Parte 38: Corazón de beta cuerpo de... (Parte 2)

60 8 0
                                    

Compostura... compostura... compostura... al diablo la maldita compostura!!!!.

Había entrado a la habitación y ni bien la puerta se cerró detrás de mi ella salto a mis brazos abraso sus piernas a mi cintura y ambos caímos al suelo, ella no cesaba de pedir perdón por el exabrupto y yo tratando de mantener la compostura, pero al diablo toda ella, rodeo con mis brazos su cintura y la atraigo más hacia mí y ella tiembla levemente.

-¿Qué pasa cariño?... tranquila.

-¿Escuchaste lo que paso?.

-Si...¿Cómo estás?.

-Tengo miedo, ¿Y si solo es una falsa alarma?, ¿Y si resulta que es un lobo feo?.

-Nada que venga de ti puede ser feo... yo estaré aquí contigo.

-Gracias por traerme... mi hermana se enfadara contigo.

-Lidiare con eso.

-Y... y Jasón... y también Madeleine.

-Hmm... lidiare con eso también, después de todo si algo me pasa tengo una muy buena enfermera que me cuida. Dijo Aren juguetonamente, mientras mostraba una sonrisa tan luminosa y atrayente que hacían que la joven loba se acercase a el muy sutilmente.

-...Tonto... lo único que hice fue ponerte banditas. Dijo con suaves golpeteos al pecho de él.

-Una muy buena técnica de poner curitas.

-Aren... .

-Haces que mi nombre suene lindo... preciosa.

-Deja de llamarme así... me pone nerviosa. Dijo completamente ruborizada.

-¿Por qué?... eres preciosa.

-Aren enserio.Dijo ella levantándose de encima de la enfurruñada.

-¿Qué sucede?. Pregunto algo curioso siguiéndola hasta la cama para sentarse a su lado.

-En el aula... había un par de chicas que... te conocían.

Diablos... cuando tienes a tu luna el maldito pasada aparece para patearte el trasero, si ella es tu luna y lo sabe no pasaría más de una escena de celos lo cual me gusta que los sienta, pero ella no sabe nada todavía, ¿Cómo diablo le explico que ya no hay ni habrá otras mujeres sin decirle todo?.

-Ara... no puedo negar mí pasado tal vez haya más chicas, pero desde que llegaste no he conocido a ninguna más.

-¿Para qué me dices eso?... tu puedes hacer cuanto se te antoje solo que ese tipo de palabras y tratos... me... me confunden, es decir solo somos... am... amigos.

Su inocencia me enternecía y esa palabra, esa maldita palabra me lastimaba en más de una manera, no quería que pusiese distancia entre nosotros, estaba desesperado y mi lobo aún más, desde dentro me gritaba que hiciese algo, yo agache mi cabeza y cerré mis ojos tratando de ignorarlo para no hacer alguna idiotez y de repente siento un par de tibias manos que toman los costados de mi cabeza y me instan a abrir los hijos, y allí estaba ella, a escasos centímetros de mí, con una mirada curiosa esperando a que abriese mis ojos para poder preguntar.

-¿Es tu lobo otra vez?.

-Algo así.

-¿Cómo se llama?.

-Shadow.

-Shadow... deja en paz a Aren... se pone mal cuando haces esto.

Si pudiese dar una imagen de mi lobo en estos momentos, podría decir que es como la de un enorme perro sentado moviendo su cola esperando a que su ama le de otra felicitación.

Bloody MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora