Capitulo 28

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Jordan

Odio. Furia. Dolor.

No sabía cual de las tres emociones era la que más me dominaba en este momento, pero sabía que sentir el cuerpo de Aria temblando contra el mío era lo único que estaba evitando que arremetiera contra Gavin en este momento.

La última vez que lo había visto había sido hace más de dos años, cuando había huido después de apuñalar a Keira, pero dos años no lo habían cambiado en nada, desde el cabello hasta la punta de los pies, incluyendo la mirada glacial de sus ojos. 

Sentí al animal dentro de mí retorcerse y caminar por su pasillo particular mientras gruñía y enseñaba sus dientes, y por primera vez en tres años deseaba simplemente dejarme ir. Tenía una ganas aterradoras de ver el cuerpo del hombre frente a nosotros en el suelo, despedazado y cubierto de sangre, Dios, casi podía saborearlo y el saber que la culpa sería inexistente sólo hacían del escenario mucho más tentador.

Tomé una respiración para controlarme. Estaba en una calle llena de gente y aún más importante tenía a Aria conmigo y probablemente estaba asustada por todos los sonidos inhumanos que había estado soltando durante el último minuto.

Aún así, todas mis buenas intenciones de mantener cualquier escenario sangriento y/o peligroso lejos de ella se estuvieron a punto de ir al demonio cuando vi a Gavin formar una sonrisa en sus labios, era la misma sonrisa que tenía cada vez que me hería, la misma sonrisa que estaba seguro que tenía cuando hacía lo mismo con Patrick, era la sonrisa de alguien que sabe que las cosas van a salir como él quiere.

-Sólo vine a saludar, Jordan-Murmuró.

Era imposible que alguien más que yo pudiera escucharlo, pero los temblores de Aria aumentaron. Maldición, tenía que calmarme, lo más importante aquí era llevarla lejos de él tan rápido como pudiera.

 -Vete al infierno-Respondí en el mismo tono.

La sonrisa en su rostro se volvió más grande y no pude evitar el gruñido que se escapó de mi garganta.

-Te vez bien, niño, pronto vendrá el día en que podamos conversar más a gusto.

Agradecí una vez más que Aria estuviera aferrada a mi brazo porque de lo contrario habría hecho algo estúpido en una calle llena de gente.

Parpadeé mientras trataba de calmarme y cuando volví a fijar el sitio en donde Gavin había estado parado estaba vacío. Se había ido.

Me volteé un poco para ver a Aria, su cuerpo temblaba visiblemente pero la expresión en su rostro era demasiada complicada como para descifrarla en este momento. Contuve un gruñido y abrí la puerta del copiloto tan rápido como podía antes de prácticamente subirla a ella. Tardé menos de treinta segundos tener el auto en marcha.

-¿Tú mamá esta en casa ahora?-Pregunté.

-Sí.

-Bien.

No dije nada más mientras tomaba el camino que llevaba hacia su casa. Estaba recordando todas las razones por las que quería mantenerla al margen.

***

Golpeé mi puño contra el costal una vez más mientras trataba de respirar. ¿Algo peor que tener a un psicótico a metros de ti? tener a tres sobreprotectores vigilándote para asegurarse que no haces algo tan estúpido como para ir a buscar al psicótico antes mencionado.

-Ya dije que estoy bien, Evan-Gruñí mientras disparaba otro golpe contra el costal-, así que por favor vete antes de que me contagies tu ataque de nervios.

Sueño de Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora