Un día como cualquier otro. Podía ver las nubes grises a través de mi ventana. Un cristal transparente algo empañado por la baja temperatura.
Me encontraba en mi cama. Tapada. Sin frío.
Me senté. El piso estaba helado. Mis pies no tardaron en acostumbrarse a la temperatura. Fui hacía el baño, y al llegar me miré al espejo. Mi cabello pelirrojo estaba desordenado, aunque era corto, por eso no tenía dificultad alguna en desenredarlo. Al salir de este pude escuchar el ruido que hacía una rama de un árbol al chocar contra mi ventana. No me sobresalto. Me quede mirando, como si pudiera ver tras ella; a un punto fijo.
Mi casa estaba rodeada de bosque, prácticamente vivía en una parte izquierda, y adjunto millones de árboles.
Me asome a la ventana. Desde mi cuarto podía ver hasta detrás de todo ese verde. Mirando hacía más haya se encontraba una casa. Esta siempre estuvo habitada por una mujer y su hijo, de los cuales desconozco sus nombres, ya que mis padres nunca me hablaron de ellos. Mi madre solo me decía, cuando yo era pequeña, que esa mujer siempre era muy extraña, y peculiar, pero que no era una muy buena madre con su hijo. Ella la conocía, pero nunca acoto ningún comentario junto a esos.
Y mis padres… Ellos murieron.
Hace un par de años mi padre, Mark, mató a mi madre, Lucy. Aunque siempre pensé que todo eso era mentira; sentía muy en el fondo que había un pequeño secreto que no sabía. Yo los encontré a ambos en el suelo del despacho de mi padre. Fue una escena terrible para mí, incluso hoy estoy tratando de superarlo. Él sostenía el arma. Según los policías decían que Mark mató a Lucy, y luego se suicidó para no vivir con la culpa. A pesar de los años que transcurrieron, sigo sin pensar lo mismo que todos.
La bocina del auto me sobresalto, y bajé mi vista a la camioneta que estaba frente a mi casa. Mi hermano, Greg, me esperaba para ir al instituto. No quedaba lejos, pero no era para ir caminando. Según él, porque la temperatura era muy baja.
Al bajar salude a mi tía, o tía postiza por así llamarla, Elena. Ella apareció luego del asesinato de mis padres. Nunca en mi vida la había visto, pero se volvió una persona muy importante para mí en estos últimos años.
—Vamos, Claire. Llegarás tarde. —le dediqué una pequeña sonrisa. Me subí al copiloto, mientras Greg manejaba. Me coloqué mis lentes, y mire por la ventanilla. Los árboles estaban desnudos, sin ninguna hoja. El vidrio se encontraba empañado. Coloque mi dedo en él, e hice formas abstractas.
Mire a un lado. Estaba mi hermano manejando. Greg era el único que me sacaba una sonrisa. Era a la única persona que en verdad quería, y él lo sabía perfectamente.
—Cuídate en la escuela.
—Lo haré, Greg.
Le di un beso en la mejilla, y me encamine al instituto. Mientras iba caminando hacia allí miraba los árboles. En sus puntas había pequeños copos de nieve. Me quité las gafas y le limpie las lentes con la manga de mi blusa, ya que estaban algo sucias.
Me fui hacía mi taquilla, pasando por al lado de todos mis compañeros, los cuales me golpeaban al pasar. Al llegar a ella me choqué con un chico. Mi bolso se abrió, haciendo que todas las cosas cayeran al suelo, aunque este estaba totalmente cerrado. Se desparramaron, hasta que uno choco con el pie de él.
—Lo siento. —las palabras salieron casi como si fueran un reflejo
Él no hizo nada, solo se quedó observándome.
— ¿Me…? —no termine de preguntar. El chico este pateo el libro hacía mí, golpeándome la mano —Gracias.
Me hizo un gesto con su barbilla, y se giró para irse.
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Just Secrets
Teen Fiction¿Qué pasaría si un día normal una chica se encuentra con un chico peculiar que tiene los más oscuros secretos que ella nunca en su vida se hubiera imaginado? Los libros de adolescentes y/o ficción que Claire Bratcher leyó no la ayudarán en nada en e...