16.

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Por la mañana en la escuela cruzamos miradas, y sólo eso, pude observar más detalladamente que él mantenía sus ojos siempre en mí. Yo fingía estar distraída en su clase, pero sentía la mirada en mí, y eso es algo que nunca nadie notaba y nunca nadie notó.

Valeria se la pasaba hablando de Israel, yo miraba a aquel chico y podía ver que sólo jugaba con los corazones de todas, incluyendo el de ella, si se lo decía, ella se enfadaría y lo menos que podía hacer era perder su amistad, igual, el día que le rompieran el corazón iba a estar con ella.

La clase había terminado, y el maestro de Matemáticas dio un anuncio, pronto habría examen de su materia, todos temblaron al escuchar esas palabras, Valeria puso una cara que daba a entender que le temía bastante a la prueba, me miró y le dije que la ayudaría a estudiar, ella sólo sonrió.

Todos fueron saliendo del salón de clases rápidamente, pero antes de que cruzará la puerta con Valeria, el maestro dijo mi nombre en voz alta, yo volteé.

— ¿Puedo hablar con usted, señorita?

Yo asentí y me dirigí al escritorio.

Valeria se quedo afuera, esperando

El maestro de Matemáticas tenía una gran sonrisa en su rostro

— ¿Qué pasó profe? — pregunté y él comenzó a buscar algo entre sus cosas.

Tú eres mío.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora