Capitulo 17

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Aria

Por un pequeño momento pensé que todo había sido un sueño, que todo lo que había pasado el día anterior había sido un sueño resultado de todas las películas de fantasía que había visto durante los últimos dieciocho años de mi vida, pero mi cama era un poco más suave y un poco menos cálida y aunque últimamente el aroma a menta y tabaco había estado presente a mi alrededor las últimas veces que había despertado definitivamente no había sido así de intenso. Tal vez fue porque una parte de mí se negaba a creer todo lo que había ocurrido el día anterior que me demoré en abrir los ojos.

Pero tenía que hacerlo de todas formas, por lo que con un gemido abrí los ojos, me senté en la cama y dejé que mi cabeza procesara el espacio que tenía a mi alrededor, las murallas eran de un color damasco demasiado claro y obviando el armario, la mesa de noche con una lámpara y una estantería de tamaño considerable llena de libros, no había mucho más en la habitación además de la cama; no había cuadros o fotografías en la habitación, además de eso, todo lucía demasiado...ordenado.

-Esto es una pesadilla-Murmuré antes de masajear el puente de mi nariz.

Jordan estaba vivo. 

Vivo.

Vivo. Vivo. Vivo.

Tres años malditamente vivo y sin decir nada, dejando que llorara sobre una tumba que quien sabe que tenía.

Síp, las ganas de romper cualquier objeto contundente que tuviera alrededor en su aparentemente subnormal cabeza estaban volviendo con más fuerzas que las de ayer luego de que casi me atacara lo que parecía ser un Jacob Black, Tyler Lockwood o un Scott McCall, sólo que menos agradable. Tal vez debería dejar de ver tantas series y películas con hombres lobo, creo que desde ahora no iban a gustarme tanto sabiendo que en realidad sí existían.

Me levanté y solté un pequeño gruñido cuando mis pies descalzos tocaron el piso (maldición, extrañaba mis pantuflas del "Extraño mundo de Jack"), ¿qué se suponía que tenía que hacer ahora?, realmente no tenía ganas de ver a Jordan, y realmente me sentía más cómoda en esta habitación oculta de todo los demás habitantes de la casa que en cualquier otro sitio, a excepción de mi casa, claro.

Sin saber que hacer me acerqué al estante de libros, bien, podían haber pasado tres años, pero seguía teniendo gustos prácticamente iguales, ¿por qué diablos el chico estaba obsesionado con Stephen King?, sentí los deseos inherentes de romper al menos tres libros del estante (¡y sí! "It" ocupaba el número uno de la lista) y para resistirlos empecé una caminata inútil por la habitación.

¿Qué se suponía que tenía que hacer?¿qué se suponía que tenía que sentir?

Mi cabeza era un caos total, ¿cómo demonios habían terminado las cosas así?, ¿tenía que estar triste?¿feliz?¿furiosa?¿dolida?, ¿por qué cuando se trataba de Jordan tenía que ser todo tan complicado?

¿Qué era lo que estaba sintiendo en realidad?  

Tomé una respiración profunda, tenía que calmarme e intentar pensar con claridad, también tenía que mantener las lágrimas lejos de mis ojos, al menos mientras no averiguaba porque quería llorar.

No iba a conseguir nada si me quedaba escondida en esta habitación que ni siquiera era mía.

Peiné un poco mi cabello con mis dedos antes de abrir la puerta y salir, no había nadie en el pasillo. Caminé, recordando el recorrido que había hecho la noche anterior, y conseguí llegar a la sala de estar, paseé mi vista por la habitación pero tampoco encontré a alguien, al menos no hasta que reparé en el bulto en el sofá.

No necesitaba acercarme para saber quien era, pero lo hice de todas formas. Hace años que había perdido la cuenta de las veces que había visto dormir a Jordan, pero en este momento era como si lo estuviera viendo por primera vez, con sus facciones relajadas y su respiración acompasada, seguía siendo el chico más guapo que había conocido en mi vida, aunque ahora ya no era un chico, era un hombre, y no estaba segura de si me iba a agradar el hombre en el que se había convertido, tampoco estaba segura de si quería conocerlo, o si me convenía hacerlo.

Sueño de Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora