Capitulo 13

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Aria

Ese día amaneció nevando y la escuela fue un verdadero caos, desde la gente resbalando con el hielo del piso, pasando por el desmayo de una chica durante el primer receso (los rumores no se hicieron esperar) y la noticia de que los exámenes empezarían en un par de semanas.

¿Lo peor de todo? Riley había despertado con una gripe del demonio, por lo que estaba condenada a pasar este día de locos sin mi mejor amiga, ¿qué podía ser peor que eso?

Contuve un bostezo mientras fingía escuchar lo que el señor Jensen estaba diciendo, ¡ya en serio! ¿de qué diablos me iba a servir aprender cuanto tardaba una piedra en llegar al suelo? oh, espera, ¡de nada!

El sonido del timbre se coló por mis oídos y me las arreglé para no levantarme lo más rápido que podía y salir corriendo del salón, ¿cuantos días más tendría que pasar en este sitio de castigos llamado escuela? ¡detestaba los pasillos llenos de gente chocando con una!, además no entendía el porque, pero era como si la nieve hiciera que todo el mundo fuera más infantil de lo habitual, no sabía cuantos planes para hacer una guerra de nieve había escuchado en el tiempo que había tardado en llegar hasta mi casillero.

Estaba guardando unos libros en el casillero cuando una voz me interrumpió.

-¿Sola hoy?-Preguntó la voz de un chico.

Cerré mi casillero antes de fijar mis ojos en el chico que me estaba hablando. Y me llevé una gran sorpresa cuando me dí cuenta que se trataba del ex-novio de Leila. Y por la mirada en sus ojos creo que debía asumir que se me avecinaban problemas.

-¿Necesitas algo?-Pregunté, y era un tanto incómodo no poder recordar su nombre.

-Hablar contigo-Dijo con una sonrisa que supuse debía gustarme pero que en realidad no estaba ni cerca de lograrlo.

Arqueé una de mis cejas y contuve una sonrisa, no podía negar que resultaba un tanto divertido verlos intentando coquetear.

-No creo tener nada de que hablar contigo-Admití.

-Aún.

Si hubiera podido hubiera arqueado aún más la ceja, ¿qué diablos se suponía que significaba eso?, aún más importante, ¿eso en serio le había funcionado con alguna chica alguna vez?, oh, espera, tal vez si con Leila, ¿quien sabe?

Negué con la cabeza y me preparé para mandarlo al diablo cuando una voz chillona pegó un pequeño grito irritante. Dios, ¿por qué a mí?

Los ojos de Leila nos miraban a mí y al chico bajo sus pestañas postizas. Lucía genuinamente furiosa y algo que no esperé ver, casi parecía dolida... Oh, oh. 

-¿Qué rayos estás haciendo, Justin Duke?-Chilló.

Mi rostro compuso una mueca, por muy irritante que me pareciera Leila, no me agradaba la idea de que pensara que tenía algo con su ex, especialmente porque no tenía ni el mínimo interés en él.

-Creo que yo me voy-Dije mientras aferraba con fuerza la correa de mi bolso y me dirigía hacía la salida, ignorando deliberadamente la mirada que me dirigió Leila mientras pasaba a su lado.

Una vez fuera el aire frío golpeó mis mejillas, miré al cielo y me tranquilicé un poco cuando me dí cuenta que la nieve ya se había detenido (no me gustaba conducir cuando nevaba). Caminé rápidamente hacia mi auto mientras intentaba librarme de la expresión de Leila, lo más probable es que mañana cuando viniera a la escuela todo el mundo estaría hablando del escándalo que seguramente estaba haciendo ella en este mismo momento en el pasillo.

Me metí dentro de la cabina del auto y descansé mi cabeza contra la silla del auto durante un momento y tuve el vago recuerdo de Jordan diciéndome que me preocupaba demasiado cuando los demás estaban triste, tal vez él había tenido razón, tal vez no debería estar preocupándome por lo que podría estar sintiendo Leila, especialmente si considerábamos que ella me odiaba.

Sueño de Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora