Fractus.

Al limite de la locura y la cordura.

Capitulo 10:

Al limite de la locura y la cordura.

Las cosas estaban más que tensas, la pista de patinaje se respiraba un ambiente sumamente pesado, esto era causado por dos personas en particular: Víctor Nikiforov y Yuri Plisetsky. No era para menos con todo lo que estaba pasando últimamente, esos dos no podían estar en la misma habitación sin matarse mutuamente con la mirada, los silencios incomodos, las indirectas insultantes, los sabotajes tanto de parte de víctor como de Yuri, no hacia la cosa más fácil.

Pero un día, las cosas se salieron definitivamente de control.

- ¡NO VUELVAS A PONER ESO! - Ese día en Los vestidores, ambos tuvieron la mala suerte de coincidir, mientras víctor sacaba de su casillero las cuchillas nuevas de sus patines, tuvo la " oportunidad" de escuchar una nota de voz que habia recibido el pequeño rubio, esa nota de voz era del pequeño japones, pudo reconocer bien su voz, estuvo en shock por varios segundos escuchando esa nota de voz que se le hacía eterna.

"Suerte hoy en tu calentamiento, yo me voy a dormir, aquí son las 10 de la noche, ¡Te amo gatito ! "

"Te amo gatito..."

"TE AMO"

Esas palabras hicieron eco en su cabeza y prendrio la mecha de su ira, la cual volcó rápidamente contra el rubio.

- Hum... - Este lo ve con una ceja alzada guardando su celular.- tú no me das ordenes maldito anciano, el que té da envidia que el cerdito me diga que me ama es tu problema, pero yo escuchare esa nota cuantas veces se me de la gana. - Ríe con aire burlón, sonriendo de forma un poco maliciosa y oscura, disfrutando de la obvia molestia y celos que desprendía el mayor.- Debe dolerte tanto que ahora me diga "te amo" a mí, disfruta ese dolor, lo sentirás a menudo. - le guiña un ojo de forma burlona, dándole la espalda para ir por sus patines.

El ruso quedo en silencio, lleno de una rabia que lo carcomía de forma profunda, estaba temblando de pura ira apretando con fuerza sus dientes, en su mano izquierda apretaba una de sus cuchillas, con tal fuerza que logro lastimarse la palma de la mano, su sangre comenzó a deslizarse por el metal dorado goteando en el piso de a poco.

Su juicio se vuelve cada vez más nublado, solo quedaba su propia rabia y su ansia de vengarse, sus pies se movieron solos, sus acciones eran gobernadas no por la lógica sino por la rabia, alzo la mano donde tenia la cuchilla mirando de forma casi enferma la espalda del pequeño rubio.

¡¡AAAAAAHH!!

El grito del muchacho hizo eco en las paredes del vestuario, su entrenador no dudo en ir corriendo a este reconociendo la voz del adolescente, palidece al ver la escena frente a él, Yuri se encontraba hecho bolita en una esquina, encorvado mientras se abraza a si mismo del dolor, en su espalda, justo del lado izquierdo por encima del omóplato estaba clavada profundamente una cuchilla dorada, y a unos pocos cms del rubio estaba Víctor, quien lo miraba de una forma... aterradora, sintiendo la mínima lastima ante el terrible hecho que acaba de cometer.

- ¡Alejate! - Vuelve en si cuando Yakov lo empuja alejándolo forzosamente del muchacho, el hombre mayor toma con cuidado en brazos al pequeño rubio revisandolo cuidando de no hacerle más daño. - Quedate quiero, llamare a una ambulancia. - Trataba de sonar calmado, pero en realidad estaba entrando en pánico, tenia su celular en mano y comenzó a marcar el numero de emergencia.

- E-El me ataco. - Murmuraba en un hilo de voz débil, estaba muy adolorido.- me atacó Yakov, por la espalda, ¡no sabia que iba hacerlo! - Mira a víctor de forma desprecia ble y reprochable.- ¡N-Ni atacar como los hombres sabes, los verdaderos hombres se confrontan frente a frente, ir por la espalda es de cobardes!