Jordan
-¿Se puede saber en qué estás pensando?-Preguntó Dakota mientras jugaba con una lata de Coca-Cola en sus manos.
Me tensé, pero lo ignoré mientras caminaba hacia el refrigerador y sacaba mi propia lata de bebida.
-¿Qué quieres decir?-Pregunté.
Sabía que fingir que no sabía de lo que estaba hablando era estúpido, pero no podía evitarlo, Dakota era malditamente directa y en este momento no quería que me recordaran que me estaba comportando como un verdadero imbécil.
-Aria-Dijo, y ambos sabíamos que esa era toda la respuesta que necesitaba.
-¿Qué ocurre con ella?
-¿Es en serio, Jordan?
Solté un suspiro mientras tomaba asiento en uno de los taburetes frente al mesón de la cocina, Dakota en cambio se quedó de pie frente a mí, lucía extrañamente molesta, ¿por qué estaba molesta?
-Estás jugando con ella, Wells-Continuo.
-No lo estoy haciendo-Me defendí, aunque una parte de mi cabeza me decía que ella no estaba tan equivocada-. Sólo quiero tenerla cerca aunque sea un poco.
-Entonces dile la verdad.
-Sabes que no puedo.
-Eres un maldito cobarde-Dijo, antes de prácticamente arrojar la lata contra la superficie del mesón y salir de la cocina.
Me quedé en shock alrededor de dos segundos antes de que me levantara y caminara tras ella, logré alcanzarla en su cuarto.
-¿Qué está mal, Dakota?-Pregunté mientras me apoyaba en el marco de su puerta y la observaba tendida en la cama con una almohada cubriendo su rostro.
-Nada-Dijo, su voz sonaba amortiguada.
Gruñí antes de caminar hacia ella y tomar la almohada en mis manos y arrojarla lejos, sus ojos azules se veían ligeramente enrojecidos, como si estuviera aguantando las ganas de llorar. Parpadeé para salir de mi sorpresa.
Maldición, Erik, ¿qué habías hecho ahora?
-¿En serio pretendes que te crea?-Pregunté mientras.
Ella se encogió de hombros, el color de sus ojos no había cambiado en nada, y la verdad es que no sabía si eso era bueno o malo.
-Dakota...
-Por favor, no entres en modo beta sobreprotector y preocupado ahora, créeme que no ayudará.
Parpadeé, esperando no tener que ir a golpear a Erik después de esto.
-¿Qué hizo Erik?-Pregunté.
-¿Por qué crees que estoy así por él?
Aw, su intento de engañarme resultaba adorable, especialmente con sus mejillas sonrojadas y su nariz similar a la de Rudolf.
-Por favor, Dakota-Pedí.
Ella guardó silencio por un par de segundos antes de decir que los hombres éramos idiotas. Parpadeé y oré por paciencia.
-¿Por qué lo somos...entre todas las razones posibles?
-¿Por qué no la has dicho la verdad a Aria?
Contuve un gruñido, sea lo que sea que había hecho Erik debía ser lo suficiente como para que Dakota no estuviera dispuesta a hablar de ello. Sin embargo por esta vez iba a dejar que desviara el tema de conversación, pero sólo porque se veía demasiado mal...eso por supuesto no significaba que fuese a dejar a Erik de la misma manera.
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Sueño de Luna Llena
Người sóiEl día en que Aria Nichols fumó su primer cigarrillo fue el día que recibió su primer beso, también fue la última vez que vio a Jordan Wells con vida. O eso pensó.