Bloody Moon

Parte 16

Me monte en la moto y Salí persiguiendo su olor, ya que preguntarles a sus betas no había dado resultado, ya sea que supiesen o no querían matarme Aren temió lo mismo de su luna, pero ella había empezado a sentir esa conexión, no había chispas ni nada, pero podía sentir cuando Aren mentía.

Crucé prácticamente media ciudad hasta que al parecer entre en su territorio, la vi entrar a un castillo, de lejos parecía que estaba en condiciones pero de cerca se notaba que de no ser por las refacciones no daría abasto para una manada tan grande, me sorprendí al ver tanta gente que la saludaba amablemente, no parecía un alfa pero luego recuerdo la edad que tiene y veo que la ven como una hermana menor, nieta, hija, después hacían una reverencia , era una manada muy unida, por lo poco que pude apreciar.

No estuvo mucho tiempo, pero para cuando salió ella llevaba un montón de cosas encima, como pudo las acomodo en el baúl de su motocicleta, vi como una niña corría hacia ella y saltaba Cordelia la abrazo y soltó una lagrima, extrañaba a su manada.

No se por qué me escabullía, pero seguí ocultándome y siguiéndola, fue hasta el cementerio, cambio las flores y arreglo las tumbas.

-Perdón... tendría que haber venido con Ara, pero necesito su fuerza... .

Tenía que arreglar las cosas, ella se veía destrozada, tal vez no era el mejor momento para aparecer, pero si seguía haciéndolas de acosador solo agravaría el problema.

-Cordelia. Digo detrás de ella, ella se para sin decir nada, pero la tensión se hace presente.

-Vete de aquí ahora.

-Vine a respetar mis respetos.

-Sal de aquí ahora.

-No puedes impedirme entra aquí... pero te estaré esperando afuera. Si quería empezar a comportarme como un alfa debería empezar ahora.

-Haz lo que se te dé la gana.

Cordelia permaneció por mucho tiempo allí, hasta tal punto que no sabía si estaba probando mi paciencia al tardar, luego la veo venir tranquilamente por el angosto pasillo entre las tumbas, el guardián del cementerio la saluda, toma sus manos y susurra algo que no puedo entender, luego pone una de sus manos en la cabeza de ella y Cordelia baja su mirada, luego vuelve a susurrar algo y la suelta , ella hace un gesto de despedida y se va; al verme a mi si bien su mirada ya no es furibunda luce desaprobatoria.

-Aquí no... vamos al café que está a dos cuadras de aquí... y compórtate, no solo hay licanos, hay otras especies.

Yo asentí y la seguí, el pueblo no era muy distinto al nuestro, no tendría por qué serlo están pegados, pero todos veían a Cordelia y la saludaban.

-Ellos.

-Solo saben que mi familia se queda aquí... mis padres contribuyeron a varios hospitales y demás edificios públicos me conocen por eso no saben en verdad que somos. Dijo silente mientras arrastrábamos las motos hasta el lugar que ella había indicado.

-Mi niña. Dijo un enorme hombre fornido, parecía una gran heladera, tenía una barba gruesa de color entrecano bigotes y un cabello prolijamente peinado asumo yo debajo de esa gorra, parecía un leñador, el hombre tomo a Cordelia y la alzo por los aires cosa que hizo avergonzar a Cordelia.

-Olec, bájame ... deja de sacudirme tengo nausea.

-Mi pequeña... viniste.

-Solo me quedare una noche, aun faltan cosas por terminar en la casa.

-Ermmm .Digo aclarando mi garganta.

-Ah... él es James, un conocido de mi familia. Dijo acomodando nerviosamente su ropa.

-... Un muchacho. Dijo con seriedad extendiendo su mano, el la estrecho, pero yo sabía que tramaba, ese viejo juego de humanos vah, entre hombres sobre ver quien era más fuerte en el apretón de manos, y claramente yo no cedería. - Eres fuerte. Dijo luego de que soltó su agarre, mientras sostenía su mano.

Entramos a la taberna y era como esa antiguas tabernas escocesas, lo que decía Cordelia era verdad, no había rastro humano alguno, podía oler brujas, vampiros, cualquier ser mágico, no le prestaron mucha atención cuando entro, en cambio a mí me miraban de arriba abajo , alguno que otro me sostenía la mirada, me sentía como un huésped no deseado, haría algo si me buscaban pelea pero la voz de Cordelia diciendo que nos sentaríamos en las mesas de arriba me saco de mis pensamientos, subimos y no había nadie en el piso de arriba, en cambio todos al ver que yo venía con ella volvieron a su rutina.

-... Marina... tráeme un café en lata... ¿Tu qué querrás?. Dijo ella, a una joven de cabello verde, vestida como si fuese una punk, lo único que no iba con ella era el mandil negro que llevaba.

-Cerveza, cualquier marca está bien.

-Enseguida. Ella me miro de arriba abajo e hizo una sensual sonrisa, Cordelia carraspeo y ella se fue rápido.

-Si te vas a acostar con ella que no sea cerca de un cuerpo de agua... es una sirena.

- ¿Tan mal piensas de mí?. Me molestaba su comentario.

-Si esta silla tuviese falda tratarías de llevártela a la cama.

- ¿Por qué siempre estás a la defensiva?.

-Tu no me das motivos para dejar de estarlo ... ¿A que viniste?.

-... Me disculpo por lo sucedido... por Jessica, por todo.

-Mi madre esperaba gemelas cuando me tuvo, un estúpido accidente de autos como el que tu perra novia causo, el embarazo fue de riesgo, pero al final solo sobreviví yo, esa es la magnitud de una broma... ¿Qué harás?.

-No puedo se hacer lo que ya está hecho, sacar a Jessica, no volverá atrás todo, pedir disculpas no mejorara la salud de la mujer ni hará que el niño este fuera de peligro ... solo puedo ofrecer disculpas y pedir que lo que hubiese empezado en la cascada se retome.

-No sé qué piensas que empezó en la cascada... .En ese momento llegan con lo que pedimos, la chica saca de entre su blusa un papel y me lo pasa, si quería mostrarle un cambio lo haría ahora, tome el papel, lo leí y se lo devolví ella bufo y se retiró enojada.

-Ajshh... maldición, perdón por ser tan idiota.

-Deja de tomar mis reacciones tan a pecho... como si fuésemos grandes amigos, te recuerdo que nos odiábamos, tu decías rojo y yo azul tu ibas arriba y yo abajo. No sé qué tipo de pensamientos cruzaron por su cabeza, pero esa última frase la hizo sonrojar uy una sonrisa socarrona se formó en mi luego de entender lo que se le paso por la cabeza.

Fin del Capitulo

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