,tienes DOS maravillosos hijos y UNA magnifica esposa, pero te sientes culpable por dejar a esta pobre ilusa ¿no? ¿O es tu modo de intentar rectificar tus errores? Porque eso es lo que fui ¿no? Un error, eso escribiste, esta claro que no me consideras una hija, así que haznos un favor y llévame con mi abuela"
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Estábamos a mitad del camino, mi padre intentaba calmarse y Jade dejo de temblar como un chihuahua asustado y yo solo pensaba en mi y mis problemas, estaba enojada y había tenido una semana asquerosa, tenía derecho a preocuparme por mis cosas.

Así que estaba muriendo me de nervios, no quería ver a los chicos, pero tenía que hacerlo, seria una cobarde en caso de no poder y señores Alía Lugo Blanco no es una cobarde de eso se encargo la vida al ponerme en el camino que me puso, pero también estaba muriéndome de nervios en este instante, con las piernas gelatinosas y un nudo en el estomago, ellos habían sido mis únicos amigos en mi vida, y no los conocí hasta que entre en secundaria, ellos me ayudaron en muchos momentos y me vieron en mis peores circunstancias, me han visto desvelada con fiebre y queriendo ir a la escuela, me cuidaron en esos momentos y además me ayudaron a ocultarle esos momentos a mi madre, la hice feliz, ella estaba orgullosa y nunca me mostré débil con ella pero ellos...

Ellos saben leerme, sabían cuando me encontraba mal, cuando lo que quería era ocultarme y dejar de pensar en otros y solo tener un día normal en toda mi maldita existencia.

Nos habíamos acercado a la puerta de la casa de uno de los chicos, pero no sabia si estaban ahí o no había nadie o solo estaba Iván, llegué aquí porque era el más sensato el que posiblemente me escucharía, trague cuando la chica toco la puerta. Y de repente salió su padre, me abrazo fuertemente y después saludo al señor junto a su hija.

-Disculpe, ¿se encuentra Iván?-el señor me sonrió con una cara nostálgica, debía de saber de la pelea o discusión que teníamos. Me indico donde estaba, que era su habitación, fui lentamente hacia ese lugar, tan temido y anhelado, temido por obvias razones pero anhelado por el apoyo que podría darme, quisiera que me ayudara a que Alex comprendiera, que me entendiera.

-Hola-dije al ver a Iván.

-Nada de "hola" ¿Sabes lo preocupado que estaba ayer por ti? Primero estaba preocupado por tu promesa de no llorar, luego por tu inexplicable reunión con el señor misterioso ¡te fuiste en su auto! Y para rematar saliste corriendo lo que hizo que todos nosotros fuéramos en tu búsqueda, estábamos cerca y no nos dejaban ir por ti, regresas y tienes las mejillas empapadas, ojos rojos y ¿nos dices que el senador es tu padre? Estoy enojado por tu falta de razonamiento, creo que de verdad no lo conocías ni sabias nada de tu padre hasta ese día, pero no debiste regresar con esa pose derrotada, la chica que conozco es fuerte y la mejor en todo. Sentí que algo malo te había pasado y no habíamos hecho nada para ayudarte, prométeme señorita que no me harás preocuparme así nuevamente.

-Lo siento pero..

-Nada de peros, no puedes venir aquí y disculparte así, tienes que mostrarte fuerte y decidida, así podré decir que le calle con justa razón la boca a Alex.

-¿Hiciste eso?

-Por supuesto, eres mi amiga y te grito sin fundamentos.

-Pero yo no lo culpo, eran demasiadas emociones juntas ayer y hoy no ha ayudado...-dije lo ultimo evitando que me escuchara.

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