Capitulo 12

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Jordan

-¿Se puede saber en qué estás pensando?-Preguntó Dakota mientras jugaba con una lata de Coca-Cola en sus manos.

Me tensé, pero lo ignoré mientras caminaba hacia el refrigerador y sacaba mi propia lata de bebida. 

-¿Qué quieres decir?-Pregunté.

Sabía que fingir que no sabía de lo que estaba hablando era estúpido, pero no podía evitarlo, Dakota era malditamente directa y en este momento no quería que me recordaran que me estaba comportando como un verdadero imbécil.

-Aria-Dijo, y ambos sabíamos que esa era toda la respuesta que necesitaba.

-¿Qué ocurre con ella?

-¿Es en serio, Jordan?

Solté un suspiro mientras tomaba asiento en uno de los taburetes frente al mesón de la cocina, Dakota en cambio se quedó de pie frente a mí, lucía extrañamente molesta, ¿por qué estaba molesta?

-Estás jugando con ella, Wells-Continuo.

-No lo estoy haciendo-Me defendí, aunque una parte de mi cabeza me decía que ella no estaba tan equivocada-. Sólo quiero tenerla cerca aunque sea un poco.

-Entonces dile la verdad.

-Sabes que no puedo.

-Eres un maldito cobarde-Dijo, antes de prácticamente arrojar la lata contra la superficie del mesón y salir de la cocina.

Me quedé en shock alrededor de dos segundos antes de que me levantara y caminara tras ella, logré alcanzarla en su cuarto.

-¿Qué está mal, Dakota?-Pregunté mientras me apoyaba en el marco de su puerta y la observaba tendida en la cama con una almohada cubriendo su rostro.

-Nada-Dijo, su voz sonaba amortiguada.

Gruñí antes de caminar hacia ella y tomar la almohada en mis manos y arrojarla lejos, sus ojos azules se veían ligeramente enrojecidos, como si estuviera aguantando las ganas de llorar. Parpadeé para salir de mi sorpresa.

Maldición, Erik, ¿qué habías hecho ahora?

-¿En serio pretendes que te crea?-Pregunté mientras.

Ella se encogió de hombros, el color de sus ojos no había cambiado en nada, y la verdad es que no sabía si eso era bueno o malo.

-Dakota...

-Por favor, no entres en modo beta sobreprotector y preocupado ahora, créeme que no ayudará.

Parpadeé, esperando no tener que ir a golpear a Erik después de esto.

-¿Qué hizo Erik?-Pregunté.

-¿Por qué crees que estoy así por él?

Aw, su intento de engañarme resultaba adorable, especialmente con sus mejillas sonrojadas y su nariz similar a la de Rudolf.

-Por favor, Dakota-Pedí.

Ella guardó silencio por un par de segundos antes de decir que los hombres éramos idiotas. Parpadeé y oré por paciencia. 

-¿Por qué lo somos...entre todas las razones posibles?

-¿Por qué no la has dicho la verdad a Aria?

Contuve un gruñido, sea lo que sea que había hecho Erik debía ser lo suficiente como para que Dakota no estuviera dispuesta a hablar de ello. Sin embargo por esta vez iba a dejar que desviara el tema de conversación, pero sólo porque se veía demasiado mal...eso por supuesto no significaba que fuese a dejar a Erik de la misma manera.

Sueño de Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora